Gana dos veces los Euromillones en dos años

Un jugador francés ha conseguido, en apenas dos años, sendos premios por valor de un millón de euros. Ahora va a por el tercero. “No hay dos sin tres”.
As.com
Actualizado a 30 de octubre de 2022 12:00 CET
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Ganar un sorteo de lotería es algo muy complicado que, después de muchos intentos, puede llegar a ocurrir. Tras dejarnos decenas y decenas de euros en el juego, quizá un día la suerte nos pueda sonreír con un cuantioso premio con el que recuperar la inversión en el mismo. Pero más complicado es que ocurra en dos ocasiones y, además, con apenas dos años de margen.

Es algo que le ha ocurrido a un ciudadano francés, quien ganó dos veces el premio de un millón de euros en el sorteo de Euromillones. Como ocurre en España, dicho sorteo genera un premio complementario junto con este, que obsequia a un afortunado con un premio de un millón de euros. En Francia recibe el nombre de My Million y es el que le ha cambiado completamente la vida a este vecino francés.

La primera ocasión fue en el año 2020, tras el confinamiento provocado por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19. “Recibí un correo electrónico que decía que había ganado una gran suma de dinero y que me pusiese en contacto con la Française des Jeux. Consulté en internet y vi que, efectivamente, había ganado My Million. Al principio no me lo creía”, señala el afortuando el medio francés Le Dauphiné Libéré.

Incluso llegó a pensar que se trataba de una estafa, que alguien podría estar pirateando la web del servicio de apuestas francés para tomarle el pelo. Por eso, explica, esperó un tiempo hasta ponerse en contacto con la administración. Llegado el momento de anunciarlo a su familia, reunió a su mujer y sus hijos y, sin decir nada, sacó una botella de champagne y puso la canción ‘Le Miliion’, de Slimane. “No lo entendieron enseguida”, comenta.

La suerte vuelve en 2022
La segunda vez fue, si cabe, todavía más especial: ocurrió este año y fue justo el día en que se volvía a casar con su mujer. “La ceremonia tuvo lugar por la mañana y la fiesta, por la noche. Entre medias, mientras sacaba a pasear a mi perro, fui a comprobar mis boletos de Euromillones a un estanco, y ahí me di cuenta de que había ganado por segunda vez”.
El primer premio ganado lo invirtió en comprar un piso para uno de sus hijos, en gastos de la boda y celebraciones posteriores, vacaciones y restaurantes, además de guardar una parte. Precisamente, la luna de miel de esta última celebración la pagó con dicho dinero. “Fui con mi boleto ganador y lo mantuve conmigo durante todo el viaje porque no me atreví a dejarlo en el hotel”. Desde allí, en Venecia, llamó al servicio de loterías francés.

Con el segundo, asegura, todavía no ha hecho nada, aunque ya tiene algunas ideas. “Volver a comprar algún piso para vivir, pero no tengo prisa. He seguido trabajando como autónomo, pero ahora estoy más relajado”. Y ahora, tras dos cuantiosos premios, asegura que seguirá jugando porque “por pura estadística, considero que no tengo ni más ni menos posibilidades de ganar que antes”.
Los números que suele elegir tienen que ver con fechas de cumpleaños o números de direcciones. Pero cuando el bote es más elevado lo hace de forma aleatoria, en la que la máquina decide los números. “Ahora sigo la lógica de ‘no hay dos sin tres’”, concluye

El Fabra frances