Cuando anunciamos que el gobierno japonés había intervenido para devaluar su moneda, ya avisé del peligro de que se entrara en una espiral de devaluaciones, donde todos los gobiernos intentan devaluar sus monedas respecto al resto, llevando solo a que se hundan todas y a serias distorsiones en la economía.
Pues parece que no han tardado demasiado en entrar en esta dinámica. La semana pasada los bancos centrales de Perú, Brasil y Colombia empezaron a imprimir sus respectivas monedas para comprar dólares y así devaluarlas. Pero recapitulemos.
El 8 de Septiembre indiqué que las principales focos monetarios estaban en Japón y Suiza, con el yen y el franco suizo revaluandose. El franco suizo tiene una larga tradición de ser una moneda de un gobierno responsable, y los europeos la están usando, junto con el oro, como refugio de las manipulaciones de Trichet. Creo que mucha gente se está equivocando, porque la gestión del franco suizo ha cambiado, pero eso será para otro artículo.
El yen japonés se aprecia principalmente porque el carry trade que el gobierno japonés promocionó durante años se está deshaciendo. Era previsible que el gobierno interviniera para devaluar el yen, ya que fabricantes como Hitachi estaban diciendo que hería sus exportaciones. Además, China está diversificando su reservas alejandose del dólar por dos razones. A corto plazo como forma de devaluar su moneda respecto a otros paises exportadores como Japón, y a largo plazo para establecer su moneda como moneda de comercio internacional. Esto llevó a que funcionarios japoneses se reunieran con el gobierno china para exponerle sus quejas. Pero ha poco equilibrado en una serie de incidentes diplomáticos que ha llevado a la detención de unos pescadores chinos por parte del gobierno japonés a transformarse en un problema diplomático de primera línea.
Pero China tiene también frentes monetarios abiertos con USA ahora mismo. Con las elecciones de principio de Noviembre acercandose y todo el mundo pronosticando un descalabro del partido demócrata, Tim Geitner, el secretario del Tesoro de Obama, está tirando de populismo y acusando a China de manipular la moneda. No es que no sea verdad, lo es. Pero Geitner no dice un par de cosas. Uno, todos los gobiernos del mundo manipulan la moneda, especialmente al que yo llamaría el mayor manipulador de la moneda del mundo: Estados Unidos. Así que si a Geitner le preocupan las manipulaciones monetarias puede empezar a preocuparse por lo que tiene cerca, que además ahí tiene influencia y, si quisiera, podría hacer algo al respecto. Y dos, si el gobierno chino revaluara el yuan significaría dejar de comprar deuda del gobierno estadounidense, lo cual implicaría su colapso. Es por esta razón sobretodo que Geitner no va a hacer nada al respecto, y esto es solo un movimiento político de cara a las elecciones.
Y como hemos dicho la semana pasada se unieron a la fiesta Brasil, Perú y Colombia. Mientras, se sigue especulando con la fecha en que la Reserva Federal vuelva a tomar más medidas de Quantitive Easing y monetización.
Esta serie de actuaciones se denominan comunmente devaluaciones competititivas, porque lo que buscan es devaluar la moneda para que así los productos del país sean más baratos en el exterior, promocionando así las exportaciones a corto plazo. Esta es la única opción que les queda a las social-democracias, dada la rigidez de sus mercados que impiden que los precios se ajusten a la baja. El problema es obvio. Cuando todos los gobiernos empiezan a hacer lo msimo, se entra en una espiral de devaluaciones donde nadie consique devaluar respecto al resto, sino que se hunden todas las monedas.
Cuando en la década de los 70 Nixon cortó el último enlace de las monedas con el oro, se bautizó al nuevo sistema con el nombre de "monedas flotantes". Pero visto como ha resultado, el nombre adecuado es el de "monedas hundientes". Es bastante triste que no hace demasiado tiempo todos los gobiernos se esforzaban en demostrar la fortaleza de sus monedas para atraer inversiones y comercio, y ahora todos los gobiernos se dediquen a devaluar sus monedas para conseguir un aumento de las exportaciones a corto plazo, sin importar las distorsiones que crea o las consecuencias para los ciudadanos.
Visto lo visto, ¿a alguien le extraña que el canario en la mina esté pitando?