El Lonchafinista
Madmaxista
Los analistas creen que hacen falta medidas excepcionales para contener la hemorragia que ha sucedido después de los presupuestos de Liz Truss en Reino Unido. En ese sentido, los analistas de Deutsche Bank, según recoge Bloomberg, han pedido que el Banco de Inglaterra se reúna de forma urgente y vuelva a subir los tipos de interés la propia semana después de haberlo hecho ya este jueves en medio punto.
George Saravelos, jefe global de divisas e investigación en Deutsche Bank, afirma que frente a las "caídas históricas de la libra" el Banco de Inglaterra "necesita un gran aumento de tasas entre reuniones del Banco de Inglaterra tan pronto como la próxima semana para recuperar la credibilidad con el mercado". El experto prosigue diciendo que "el mercado está dando señales muy fuertes de que ya no está dispuesto a financiar la posición de déficit externo del Reino Unido".
En la jornada del viernes la libra ha vivido una importante caída que ha dejado a la divisa británica en mínimos de 37 años acercándose peligrosamente a un hito que hace no tanto parecía imposible, la paridad con el dólar. Actualmente la libra se cambia por 1,09 dólares mientras que también retrocede un 1,75 frente al euro.
La expectación es máxima en un momento donde los bancos centrales están teniendo que tomar medidas extraordinarias. El propio Banco de Japón se enfrentaba a una situación difícil con su moneda y, por lo tanto, tuvo que realizar su primera intervención en el mercado en casi 25 años para salvar el yen.
Este éxodo masivo de la libra se ha desatado tras las nuevas medidas económicas anunciadas por Liz Truss. Las medidas mezclan unas bajadas agresivas de los impuestos, destacando un descenso de 5 puntos en el tipo máximo del IRPF y de un punto del mínimo, además de suspender la subida prevista por Boris Johnson del impuesto de Sociedades del 19% al 25%.
Reino Unido emprendería un estímulo de 130.000 millones para congelar el precio de la luz
Al tiempo que Reino Unido pone en riesgo sus ingresos tributarios con estas rebajas, Downing Street prepara paralelamente un estímulo histórico de 130.000 millones de libras (en la estimación optimista) para evitar que suba el precio de la luz de los ciudadanos británicos. Para pagar este gasto la fórmula sería una emisión de bonos a este nivel de más de 75.000 millones dólares.
Esta mezcla de menores impuestos con mayor gasto público acentuando el déficit público es lo que los analistas creen que esta provocando esta sangría histórica en la libra esterlina. Además de una fuerte subida del rendimiento de los bonos a diez años del 3,8%.
Respecto a la petición de un nuevo alza de tipos inmediata y saltándose el calendario, tal y como pide Deutsche Bank, esta situación podría provocar una mayor división de la que ya hay en el banco central. En la reunión del jueves la institución acordó subir 50 puntos afirmando que la inflación, que ya toca el 9,9%, es preocupante. Sin embargo, en el seno del Banco de Inglaterra había una gran división respecto a si las subidas deberían ser más aceleradas y subir la apuesta hasta los 75 puntos.
George Saravelos, jefe global de divisas e investigación en Deutsche Bank, afirma que frente a las "caídas históricas de la libra" el Banco de Inglaterra "necesita un gran aumento de tasas entre reuniones del Banco de Inglaterra tan pronto como la próxima semana para recuperar la credibilidad con el mercado". El experto prosigue diciendo que "el mercado está dando señales muy fuertes de que ya no está dispuesto a financiar la posición de déficit externo del Reino Unido".
En la jornada del viernes la libra ha vivido una importante caída que ha dejado a la divisa británica en mínimos de 37 años acercándose peligrosamente a un hito que hace no tanto parecía imposible, la paridad con el dólar. Actualmente la libra se cambia por 1,09 dólares mientras que también retrocede un 1,75 frente al euro.
La expectación es máxima en un momento donde los bancos centrales están teniendo que tomar medidas extraordinarias. El propio Banco de Japón se enfrentaba a una situación difícil con su moneda y, por lo tanto, tuvo que realizar su primera intervención en el mercado en casi 25 años para salvar el yen.
Este éxodo masivo de la libra se ha desatado tras las nuevas medidas económicas anunciadas por Liz Truss. Las medidas mezclan unas bajadas agresivas de los impuestos, destacando un descenso de 5 puntos en el tipo máximo del IRPF y de un punto del mínimo, además de suspender la subida prevista por Boris Johnson del impuesto de Sociedades del 19% al 25%.
Reino Unido emprendería un estímulo de 130.000 millones para congelar el precio de la luz
Al tiempo que Reino Unido pone en riesgo sus ingresos tributarios con estas rebajas, Downing Street prepara paralelamente un estímulo histórico de 130.000 millones de libras (en la estimación optimista) para evitar que suba el precio de la luz de los ciudadanos británicos. Para pagar este gasto la fórmula sería una emisión de bonos a este nivel de más de 75.000 millones dólares.
Esta mezcla de menores impuestos con mayor gasto público acentuando el déficit público es lo que los analistas creen que esta provocando esta sangría histórica en la libra esterlina. Además de una fuerte subida del rendimiento de los bonos a diez años del 3,8%.
Respecto a la petición de un nuevo alza de tipos inmediata y saltándose el calendario, tal y como pide Deutsche Bank, esta situación podría provocar una mayor división de la que ya hay en el banco central. En la reunión del jueves la institución acordó subir 50 puntos afirmando que la inflación, que ya toca el 9,9%, es preocupante. Sin embargo, en el seno del Banco de Inglaterra había una gran división respecto a si las subidas deberían ser más aceleradas y subir la apuesta hasta los 75 puntos.
