Quiero compartir mi opinión sobre el oro como activo de inversión. Aunque mucha gente lo percibe como un "refugio seguro", considero que es un activo inferior cuando lo comparamos con otras alternativas, como el inmobiliario o las acciones.
El principal problema del oro es que no genera rentabilidad por sí mismo. No produce intereses, dividendos, ni flujos de caja. Su valor depende exclusivamente de que alguien esté dispuesto a pagar más por él en el futuro. En contraste, otros activos como los inmuebles generan ingresos pasivos a través de rentas, y las acciones ofrecen dividendos y, a largo plazo, aumentan su valor gracias al crecimiento de las empresas subyacentes.
Además, a diferencia de otros activos cuya oferta puede ser limitada o controlada, el oro tiene el inconveniente de que cada año se produce más. Las mineras continúan extrayendo nuevas cantidades de oro, lo que incrementa la oferta global. Esto ejerce presión sobre su capacidad de revalorizarse de forma consistente, especialmente si lo comparamos con otros activos como los inmuebles, cuya oferta es más restringida, o las acciones, que se benefician del crecimiento económico y la innovación.
En términos históricos, el rendimiento del oro a largo plazo no es competitivo frente a otros activos. Mientras que el mercado inmobiliario y las acciones han mostrado crecimientos constantes y reales (ajustados por inflación), el oro ha tenido períodos de estancamiento prolongados y alta volatilidad, lo que lo convierte en un activo especulativo más que en una inversión sólida.
Por supuesto, el oro puede cumplir un rol en una cartera diversificada como cobertura ante la inflación o la incertidumbre económica, pero en mi opinión, apostar al oro como inversión principal es dejar pasar mejores oportunidades. Si tu objetivo es construir riqueza a largo plazo, los activos que generan rentabilidad (acciones, inmuebles, etc.) son opciones mucho más inteligentes.