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Madmaxista
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Així va viure el nou president de Colòmbia l'1-O des de dins: "Espanya s'ha convertit en una dictadura"
Gustavo Petro va ser testimoni de l'1-O a Barcelona i va ser l'Escola Industrial al costat de milers de ciutadans que protegien les urnes
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Gustavo Petro (presidente electo de Colombia): España se convirtió en una dictadura en Catalunya [HEMEROTECA]
Gustavo Petro fue testigo del 1-O en Barcelona y fue la Escuela Industrial junto a miles de ciudadanos que protegían las urnas.
Gustavo Petro justificó el asalto del M-19 al Palacio de Justicia que causó 101 muertos | Colombia
Petro, entonces senador de Colombia Humana, justificó el asalto culpando al Gobierno de Belisario Betancur por incumplir el acuerdo de paz.
okdiario.com
- LUIS BALCARCE
- 20/06/2022 06:44
- ACTUALIZADO: 20/06/2022 13:07
Una de las escenas más célebres de la serie Narcos es el asalto al Palacio de Justicia en Bogotá el 6 de noviembre de 1985 perpetrado por los terroristas del M-19 en cuya organización militaba un joven Gustavo Petro, flamante presidente electo de Colombia, que se había sumado a la banda «tras ver a su padre llorar en 1967 por la fin del ‘Che’ Guevara». Aunque no participó en el asalto -estaba en la guandoca La Modelo de Bogotá cumpliendo pena por portación ilegal de armas-, Petro jamás pidió perdón por la toma a sangre y fuego del edificio en pleno corazón de Bogotá que dejó un centenar de muertos y varios desaparecidos. Lejos de estar arrepentido, el chavista siempre ha justificado aquella atrocidad que dejaría una traumática huella de violencia y fin en la historia de Colombia.
En una entrevista en marzo de 2021 con la periodista Vicky Dávila, directora de la revista Semana, Petro, entonces senador de Colombia Humana, justificó el asalto culpando al Gobierno de Belisario Betancur por incumplir el acuerdo de paz.
V.D.: Pero usted estaba en el M-19 cuando se tomaron el Palacio de Justicia.
G.P.: Estaba preso y torturado, mi amiga. Y entonces, ¿quién vela por el hecho de que a un joven, el mejor estudiante del Externado en economía, lo hubiesen torturado en el Cantón Norte y tratado como a un perro, arrojado en los calabozos de las cárceles de Bogotá? ¿Quién habla de eso? Fíjate que yo no soy el que repruebo; los que odian son otros.
V.D.: Senador, si eso le pasó, me duele, pero la organización a la que usted pertenecía se tomó el Palacio de Justicia. Estarían los magistrados vivos si eso no hubiera pasado…
G.P.: No, primero, esa toma sucedió porque se incumplió un acuerdo de paz por parte del Estado.
V.D.: Nunca debió ocurrir.
G.P.: Bueno, claro que nunca debió ocurrir, pero ¿por qué entonces sabotearon ese proceso?
V.D.: Pero es que se ve justificando eso.
G.P.: No es justificando, es la historia, sino que ustedes ocultan la historia.
V.D.: No, nosotros no estamos ocultando nada.
G.P.: Ustedes le han vendido a la sociedad colombiana un señor Pablo Escobar que le pagó al M-19 para tomarse el Palacio, y no la historia real. Y la historia real es que había un proceso de paz firmado entre el M-19 y el Gobierno de Belisario Betancur. Y entonces sabotearon ese proceso, hicieron un bombardeo al campamento que estaba en tregua, y la reacción (que pudo ser un grave error) ante esa ruptura alevosa fue que entraron al Palacio. Esos muchachos y muchachas entraron a que se reafirmara el acuerdo de paz. ¿Y en el proceso judicial, cuáles son las pruebas sobre el asesinato de los magistrados? Que todos tenían tiros de armas provenientes del Ejército.
Queda claro que de los labios de Petro jamás ha salido un pedido de perdón sino todo lo contrario, una reivindicación de que la salvaje operación del M-19 estaba más que justificada y que la culpa de todo la tuvo el Gobierno de Betancur y el Ejército: “Desde el inicio, desde el año 86, y el Estado colombiano en ese entonces no lo hizo, pero por encima de las solicitudes de perdón lo que importa es la verdad y aún la verdad del Palacio está tan desaparecida como varios de los desaparecidos”, dijo siendo ya alcalde de Bogotá, la ciudad aterrorizada entonces por la banda terrorista de la que formaba parte.
Cuando alguien le recordó a Petro en las redes sociales que tenía un pasado terrorista «como Mandela y Mugica», éste se vino arriba: “Y como Bolívar, y como Santander y como Washington”. Su postración casi religiosa ante Bolívar le llevó a defender al chavismo y a justificar la violencia: «Bolívar dijo que el poder de los fusiles debía estar al servicio del ciudadano. Y en esa raíz democrática es donde arrancó el M-19 como un precursor y el proyecto de Chávez como una realidad», dijo en una entrevista en el año 2000.
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