Gerontofobia sensual

Pues eso, que padezco gerontofobia, cuando una mujer tiene más de 30 años, me da repelús, tiene las carnes flojas, colgando las cosillas, los tatuajes desdibujados, el schoscho seco, se irrita la cosa, se quedan insatisfechas, fingen fatal, les falta lívido, ni te apetece repetir...

No sé, es como que el sesso salvaje ha terminado. Para mí es muy importante que "esté receptiva" , deseosa, que moje ropa interior. Y antes incluso de esos 30, ellas dejan esos estrógenos y apetencia feroz de que las embistas y tragar leche, si es que les ha tocado, hay un mengüe brutal del sesso con respecto a otrora.

Se les ha caído el lívido por los suelos, ya no palpitan. En mis tiempos, el sesso era algo monumental, estratosférico, divino diríamos, te ponías y se ponían burrote con sólo pensar en una cita no ya de cópula, de tocar algo, un beso, una caricia, una mirada pizpi siquiera. Ahora aman como autómatas, desprovistos de esa realeza, de ese summum.

Volviendo a las puretas, hay una campaña brutal de propaganda para que te líes con viejas. A éstas les dicen maduras, ya ni esa palabra les gusta, la consciencia les carcome, recuerdan el reloj y que ya le han quitado la atención masculina, esa que repudiaban, ahora acaban llorando por las esquinas reclamando casito.

A esa mujer, que en su psique tiene insertado el reclamo masculino, aunque viven repudiando tal atención, se les acaba el mundo cuando un pavo no ya le sonríe, o voltea para mirarla el ojo ciego, sino que no le mira ni la cara, así se ponga un escotazo y pinta de fruta redomada, y les entra un pazuzu, es como una losa, una tragedia. Se desenmascara la contradicción, pero no la exhiben, la callan.

El hombre random ya desde joven sabe que las mujeres sólo se fijan en alfotas y malotes, (mañacos que dicen los gaies del floro), y suspiran porque una jembra fértil les diga algo, por pagarle unas fantas, por cargar con sus multitudinarias compras. Y ellas desprecian, y se van con el "malote" que está harto de amar, si amigos, el mundo del sesso es un grupo selecto de tipos que se van rotando a todas las mujeres y un trillón de hombres que para catar, deben recurrir a las pilingues. pilingues profesionales, aquí sabemos bien claro del adagio popular tds pts.

Decía que esa contradicción de pasar toda la vida repudiando a pagafantas mil, y ahora suspirar por un hombre que no le mira ni la cara es algo terrorífico e inevitable en sus vidas. Todas pasan ese trance. Antes, el trance era la menopausia, lo físico, ahora es un impacto psicológico brutal cuando se vuelven invisibles a los hombres, les retiran las alfombras rojas que osaban en su desfachatez despreciar. Es como un perro que se hace viejo y nadie le acaricia por la calle, todos van al cachorro, y al viejo le ahuyentas con una patada.

Pues el régimen, totalmente feminista, ha urdido una campaña para consolar a este creciente espectro de mujeras desconsoladas por la atención de un hombre.

Da igual que el varón sufre esto más radical y temprano, eso es anecdótico, insignificante, lo triste es que la mujer pase tal trance. Primero las convierten en altaneras, inaccesibles y exigentes y cuando el juguete está roto, cuando ya no hay posibilidad de cruzar la oferta y la demanda, quieren casito.

La campaña es brutal, se quejan de que los hombres sólo miran jóvenes, que si pederastas, que si no saben valorar la experiencia, que gracias. A su carrusel saben (supuestamente) lo que quiere un hombre y como contentarle, etc, que si nos falta madurez, etc. Lloran por las esquinas lo indecible.

No sé si tendrá cura y podré quitarme está gerontofobia y antisistemia que padezco, a lo mejor hay un antídoto y mañana me gustan las lorzas colgando como a la peña de este foro posteando vejestorios.