Podrá descontarse desde la nintendo de los niños hasta la mitad de la gasolina que gaste al año. Se librará de esas incomodas retenciones profesionales que siempre surgen en los momentos más inoportunos. Pagará sus impuestos en julio con lo que podrá recontar sus plusvis durante unos mese más antes de tan doloroso trámite. Y por último y más importante: muy bien tendría que hacer sus inversiones para pagar más de un 20% sobre sus beneficios, siendo en la práctica extremadamente fácil incluso recuperar lo ingresado en hacienda por adelantado.
Sólo hay una pega que algunos olvidan a veces: las plusvis/beneficios no son suyos. Son de la SL. El verdadero desafío es cómo sacar la langosta de la botella después de haberla criado dentro. Ahora parece que nos hemos olvidado de la legislación sobre operaciones vinculadas, pero seguro que nuestro amigo el fisco no.
Happy New Cliff a todos.