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La Policía Nacional ha detenido a un hombre, de origen colombiano y nacionalidad española, acusado de agredir a su novio con dos lámparas que había en una habitación en la vivienda que compartían en Palma. El arrestado golpeó a su pareja tras iniciarse una discusión en el interior del dormitorio. La víctima, tras el suceso, acudió a un centro médico y con el parte de lesiones interpuso la denuncia. El juez de guardia le ha impuesto una orden de alejamiento de 200 metros y la prohibición de comunicarse con su ya antiguo novio.
Los hechos, según fuentes próximas al caso, tuvieron lugar el jueves día 3 por la mañana. El perjudicado regresó a casa sobre las 10.00 horas tras pasar la ITV del coche y fue a la habitación, donde estaba su novio tumbado en la cama. Y también se tumbó él. En ese momento el denunciante le pidió un masaje. Y esta solicitud desencadenó en una discusión entre ambos. El intercambio de palabras fue a más hasta el punto de que el arrestado se giró y cogió la lámpara de la mesita de noche y golpeó a la víctima en la pierna, provocándole varios cortes.
El perjudicado intentó protegerse de los golpes, sin conseguirlo. Y aún habría más. El agresor agarró otra lámpara de la cómoda y siguió agrediendo a su novio, esta vez en la espalda. Tras esto fue a la cocina a por unas tijeras, con las que amenazó al varón. El asunto quedó ahí. Un día más tarde el agredido le dijo a quien había sido su pareja que se marchara de casa y él se negó.
Días más tarde, concretamente el domingo por la noche, la Policía Nacional arrestó al presunto agresor por un delito de violencia doméstica. Al día siguiente pasó a disposición judicial. El magistrado de guardia, a instancias de la abogada de la víctima, Concepción Rebassa, decretó como medida cautelar la prohibición de acercamiento a menos de 200 metros y comunicación del arresto respecto a su expareja.
Los hechos, según fuentes próximas al caso, tuvieron lugar el jueves día 3 por la mañana. El perjudicado regresó a casa sobre las 10.00 horas tras pasar la ITV del coche y fue a la habitación, donde estaba su novio tumbado en la cama. Y también se tumbó él. En ese momento el denunciante le pidió un masaje. Y esta solicitud desencadenó en una discusión entre ambos. El intercambio de palabras fue a más hasta el punto de que el arrestado se giró y cogió la lámpara de la mesita de noche y golpeó a la víctima en la pierna, provocándole varios cortes.
El perjudicado intentó protegerse de los golpes, sin conseguirlo. Y aún habría más. El agresor agarró otra lámpara de la cómoda y siguió agrediendo a su novio, esta vez en la espalda. Tras esto fue a la cocina a por unas tijeras, con las que amenazó al varón. El asunto quedó ahí. Un día más tarde el agredido le dijo a quien había sido su pareja que se marchara de casa y él se negó.
Días más tarde, concretamente el domingo por la noche, la Policía Nacional arrestó al presunto agresor por un delito de violencia doméstica. Al día siguiente pasó a disposición judicial. El magistrado de guardia, a instancias de la abogada de la víctima, Concepción Rebassa, decretó como medida cautelar la prohibición de acercamiento a menos de 200 metros y comunicación del arresto respecto a su expareja.