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Anónimo222

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Las exigencias más locas que piden los músicos en sus camerinos | ICON | EL PAÍS

Las exigencias más locas que piden los músicos en sus camerinos

Beyoncé

Está claro que Beyoncé no se puede maquillar y peinar en el mismo lugar. La tortura, vamos. La estrella del pop pide hasta tres camerinos diferentes: uno para arreglarse su salvaje cabellera, otro para ponerse potingues en su bello rostro y un último para relajarse, que esto da mucho estrés. ¿Más caprichos? Papel higiénico ¡de seda roja! (vaya usted a saber para qué), vino blanco y vajilla de plata.

Justin Bieber

¿Hay algo más excéntrico que te prohíban hablar con alguien? Pues eso es lo que exige Justin Bieber mientras está en la zona de camerinos. “Que nadie hable con él directamente”, detalla la hoja de exigencias. Lo que no especifica es qué represalia caería sobre el pobre ser humano que lo intente. Además, comida, mucha comida. El cantante no parece tener problemas con comer de todo. Y lo pide: galletas de varios tipos, sándwiches, bebidas gaseosas varias, chicles… y uno de sus vicios: Ritz Bits, unas bolsas con pequeños sándwiches. Y los quiere de queso y mantequilla de cacahuete. ¿Entendido? Que luego él ya lo quemará en el gimnasio…

Madonna

La Reina del Pop hace gala del título con el que se la conoce desde hace 30 años, y como tal es una de las estrellas más exigentes. Los camerinos en los que aguarda antes y después de cada actuación deben tener capacidad para alojar a ¡200 personas!, entre las que destacan nada menos que 30 guardaespaldas, un instructor de yoga y un chef que sólo cocina para ella platos vegetarianos. Además, los retretes deben estar a estrenar y pide que se destruyan una vez los ha usado. Ya se sabe, hay mucho fanático que pagaría lo que no tiene por descansar sus posaderas en el mismo lugar en el que lo ha hecho su ídolo. Ah, y es indispensable que disponga de 20 líneas de teléfono. Una estrella del pop no puede permitirse quedarse incomunicada.

Jennifer Lopez

¿Quién ha metido alguna vez unas sabanas en la maleta por miedo al estado en el que podía estar la cama del motel? JLo sabe lo que es que las sábanas no sean tan confortables como las de su casa y desde hace tiempo viaja con ellas allá donde va. ¿Su argumento? Es incapaz de dormir con telas hechas con menos de 250 hilos. Pero esto no es todo. La maleta de Jennifer no tiene nada que envidiar a la de Mary Poppins: también lleva a cuestas su inodoro favorito y unos auriculares con diamantes incrustados.

Mariah Carey

La diva de los 90 que cosechó éxitos como Hero o Without you se ha quedado anclada en el pasado y aún mantiene su excesiva lista de exigencias. Para empezar, su habitación debe tener siempre una temperatura de 24º y disponer de un purificador de aire. Además, tiene que estar llena de rosas blancas, de velas con olor a vainilla, de botellas de vino blanco Sauvignon valoradas en 200 dólares (179 euros) y de champán Cristal, de las que bebe directamente con pajita. Sí, has leído bien: champán con pajita.

Kanye West

Lo que trae de cabeza a Kanye West cuando viaja, que es la mayor parte del tiempo, es la higiene y el cuidado facial. El rapero no perdona un día sin darle a su piel la hidratación que necesita y exige que su habitación incluya dos tubos de bálsamo labial de Carmex, pastillas de jabón de L’Occitane, un bote de champú anticaspa y de exfoliante facial de Neutrogena y crema hidratante de Nivea. Pero no sólo tiene en cuenta sus necesidad, también se ocupa de que la hija que tiene con Kim Kardashian, North West (de tres años), se sienta como en casa y exige, además de que tenga su propio chef de cocina orgánica, que el cuarto de North (sí, hay un camerino solo para la cría) tenga una colección con sus dvds favoritos, un televisor y una cama valorada en 8.000 dólares (7.179 euros). Está claro que North no va a pasar necesidades...

Steven Tyler (Aerosmith)

¿Por qué tener un perro que me de la patita cuando puedo tener un cocodrilo que me deje sin mano si me atrevo a intentarlo? Algo parecido debió pensar el líder de Aerosmith cuando decidió adoptar a este reptil como animal de compañía. En descargo de su excentricidad diremos que es un cocodrilo pequeño. Y como dueño responsable, quiere que su mascota le acompañe a todas partes. Incluido su camerino, exigencia inamovible durante todas sus giras.

Marilyn Manson

No, Marilyn Manson no sacrifica cabras en el camerino para ponerse en situación antes de interpretar su rock oscuro. Al contrario: lo que realmente relaja al cantante es ponerse jovenlandesado de ositos de gominola de Haribo. Tal cual: su vicio es el mismo que el de los niños de todo el mundo.

Lady Gaga

Antes de hablar de las peticiones de Lady Gaga cuando actúa es necesario poner en antecedentes: se trata de la mujer que subió a un escenario cubierta de lonchas de carne cruda, cabeza y pelo incluidos. Partiendo de esta anécdota esclarecedora pocas cosas pueden sorprendernos si provienen de ella (aunque también hay que decir que en los últimos años se ha moderado). La artífice de éxitos como Poker face exige, entre otras cosas, que un maniquí con el pelo tan rosa como cardado le haga compañía en los tensos momentos previos a un concierto. Puede intentarlo, pero es complicado dilucidar qué es lo que ocupa la mente de Gaga cuando toma este tipo de decisiones.

Coldplay

Los detractores de Coldplay argumentan su aversión a la banda por la blandura que tras*mite tanto la música de los británicos como ellos mismos como personas. Una de las peticiones del grupo de Chris Martin contradice esta teoría, y otra la subraya. De poco blando es empinar el codo a conciencia antes de actuar. Atención a lo que piden: vodka, whisky, vino tinto y vino blanco, eso sí, que no sea Chardonnay. Lo que sí es muy melifluo es otra de sus reclamaciones: exigen postales con motivos locales para enviar a sus hijos. Esos sí que son mis Coldplay.

Mötley Crüe

Que los componentes de la banda de rock duro dejaran de beber hace años no ha restado ni un ápice de brío y rudeza a sus conciertos. Entre sus necesidades básicas puede encontrarse boas constrictor de 12 metros y ametralladoras de pega. Ambas forman parte de su espectáculo. Lo que no se ve en el escenario es esto: su exigencia número uno a la hora de viajar es un listado con todas las reuniones de Alcohólicos Anónimos que hay en las ciudades que tocan. Las tentaciones son muchas y prefieren tener ayuda cerca.

Eminem

Los raperos son extravagantes hasta decir basta. Para decorar su backstage no se andan con sutilezas. Durante un festival en Irlanda del Norte, Eminem exigió un jardín en su camerino. ¿Te parece poco? Pues lee: tuvieren que construir un estanque con carpas Koi, esa especie tan colorida (y valorada). ¿Cuánto? Cada pececillo puede costar unos 400 euros. Con todo, esto no es lo peor. Lo que más indigna es lo que dijo uno de los miembros del equipo del músico: Eminem apenas reparo en los peces.

Slayer

Los Slayer hacen trash metal y suelen posar con cara de mala leche. Vale, eso ya lo sabíamos. Y también que sus espectáculos son pirotécnicos a tope. Pero para el Fun Fun Fun Fest de Texas se pasaron. Apunta: 100 cabras blancas "para una masacre" (que esperamos que no hiciesen), paraguas "a prueba de sangre" (para la masacre, suponemos), un esqueleto humano lleno de guindillas (por favor que fuese de plástico...) y, lo mejor, ¡50.000 abejas vivas! Todo sea por el espectáculo...

Ozzy Osbourne

El tiempo pasa para todos, también para los rockeros, que se convierten en "viejos rockeros". Estamos convencidos de que durante su juventud, Ozzy Osbourne exigía cantidades ingentes de alcohol y drojas, así como algunas extravagancias propias de su profesión. Pero en sus últimos conciertos, ya con el medio siglo superado, sus requisitos para el camerino han cambiado notablemente, y ahora incluyen un doctor privado para que revise su estado de salud y le inyecte vitamina B12 en caso necesario, multitud de extintores de incendios, y tres tanques de oxígeno puro. Vamos, el sueño de cualquier pensionista: sólo le falta el dominó.

Britney Spears

La historia no resultaría tan disparatada si Britney sólo hubiese pedido, durante su concierto en el O2 Arena de Londres en 2011, un marco con la foto de Madonna, de quien es una de sus mayores fans. Pero durante su gira Femme Fatale, la estadounidense reclamó, además del típico “fish and chips”, un retrato gigante de la Princesa Diana. La cantante siente una gran pasión por la monarquía, y ve a Lady Di como una gran inspiración.

Cher

No, Cher no tiene ningún problema con su melena (en principio larga y de tonalidad castaño), aunque siempre quiso ser rubia como su progenitora y su hermana. Lo que pasa es que la cantante, que cuenta ya 70 años, es adicta a usar pelucas, tanto dentro como fuera de los escenarios. Aunque una vez afirmó que no costaba mucho mantenerlas, la diva dispone de una habitación acondicionada para todos sus postizos en cada uno de sus conciertos. Además, contrata siempre vigilancia para ellos. Teniendo en cuenta que en 2003 le robaron una de ellas que rondaba nada más y nada menos que los 8.000 euros… Normal, Cher, normal.

Joe Jonas

En cierta ocasión, el ídolo de adolescentes Joe Jonas reconoció hablar con su perro Winston cuando están solos en casa. Hasta ahí, todo bien. ¿Quién no ha hablado con su mascota en algún momento de su vida? Pero la pasión perruna de Joe Jonas se va de progenitora. El ex integrante de los Jonas Brothers incluye entre sus peticiones de camerino, nada más y nada menos, que una docena de cachorros. Esta exigencia no fue un caso particular de este verano, cuando su grupo tocaba como telonero en un concierto de Selena Gómez en Australia. Según se confesó en un programa de la radio local, la historia tiene tiempo. Creemos que es mejor que te expliques, Joe Jonas. ¿Para qué tanto cachorrito?

Blur

Si comparamos las exigencias de Blur con las del resto de la lista, el grupo londinense puede parecer de lo más normal. bemoles Kinder y una caja de Legos. Más bien podría parecer el patio de recreo de un colegio de primaria que el camerino de una de las bandas rock de referencia de los 90. Tierna es la imagen de Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree construyendo un castillo de piezas Lego al mismo tiempo que desenvuelven un Kinder Sorpresa. Pero entonces reparamos en que en su lista están también cinco pares de medias… Y se convierten en unos excéntricos, como el resto.

Rihanna

Si nos dicen que Rihanna odia el amarillo, lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de la de Barbados el pasado año en la gala Met Nueva York, luciendo un vestido amarillo pollo de la diseñadora china Guo Pei. Muchos llegaron a compararla con una tortilla de patatas, una pizza o, incluso, con Bob Esponja. Así que tu contestación no es otra que: imposible. Pues sí, Rihanna, más allá de su vestimenta en ciertos eventos, no soporta el tonalidad amarillo, y tanta es su obsesión que pide en todas sus giras que retiren cualquier elemento de esa tonalidad de su camerino. Entre sus reclamos están también jabón antibacterias y un burro (perchero) con ruedas que porte todos sus cambios de ropa.

Miley Cyrus

Muy lejos de esa imagen de pasota, Miley Cyrus tiene sus normas. Se dice que la cantante contrata siempre varios asesores que le ayuden con la decoración de su camerino. Entre sus pedidos incluye dos mesas rectangulares de 2,5 metros de largo cubiertas con manteles blancos o neցros, tres sillas "grandes y cómodas", una heladera y una tostadora. Todo bien limpito. También, además de comida celíaca y frutas orgánicas (Miley es muy sana) necesita tener a su disposición un total de 48 botellas de agua, 24 a temperatura ambiente y 24 frías, agua de coco, té de marcas especiales, bebidas isotónicas, Coca Cola, vodka Ciroc y whisky Jack Daniels. Pero lo más imprescindible, y más vale que a la organización no se le olvide, es el contar con el Guitar Hero. A la cantante le gusta jugar a este videojuego siempre que tiene ocasión. No olvidemos cuando Miley decidió no acudir a los Premios Grammy de 2014 para viciarse a su videojuego favorito. Así es Miley.
 
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