García Trevijano y el Diario Madrid (1968-1972)

Maxinquaye

Madmaxista
Desde
6 Ene 2018
Mensajes
10.196
Reputación
10.293
El Banco Popular vinculado al Opus Dei, dué la primera entidad financiera que apostó por participar, difundir y amplificar la voz de los medios de comunicación durante la posguerra.

Bajo la dirección de Luis Valls Taberner y a través de la Fundación Faces el banco adquirió la propiedad del deficitario Diario Madrid, hasta ese momento, en manos de la familia de D. Juan Pujol.

El banco quería introducir una línea aperturista hacia la democracia y el libre mercado de forma gradual, para contrarestar los mensajes de ciertos sectores franquistas que seguían apostando por la banca pública estatal.

El problema con el Diario Madrid era su marcada linea derechista que no lograba atraer a un público que en aquel momento se mostraba más aperturista hacia la izquierda y el progresismo, por lo que, tras varias reuniones y sopesarlo debidamente, decidieron confiar la gestión del periódico a un político aperturista, próximo al Opus Dei: D. Rafael alopécico-Serer.

alopécico-Serer logró situar al periódico al frente de la referencia de la oposición al régimen, publicando cartas y críticas hacia el mismo, de forma disimulada, sorteando la censura. En esta etapa, el periódico también se abrió y mostró su simpatía hacia grupos rebeldes contra el régimen y algunos sectores comunistas subversivos.

El episodio del NO a De Gaulle

El 30 de mayo de 1968 el Diario Madrid publica un editorial firmado por el propio alopécico-Serer titulado "Retirarse a tiempo-No al General De Gaulle", donde hacía una comparativa de la situación en la que se encontraba el General De Gaulle en ese momento donde su popularidad estaba por los suelos, con la situación de Franco en España, que no podia ser más contraria. Franco no solo gozaba de una gran popularidad, si no que las élites le apoyaban. Utilizando la figura del General De Gaulle, el periódico lanzó varias denuncias contra el abuso y concentracion de poder absoluto, atribuídos de forma velada a Franco y sugería que éste se hiciera a un lado.

Antonio García Trevijano, apoderado del diario en ese momento, se atribuyó la iniciativa según él mismo explica "porque el diario se encontraba en una situación de quiebra técnica". La mayoría de los responsables del diario en aquel entonces niegan la mayor y niegan la relevancia que se atribuye el propio Trevijano en el hecho.
Según la explicación del propio Trevijano, el periódico estaba en quiebra y la estrategia era que el propio gobierno lo cerrase, pero de manera torpe, de forma que el diario pudiera pedir una indemnización por ello. Lo que no pensaban en la redacción era que el gobierno, como efectivamente sucedió, fuera capaz de atreverse a eso.
La editorial le costó al diario 4 meses de suspensión. El Banco Popular decidió demandar a Trevijano y a alopécico-Serer, porque desde algunos sectores no podían entender como el diario, propiedad del banco, podía tener contactos con elementos subversivos comunistas que contradecían la postura oficial del banco a favor del libre mercado.
La respuesta de Serer y Trevijano fué la publicación de un artículo en el diario, donde dejaban entrever que había habido un cambio en la propiedad del mismo y que había sido ocultado a la administración. Este argumento serviría en bandeja al gobierno y al Ministro de Información, el sr Sánchez Mella el cierre definitivo del diario.

Voladura del diario Madrid (1973)

Tras la neutralización del sr Trevijano y de alopécico-Serer por el sr Sánchez Mella, el diario necesitaba un nuevo propietario para salvarse de la ruina. Emilio Romero, a través de la Organización Sindical, se ofreció para dirigir el diario.
Antonio García Trevijano, que seguía siendo el apoderado del diario se negó en rotundo llegando a afirmar que prefereriría que el periodico se mantuviera cerrado antes de que lo dirigiese Emilio Romero.
Emilio Romero amenazó entonces a Trevijano con "tirar de la manta" si no accedía a su oferta.
Emilio Romero escribiría en el Diario Pueblo sobre el Diario Madrid como "foco de subversión donde se amalgaban comunistas de salón con whisky y miembros del Opus Dei con amor a las cosas terrenales y escasa fe religiosa".
De Trevijano se referiría a él como "apoderado de Madrid experto en revalorización de solares y antiguo consejero político con vistas a los negocios de la programada Suíza del sur muy sur de Guinea"

Fracasadas las negociaciones el Diario Madrid estaba sentenciado. Como no podía vender el periódico, Trevijano mediante una maniobra sagaz, acordaría la demolición del diario provocando una imagen que usaría a su favor de la destrucción de un medio de comunicación que visto desde el exterior pareciese que fuera responsabilidad del gobierno de Franco .

En palabras del propio Trevijano: "La historia es como convertí un problema económico en un problema político con astucia"
 
Volver