Gabriel, mejor nota de la EvAU de Madrid con un 10 en todos los exámenes: "Quiero ser profesor de Latín"

Gabriel, mejor nota de la EvAU de Madrid con un 10 en todos los exámenes: "Quiero ser profesor de Latín"




Gabriel Plaza ha estudiado Bachillerato en un instituto público de Madrid.

• Ha sacado un diez en todos los exámenes de la EvAU y en todas las asignaturas de Bachillerato, excepto un 9 en el primer año de Educación Fïsica
• El joven madrileño ha sacado en la nota final de acceso a la Universidad un 13,964
• El joven estudiará el curso que viene Filología Clásica y le apasionan las traducciones de latín y de griego

Gabriel Plaza, madrileño de 18 años, es un chico excepcional. Pasa del fútbol y de los deportes y, en cambio, disfruta traduciendo el latín y el griego o profundizando en el pensamiento filosófico. Y está claro que le rinde: en todos los exámenes de la EvAU ha sacado un 10 sobre 10, la mejor de toda la Comunidad de Madrid. Su historia es parecida a la de otros estudiantes que estos días saltan a las portadas por sus enormes méritos.

Estudiante en el instituto público San Juan Bautista de Madrid, de media sacó en el Bachillerato de Humanidades un 9,94, después de obtener en todas las asignaturas un 10 en segundo y en primero, salvo en Educación Física, que tuvo un 9 el primer año. La nota de acceso a la Universidad se le ha quedado finalmente en un 13,964.



Lo curioso es que con esa notaza Gabriel quiere estudiar Filología Clásica, donde la calificación de acceso no es demasiado alta, y luego, si puede, Filología Hispánica. Dice que lo que más le gustaría es ser profesor de Latín, Griego o Lengua Castellana en un instituto de secundaria –“por el trato cercano con los alumnos”-, aunque tampoco descarta la investigación.

"Prefiero ir a un museo"
“Aunque me gustan también los videojuegos o salir con mis amigos, hasta mi profesora de Latín y Griego me dice que soy un poco friki porque me divierto mucho con estas asignaturas y les dedico mucho tiempo. Lo que más me gusta es traducir y saber cómo surgen las palabras, su origen etimológico”. De fiesta va poco, acaso a alguna casa con amigos. “Prefiero ir a un museo, tumbarme en el césped de un parque o ir a una terraza. Me gusta estar con poca gente pero que sea compañía de calidad”.

Confiesa que para la Selectividad ha sudado tinta. “Ha sido un año agotador, he estado sufriendo y, a la vez, disfrutando, pero lo que no he hecho es privarme de salir o de mi tiempo libre. Y, precisamente, para no privarme, he tenido que hacer un esfuerzo aún mayor y aprovechar mejor mi tiempo”. Dice que el día antes de que comenzase la EvAU no durmió nada. “Saqué las energías que me quedaban del cuerpo y las puse en los exámenes; eso sí, el segundo día, ya dormí del tirón”.

En mente tiene apuntarse a un gimnasio para hacer algo de ejercicio; mientas, disfruta leyendo a Rumi, un filósofo persa del siglo XIII. “Son poemas ligeros, con mucho trasfondo y sabiduría”. Lo dicho, un chico de 18 años, fuera de lo común.

Con esa cara normal que quiera aprender lenguas muertas