Se aviva la fuga de contribuyentes en EEUU: cambian California y Nueva York por Florida y Texas
El último año, el éxodo fiscal supuso la pérdida de 54.000 millones de rentas para California y Nueva York, dos feudos de la izquierda estadounidense.
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El último año, el éxodo fiscal supuso la pérdida de 54.000 millones de rentas para California y Nueva York, dos feudos de la izquierda estadounidense.
El Wall Street Journal ha publicado un interesante editorial en el que evalúa el creciente número de trabajadores y empresas que optan por abandonar los territorios estadounidenses donde los impuestos son más altos y se instalan en jurisdicciones cuyo modelo tributario es más benigno. Este "éxodo fiscal" golpea especialmente a California y Nueva York, que perdieron rentas por valor de 54.000 millones a lo largo del último año con datos finales, 2021.
El Partido Demócrata lleva décadas apostando por elevar los gravámenes dependientes de los gobiernos estatales, aprovechando la estructura federal del país norteamericano. Sin embargo, la introducción de un sinfín de recargos en gravámenes como el Impuesto sobre la Renta o el Impuesto de Sociedades ha animado a miles de personas y compañías a "votar con los pies" y trasladarse a otras regiones del país donde estos tributos son mucho más bajos.
Illinois es un buen ejemplo de ello. En 2019, la salida neta de trabajadores que sufrió este territorio supuso la pérdida agregada de 6.000 millones de dólares de rentas anuales. En 2020, esta cifra subió a 8.500 millones, mientras que en 2021 se elevó hasta los 8.500 millones. Más duro aún es el caso de Nueva York, que se dejó 9.000 millones por esta vía en 2019, cifra que subió a 19.500 millones en 2020 y a 24.500 millones en 2021. En cualquier caso, la palma se la lleva California. El precioso estado de la Costa Oeste sufrió en 2021 una salida neta de contribuyentes suficiente para perder 29.100 millones de dólares de rentas anuales, lo que supone prácticamente el triple que en 2019. El denominador común de estos tres estados es el predominio político de los demócratas y su apuesta por impuestos altos.
Por el contrario, si nos fijamos en los datos de Florida o de Texas, dos feudos del Partido Republicano donde los impuestos son mucho más bajos. En el caso de Florida, la entrada neta de contribuyentes llegados de otros estados del país supuso una ganancia de 17.700 millones en 2019, 23.700 millones en 2020 y 39.200 millones en 2021. Texas también exhibió un crecimiento notable: 4.000 millones en 2019, 6.300 millones en 2020 y 10.900 millones en 2021. La mitad del aumento observado en Texas se explica por traslados desde California.
Evidentemente, hay muchos trabajadores que se trasladan a territorios como Illinois, Nueva York o California. El problema es que los patrones que exhiben las migraciones interestatales muestran que las rentas de los asalariados que dejan estas jurisdicciones son mucho mayores que las de sus nuevos residentes. En promedio, el trabajador medio que llega a estos lugares de impuestos altos tiene 40.000 dólares menos de renta que el "exiliado fiscal" al uso.
Superávit fiscal con impuestos más bajos
Estas circunstancias ayudan a ampliar la base imponible de los territorios de impuestos bajos, que de esa forma pueden seguir bajando los impuestos con mayor facilidad. El pasado año, sin ir más lejos, Florida concluyó su último ejercicio fiscal con un superávit presupuestario de 22.000 millones, en marcado contraste con el déficit de 29.500 millones que sufrió California.