Fray_Fanatic
Madmaxista
- Desde
- 31 Ago 2008
- Mensajes
- 664
- Reputación
- 1.296
¿Qué es un liberado? Un liberado es, esencialmente un parásito del mercado laboral que crece al amparo de nuestro Estatuto de los Trabajadores, que OBLIGA al empresario que paga el sueldo a sus trabajadores por horas de trabajo a soportar que parte de esas horas se dediquen a "tareas sindicales" y posibilita, además, que esas horas se sumen de tal forma que una casta de trabajadores queden efectivamente, liberados del deber de trabajar por el sueldo que tienen.
Así, la ocupación teórica de esta casta sindical es la de dar por ojo ciego y chantajear groseramente a quien, encima, está obligado a pagarle el sueldo e impedido de despedirle.
Si la figura del liberado sindical es vergonzosa en la empresa privada, su expresión más obscena la encontramos en los servicios públicos. Que pagamos todos. Que son deficitarios por definición -y en muchos casos está bien que lo sean- y que sobreviven por el bolsillo del contribuyente y dirigidas por políticos que, mejores o peores, obtienen su legitimidad de las urnas.
Los chupópteros sindicales enquistados en los servicios públicos se dividen en dos categorías, según el tonalidad del gobierno del que dependan:
Si el Gobierno de turno es Piji-progre, todo está bien. Si no para el trabajador o para el contribuyente, sí desde luego para el sindicalista y el gobernante de turno, ambos pueden dormir tranquilos sabiendo que el otro vela por sus mejores intereses:
El PSOE andaluz enchufa ahora al representante de UGT en Delphi - Libertad Digital - Sociedad
Pero... ¡ay del gobernante PP-pijo que tenga enfrente a estos morlacos! Aprovechándose de su exención legal del deber de trabajar, estos hijos de la gran fruta se dedicarán, cual ladilla cabreada, a armarles las de Caín siempre que les sea posible. Ahora lo están haciendo con motivo de inauguraciones de hospitales públicos en Madrid.
Lo repito para que quede claro: Las inauguraciones de hospitales públicos también son motivo para que estos parasitarios defensores del sector público monten en cólera, insulten, alteren el orden público y agredan. Cinco detenidos. Cinco. En la inauguración de una nueva sala de cardiología en el Hospital Clínico de Madrid. El vídeo de El País no tiene desperdicio.
Y desde luego, el comentario de Güemes, hasta los mismísimos bemoles de soportar a esa ralea, que ha suplantado de facto al inexistente Partido Socialista Madrileño en las tareas de oposición al Taifato Aguirre no puede ser más acertado: "Con el sueldo de los sindicalistas liberados, haría un hospital nuevo de 450 camas".
¿Cuánto nos cuestan al año el mantener a esta casta de privilegiados? ¿A cuántas prestaciones públicas estamos renunciando por mantenerles? ¿Cuánta I+D o puestos de trabajo productivos directos e indirectos nos estamos perdiendo en la empresa privada por dar de comer a estos tíos?
Así, la ocupación teórica de esta casta sindical es la de dar por ojo ciego y chantajear groseramente a quien, encima, está obligado a pagarle el sueldo e impedido de despedirle.
Si la figura del liberado sindical es vergonzosa en la empresa privada, su expresión más obscena la encontramos en los servicios públicos. Que pagamos todos. Que son deficitarios por definición -y en muchos casos está bien que lo sean- y que sobreviven por el bolsillo del contribuyente y dirigidas por políticos que, mejores o peores, obtienen su legitimidad de las urnas.
Los chupópteros sindicales enquistados en los servicios públicos se dividen en dos categorías, según el tonalidad del gobierno del que dependan:
Si el Gobierno de turno es Piji-progre, todo está bien. Si no para el trabajador o para el contribuyente, sí desde luego para el sindicalista y el gobernante de turno, ambos pueden dormir tranquilos sabiendo que el otro vela por sus mejores intereses:
El PSOE andaluz enchufa ahora al representante de UGT en Delphi - Libertad Digital - Sociedad
Pero... ¡ay del gobernante PP-pijo que tenga enfrente a estos morlacos! Aprovechándose de su exención legal del deber de trabajar, estos hijos de la gran fruta se dedicarán, cual ladilla cabreada, a armarles las de Caín siempre que les sea posible. Ahora lo están haciendo con motivo de inauguraciones de hospitales públicos en Madrid.
Lo repito para que quede claro: Las inauguraciones de hospitales públicos también son motivo para que estos parasitarios defensores del sector público monten en cólera, insulten, alteren el orden público y agredan. Cinco detenidos. Cinco. En la inauguración de una nueva sala de cardiología en el Hospital Clínico de Madrid. El vídeo de El País no tiene desperdicio.
Y desde luego, el comentario de Güemes, hasta los mismísimos bemoles de soportar a esa ralea, que ha suplantado de facto al inexistente Partido Socialista Madrileño en las tareas de oposición al Taifato Aguirre no puede ser más acertado: "Con el sueldo de los sindicalistas liberados, haría un hospital nuevo de 450 camas".
¿Cuánto nos cuestan al año el mantener a esta casta de privilegiados? ¿A cuántas prestaciones públicas estamos renunciando por mantenerles? ¿Cuánta I+D o puestos de trabajo productivos directos e indirectos nos estamos perdiendo en la empresa privada por dar de comer a estos tíos?