G U A N O - El gigante chino del níquel está al borde del colapso

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El gigante chino del níquel está al borde del colapso tras perder su gran apuesta bajista
  • El precio de este metal llegó a superar los 100.000 dólares por tonelada
  • Mientras que Tsingshan mantenía una gran apuesta a la bajada del níquel
  • Alguna fuentes aseguran que solo la subida del lunes costó 2.000 millones a Tsingshan
El rebote histórico de los precios internacionales del níquel tras la oleada turística de Rusia a Ucrania ha provocado un terremoto histórico en los mercados de futuros de esta materia prima. Este terremoto puede terminar con una 'víctima' importante en los mercados: Tsingshan, el mayor productor de este metal en China y en el mundo, queda en una delicada situación por sus posiciones cortas (apuestan a que el níquel va a caer de precio) en Londres.



Los temores ante la disrupción del suministro de níquel -Rusia es el tercer mayor minero mundial de este metal- provocaron que su precio batiese récords, poniendo en graves aprietos a Tsingshan, que había efectuado importantes inversiones apostando por su bajada.

Una posición corta es una apuesta por la bajada de precio de un activo que se toma prestado y se vende con la expectativa de recomprarlo posteriormente a un coste menor, obteniendo así un beneficio antes de devolverlo.

¿Qué es un short squeeze?
Sin embargo, este tipo de operaciones entraña riesgos como el denominado 'short squeeze' ("estrangulamiento de cortos"), que se produce cuando el activo no solo no baja como se esperaba sino que experimenta un fuerte repunte, lo que provoca que quienes apostaron a posiciones cortas traten de abandonarlas y de atajar sus pérdidas vía compras, traduciéndose en un aumento de la demanda que eleva todavía más los precios.

En una situación como la descrita, puede darse lo que se conoce como 'margin call' ("llamada de margen"): cuando el inversor está cerca de quedarse sin fondos para cubrir su posición, el "bróker" -por ejemplo, un banco- que ha prestado fondos para acometer la inversión exige una mayor aportación de fondos para mantenerla para evitar su cierre automático.

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Según informó Bloomberg la semana pasada, Tsingshan se enfrentó precisamente a una de estas situaciones, tras acumular en Londres una posición corta de unas 100.000 toneladas de níquel, metal que el pasado día 4 había cerrado en algo menos de 30.000 dólares por tonelada y que llegó a superar los 100.000 dólares en la madrugada del martes.

Polémica decisión en Londres
La situación se habría traducido en pérdidas de miles de millones de dólares: aunque se desconoce la cantidad exacta, se estima que tan solo el citado repunte del lunes le habría costado más de 2.000 millones a Tsingshan, cantidad a la que se debe sumar el negativo acumulado durante los meses en los que fue construyendo su gigantesca apuesta a corto.

Sin embargo, el Mercado de Metales de Londres (LME), controlado desde 2012 por el operador de la Bolsa de Hong Kong, salió al paso y suspendió la negociación de los contratos de venta del níquel, que no retomarán su actividad normal hasta mañana.

La Bolsa de Futuros de Shanghái (SHFE) tomó una decisión similar, aunque solo suspendió los contratos durante un día. La polémica no vino tanto por la suspensión sino por la cancelación de todas las negociaciones del 8 de marzo -día en el que los precios del níquel se duplicaron desde los 50.000 a los 100.000 dólares-, lo que supuso la pérdida de unos 3.900 millones de dólares en contratos, según los cálculos de Bloomberg.

En un comunicado, el operador londinense defendió su decisión al considerar que "se había creado un riesgo sistémico para el mercado" que generaba "serias preocupaciones sobre la capacidad de los participantes de afrontar las llamadas de margen resultantes, aumentando el riesgo de impagos múltiples y la consiguiente reducción de la capacidad de los participantes de mantener su acceso al mercado y gestionar sus riesgos".

A la espera de un acuerdo
Tsingshan, fundada por el magnate Xiang Guangda -conocido como "El Mandamás" en la comunidad empresarial china- en 1992, se situó el año pasado en el puesto 279 de la lista de 500 empresas mundiales con mayor facturación que elabora la revista Fortune, gracias a unos ingresos de unos 42.450 millones de dólares.

Esta mañana, la compañía anunció que había alcanzado un "acuerdo de espera" mediante el cual varios bancos acreedores de Tsingshan se comprometieron, durante un período no especificado, a no efectuar más llamadas de margen ni cerrar posiciones mientras se negocia una "línea de liquidez garantizada en espera".

"Como parte del acuerdo, existe una disposición para que Tsingshan reduzca sus posiciones cubiertas de manera justa y ordenada a medida que disminuyan las condiciones besugos del mercado", agrega el comunicado.

Esto confirmaría las informaciones que apuntaban a que bancos chinos -supuestamente, por orden del Gobierno- e internacionales habrían ofrecido líneas de crédito a la compañía para que pudiera afrontar sus llamadas de margen.

Citado por el diario local Securities Daily, un portavoz de la compañía aseguró que "no existen problemas en las posiciones actuales y en las operaciones" y achacó la situación a "algunos movimientos coordinados (contra las posiciones de Tsingshan) por parte de capital extranjero".

Ese mismo medio aseguró que la compañía tenía "inventario suficiente" para afrontar sus pedidos y que había efectuado un intercambio de tipos de níquel -de matas a láminas- que le permitiría cerrar su apuesta a corto contra los precios del metal.

A la espera de la evolución de las citadas negociaciones, algunas de las compañías cotizadas vinculadas a Tsingshan han pagado el precio, con caídas en bolsa del 13,7% para China Molybdenum, del 14,8% para GEM o del 7,9% para Huayou Cobalt desde el pasado día 8.

 
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