Heteropatriarca
Madmaxista
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Los actores "racializados" exigen “colour blind castings” (que pidan una cosa en inglés indica de dónde ha salido esta idea). En principio podría ser algo positivo: ignorar la raza del actor y valorar únicamente el mérito. Sería curioso ver el personaje de Maimónides interpretado por una de color tras*exual o el de Agustina de Aragón por un chino con barba. Pero todos sabemos que esto es justo lo contrario a lo que piden estos colectivos, quieren que se ignore el mérito y se metan cuotas.
En fin, si un senegalés recién llegado en patera le quita el papel de Doña Inés a una actriz empoderada española se estará haciendo justicia (social).
Debate pionero en Madrid para implantar los castings abiertos y combatir la discriminación étnica en TV
En los últimos años series como Los Bridgerton, uno de los grandes fenómenos recientes de Netflix, ha servido para extender un concepto hasta ahora poco o nada trabajado en nuestras esferas. Hablamos del colour blind casting, o lo que es lo mismo, castings abiertos en cuyos procesos de selección el acceso sea igual para todos los aspirantes, independientemente de su origen étnico.
Esto ha dado lugar de forma especialmente significativa a que ficciones de época incluyan en su reparto a actores de diferentes orígenes, independientemente de la precisión histórica de los momentos representados.
Pero no hay que olvidar que ese no es el único, ni el principal objetivo: lo que se busca es abrir el mercado a los artistas a cualquier clase de papel, especialmente en un mundo contemporáneo diverso. 
Y aunque en las producciones que nos llegan desde el otro lado del charco, o incluso en Francia, se haya establecido ya esta dinámica, en España aún mantenemos repartos en su mayoría caucásicos como lo predominante cuando no se especifica la etnia o rasgos del personaje sobre la página.
Con ella se pretende dar las mismas oportunidades a todos los artistas sin importar sus orígenes, su tonalidad de piel o rasgos, (¡anda! los del cine son unos racistas que no volen acollir) a la hora de poder acceder a toda clase de roles en producciones de cine, teatro y televisión. Ni siquiera implica obligar a la contratación de profesionales multiculturales, sino encaminar a las productoras a que abran procesos de selección sin restricciones en todos aquellos proyectos en los que el origen étnico de los personajes no esté definido por cuestiones de guion o históricas.
En fin, si un senegalés recién llegado en patera le quita el papel de Doña Inés a una actriz empoderada española se estará haciendo justicia (social).
Debate pionero en Madrid para implantar los castings abiertos y combatir la discriminación étnica en TV
En los últimos años series como Los Bridgerton, uno de los grandes fenómenos recientes de Netflix, ha servido para extender un concepto hasta ahora poco o nada trabajado en nuestras esferas. Hablamos del colour blind casting, o lo que es lo mismo, castings abiertos en cuyos procesos de selección el acceso sea igual para todos los aspirantes, independientemente de su origen étnico.
Esto ha dado lugar de forma especialmente significativa a que ficciones de época incluyan en su reparto a actores de diferentes orígenes, independientemente de la precisión histórica de los momentos representados.
Pero no hay que olvidar que ese no es el único, ni el principal objetivo: lo que se busca es abrir el mercado a los artistas a cualquier clase de papel, especialmente en un mundo contemporáneo diverso. Y aunque en las producciones que nos llegan desde el otro lado del charco, o incluso en Francia, se haya establecido ya esta dinámica, en España aún mantenemos repartos en su mayoría caucásicos como lo predominante cuando no se especifica la etnia o rasgos del personaje sobre la página.Con ella se pretende dar las mismas oportunidades a todos los artistas sin importar sus orígenes, su tonalidad de piel o rasgos, (¡anda! los del cine son unos racistas que no volen acollir) a la hora de poder acceder a toda clase de roles en producciones de cine, teatro y televisión. Ni siquiera implica obligar a la contratación de profesionales multiculturales, sino encaminar a las productoras a que abran procesos de selección sin restricciones en todos aquellos proyectos en los que el origen étnico de los personajes no esté definido por cuestiones de guion o históricas.
