La protesta, que ha contado con el apoyo de PP, Ciudadanos y Vox, reactiva la batalla lingüística en la escuela
Protesta de Hablamos Español este sábado en Valencia.E.M.
Decenas de coches han recorrido este sábado el centro de Valencia al grito de "queremos elegir la lengua". Antonio ha sido uno de los que se ha sumado a la protesta. Con hijos estudiando en un colegio de la capital, denuncia que "les están imponiendo el valenciano, además de con la asignatura lingüística de valenciano, con otras materias que tienen que dar en valenciano y no en castellano".
"Me he puesto en contacto con el centro porque quiero poder elegir la lengua, pero con la actual ley van a la obligatoriedad del valenciano hasta llegar a un 60% de las horas, que es lo que quieren", ha agregado.
Aunque desde un principio la Conselleria de Educación -en manos de Compromís por el reparto de departamentos entre los socios del Gobierno valenciano- ha tratado de sortear la polémica, lo cierto es que el tema lingüístico sigue siendo su principal talón de Aquiles. O, al menos, el asunto que mayor controversia genera aun con el paréntesis de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
La ley, que se aprobó tras tumbar la justicia un primer decreto denunciado por la Diputación de Alicante por discriminatorio con el castellano, tampoco gusta en realidad a quienes abogan por el 100% de valenciano en las aulas, es decir, por la inmersión lingüística. De hecho, la norma obliga a un mínimo del 25% de las horas lectivas tanto en castellano como en valenciano, de manera que se reserve entre un 15 y un 25% del tiempo para el inglés.
A cambio, también se aumentan las horas de valenciano en las zonas castellanohablantes respecto al modelo lingüístico anterior, lo que ha provocado especialmente el rechazo entre la comunidad educativa del sur de Alicante o en comarcas del interior de Valencia como Utiel-Requena. Y más ahora que, tras completarse el despliegue de la ley en Infantil y Primaria, el plurilingüismo llega a Secundaria, obligando, por tanto, a una mayor presencia de valenciano en muchos casos para dar continuidad al proyecto lingüístico de centro.
Los partidos de la oposición han pedido la paralización de la ley en los institutos, a los que ya llega con un año de retraso por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Pero la reactivación de la batalla lingüística no gira únicamente en torno a la ley de plurilingüismo. Recientemente se acaba de conocer que un juzgado de Alicante investiga a la directora y a una profesora del colegio público Mediterráneo de Sant Joan a raíz de la denuncia de un padre por una circular que recibió redactada en valenciano.
En este caso, la Conselleria de Educación se ha puesto de parte de las docentes, a las que presta asistencia jurídica la Abogacía de la Generalitat ante la petición de 12 años de inhabilitación. Directores de centros han denunciado la "campaña de acoso" contra estas docentes, mientras que desde Hablamos Español se apoya a la familia por "reivindicar su derecho a que el centro educativo se comunique con ella en español".
En este sentido, la asociación ha comenzado una campaña de recogida de firmas a favor de la "libertad de elección de lengua" en la Comunidad Valenciana. Han agradecido el apoyo de Ciudadanos y Vox pero, sin embargo, han censurado al PP porque "no se han mostrado favorables a la libertad de elección de lengua". Desde Hablamos Español se critica, por ejemplo, "la política lingüística de corte nacionalista que el partido aplica en Galicia" o la que implantó en su día la ex consellera y hoy presidenta del PP de Valencia, María José Catalá.
En el manifiesto leído este sábado, se reclama también la rotulación oficial tanto en castellano como valenciano o "recuperar los nombres en español de nuestros pueblos". "Se empeñan en convertir la lengua en un problema", han denunciado los convocantes.
Protesta de Hablamos Español este sábado en Valencia.E.M.
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Decenas de coches han recorrido este sábado el centro de Valencia al grito de "queremos elegir la lengua". Antonio ha sido uno de los que se ha sumado a la protesta. Con hijos estudiando en un colegio de la capital, denuncia que "les están imponiendo el valenciano, además de con la asignatura lingüística de valenciano, con otras materias que tienen que dar en valenciano y no en castellano".
"Me he puesto en contacto con el centro porque quiero poder elegir la lengua, pero con la actual ley van a la obligatoriedad del valenciano hasta llegar a un 60% de las horas, que es lo que quieren", ha agregado.
Aunque desde un principio la Conselleria de Educación -en manos de Compromís por el reparto de departamentos entre los socios del Gobierno valenciano- ha tratado de sortear la polémica, lo cierto es que el tema lingüístico sigue siendo su principal talón de Aquiles. O, al menos, el asunto que mayor controversia genera aun con el paréntesis de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
La ley, que se aprobó tras tumbar la justicia un primer decreto denunciado por la Diputación de Alicante por discriminatorio con el castellano, tampoco gusta en realidad a quienes abogan por el 100% de valenciano en las aulas, es decir, por la inmersión lingüística. De hecho, la norma obliga a un mínimo del 25% de las horas lectivas tanto en castellano como en valenciano, de manera que se reserve entre un 15 y un 25% del tiempo para el inglés.
A cambio, también se aumentan las horas de valenciano en las zonas castellanohablantes respecto al modelo lingüístico anterior, lo que ha provocado especialmente el rechazo entre la comunidad educativa del sur de Alicante o en comarcas del interior de Valencia como Utiel-Requena. Y más ahora que, tras completarse el despliegue de la ley en Infantil y Primaria, el plurilingüismo llega a Secundaria, obligando, por tanto, a una mayor presencia de valenciano en muchos casos para dar continuidad al proyecto lingüístico de centro.
Los partidos de la oposición han pedido la paralización de la ley en los institutos, a los que ya llega con un año de retraso por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Pero la reactivación de la batalla lingüística no gira únicamente en torno a la ley de plurilingüismo. Recientemente se acaba de conocer que un juzgado de Alicante investiga a la directora y a una profesora del colegio público Mediterráneo de Sant Joan a raíz de la denuncia de un padre por una circular que recibió redactada en valenciano.
En este caso, la Conselleria de Educación se ha puesto de parte de las docentes, a las que presta asistencia jurídica la Abogacía de la Generalitat ante la petición de 12 años de inhabilitación. Directores de centros han denunciado la "campaña de acoso" contra estas docentes, mientras que desde Hablamos Español se apoya a la familia por "reivindicar su derecho a que el centro educativo se comunique con ella en español".
En este sentido, la asociación ha comenzado una campaña de recogida de firmas a favor de la "libertad de elección de lengua" en la Comunidad Valenciana. Han agradecido el apoyo de Ciudadanos y Vox pero, sin embargo, han censurado al PP porque "no se han mostrado favorables a la libertad de elección de lengua". Desde Hablamos Español se critica, por ejemplo, "la política lingüística de corte nacionalista que el partido aplica en Galicia" o la que implantó en su día la ex consellera y hoy presidenta del PP de Valencia, María José Catalá.
En el manifiesto leído este sábado, se reclama también la rotulación oficial tanto en castellano como valenciano o "recuperar los nombres en español de nuestros pueblos". "Se empeñan en convertir la lengua en un problema", han denunciado los convocantes.
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