Son pobres que se empeñan en hacer cosas que no pueden permitirse, cosa que siempre ha pasado, con la diferencia de que antes quienes escuchaban sus quejas, justificadas o no, que de todo habrá, eran sus conocidos y familiares, y ahora las escucha potencialmente todo el mundo a través de las redes sociales.
Dicho lo cual, la depauperización social es innegable, pero afecta a todo el mundo y a todas las generaciones.
El problema, en burbuja, es que hay un grupo que se empeña en señalar a un subgrupo de "los otros" para hacer generalizaciones que les permitan victimizarse. Lo hacen las feministas con los hombres, que según ellas son todos privilegiados, ricos y opresores, lo hacen los gente de izquierdas con los pagaimpuestos, que son todos ricos, explotadores y acaparadores, y supongo que en mayor o menor medida, lo haremos todos con los que son diferentes a nosotros.
Así, según las afirmaciones de burbuja, no hay jubilados pobres, los que perciben jubilaciones cuantiosas no han pagado impuestos y contribuciones sociales hasta decir basta, no hay boomers que no tengan por lo menos una casa en propiedad, porque las regalaban, nunca hubo hipotecas al 15 y al 18 por ciento, y, por otra parte, no hay milenials obsesionados con la pasta, no hay influencers llevándoselo crudo y haciendo inversiones inmobiliarias que harían palidecer al langosto más encallecido y no hay ongs explotando a orates crédulos que se tragaron lo de la economía circular y colaborativa.
Mala gente y simples mononeuronales los hay en todas las generaciones, lo que pasa es que hay una generación que ha tomado las redes sociales al asalto y se cree que la vida es como youtube y se ríe de los que se creen que la vida es como El diario de Patricia.