soitu
Madmaxista
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Originalmente en soitu.es
El vicepresidente económico se ha entrevistado —por separado— con los presidentes del Santander y del BBVA para explicarles por qué el Gobierno intervendrá "de una en una" en cada entidad financiera que lo necesite, pero no va a "enchufar la manguera de regar dinero", arriesgando el crédito de España como país.
El presidente del primer banco español y octavo del mundo y el ministro.
Pedro Solbes se emplea a fondo, aunque en silencio. El vicepresidente económico ha sometido a Emilio Botín y Francisco González (FG) a una terapia de convencimiento de que su estrategia contra la crisis es la mejor. Botín, presidente del primer banco español octavo del mundo y González, presidente del BBVA, segundo banco español y décimo sexto del mundo han salido hasta convencidos.
Contactos más intensos
Los contactos de Solbes con los prohombres de la gran banca no son extraños. Más bien son "regulares", como apunta el ministerio de Economía. Sólo que los últimos encuentros del vicepresidente con Botín y González —por separado, primero el cántabro y después el gallego— han tenido un tinte diferente. Nunca hasta este momento las circunstancias económicas españolas e internacionales eran tan graves. Si bien es verdad que las edades de Botín (73 años), González (64) y Solbes (65) les llevaron vivir en su juventud la crisis de 1973, para muchos la más grave de las conocidas hasta que ha llegado la actual.
El número uno del Gobierno en materia económica ha explicado a ambos banqueros el plan de actuación que tienen preparado el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández (MAFO) y el mismo Solbes para cuando llegue septiembre.
El Gobierno actuará en el momento en que se produzca cualquier síntoma de "riesgo sistémico", un eufemismo en economía que quiere decir que Solbes y MAFO intervendrán en cualquier entidad española
El Gobierno actuará en el sistema financiero en el momento en que se produzca cualquier síntoma de "riesgo sistémico", un eufemismo clásico en economía financiera que quiere decir que Solbes y MAFO intervendrán en cualquier entidad española, ya sea caja caja o banco, al menor riesgo de hecatombe o problema que extienda el miedo. No habrá quiebras, ni sustos, ni se consentirá que los clientes o los consumidores de cualquier entidad tengan problemas con sus ahorros. Pero Solbes y Fernández Ordóñez van a ir actuando de uno en uno, socorriendo al enfermo a medida que vaya aflorando la enfermedad.
Es la opción de Economía y del Banco de España. No van a inyectar liquidez al sistema financiero; no soltarán ni una cortesana para bancos y cajas en su conjunto, poniendo en riesgo el rating del Reino de España o del Instituto de Crédito Oficial (ICO), al fin y al cabo una garantía de la solvencia de este país.
Presiones
Hasta ahora, el gobernador y el vicepresidente han soportado todo tipo de presiones para que fuera el Estado español, con la marca Reino de España o Instituto de Crédito Oficial (ICO), la que saliera a buscar dinero a los mercados exteriores y pagara los altos tipos de interés que se están exigiendo. Luego, sería ese Reino de España el que debería de hacer emisiones aquí dentro —"regar con la manguera los millones" en jerga coloquial financiera—, para que las cajas y los bancos que lo necesiten —entidades más bien medianas y pequeñas— pudieran afrontar los vencimientos del próximo otoño. Unos 60.000 millones de euros del sistema financiero español necesitan refinanciarse antes de Navidad.
Por el contrario, el Banco de España y el Ejecutivo intervendrán en el momento en que una entidad financiera esté a punto de asfixia. El Estado y el resto del sistema financiero acudirán en su apoyo, habrá reflotamiento, pero todo se hará con la política de "caso por caso". El objetivo de Solbes y MAFO es sanear todo de una vez y, de paso, aprovechar para afrontar una reordenación de las cajas de ahorros, mediante fusiones.
Lo asombroso es que tras el encuentro del vicepresidente con cada uno de los dos grandes banqueros, tanto Botín como González salieron convencidos de que la política de las autoridades económicas es la más razonable. "Incluso se han hecho 'solbistas'. Pero ojo, no zapateristas" bromeaba una fuente financiera al ser preguntada por los encuentros.
El vicepresidente económico se ha entrevistado —por separado— con los presidentes del Santander y del BBVA para explicarles por qué el Gobierno intervendrá "de una en una" en cada entidad financiera que lo necesite, pero no va a "enchufar la manguera de regar dinero", arriesgando el crédito de España como país.
El presidente del primer banco español y octavo del mundo y el ministro.
Pedro Solbes se emplea a fondo, aunque en silencio. El vicepresidente económico ha sometido a Emilio Botín y Francisco González (FG) a una terapia de convencimiento de que su estrategia contra la crisis es la mejor. Botín, presidente del primer banco español octavo del mundo y González, presidente del BBVA, segundo banco español y décimo sexto del mundo han salido hasta convencidos.
Contactos más intensos
Los contactos de Solbes con los prohombres de la gran banca no son extraños. Más bien son "regulares", como apunta el ministerio de Economía. Sólo que los últimos encuentros del vicepresidente con Botín y González —por separado, primero el cántabro y después el gallego— han tenido un tinte diferente. Nunca hasta este momento las circunstancias económicas españolas e internacionales eran tan graves. Si bien es verdad que las edades de Botín (73 años), González (64) y Solbes (65) les llevaron vivir en su juventud la crisis de 1973, para muchos la más grave de las conocidas hasta que ha llegado la actual.
El número uno del Gobierno en materia económica ha explicado a ambos banqueros el plan de actuación que tienen preparado el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández (MAFO) y el mismo Solbes para cuando llegue septiembre.
El Gobierno actuará en el momento en que se produzca cualquier síntoma de "riesgo sistémico", un eufemismo en economía que quiere decir que Solbes y MAFO intervendrán en cualquier entidad española
El Gobierno actuará en el sistema financiero en el momento en que se produzca cualquier síntoma de "riesgo sistémico", un eufemismo clásico en economía financiera que quiere decir que Solbes y MAFO intervendrán en cualquier entidad española, ya sea caja caja o banco, al menor riesgo de hecatombe o problema que extienda el miedo. No habrá quiebras, ni sustos, ni se consentirá que los clientes o los consumidores de cualquier entidad tengan problemas con sus ahorros. Pero Solbes y Fernández Ordóñez van a ir actuando de uno en uno, socorriendo al enfermo a medida que vaya aflorando la enfermedad.
Es la opción de Economía y del Banco de España. No van a inyectar liquidez al sistema financiero; no soltarán ni una cortesana para bancos y cajas en su conjunto, poniendo en riesgo el rating del Reino de España o del Instituto de Crédito Oficial (ICO), al fin y al cabo una garantía de la solvencia de este país.
Presiones
Hasta ahora, el gobernador y el vicepresidente han soportado todo tipo de presiones para que fuera el Estado español, con la marca Reino de España o Instituto de Crédito Oficial (ICO), la que saliera a buscar dinero a los mercados exteriores y pagara los altos tipos de interés que se están exigiendo. Luego, sería ese Reino de España el que debería de hacer emisiones aquí dentro —"regar con la manguera los millones" en jerga coloquial financiera—, para que las cajas y los bancos que lo necesiten —entidades más bien medianas y pequeñas— pudieran afrontar los vencimientos del próximo otoño. Unos 60.000 millones de euros del sistema financiero español necesitan refinanciarse antes de Navidad.
Por el contrario, el Banco de España y el Ejecutivo intervendrán en el momento en que una entidad financiera esté a punto de asfixia. El Estado y el resto del sistema financiero acudirán en su apoyo, habrá reflotamiento, pero todo se hará con la política de "caso por caso". El objetivo de Solbes y MAFO es sanear todo de una vez y, de paso, aprovechar para afrontar una reordenación de las cajas de ahorros, mediante fusiones.
Lo asombroso es que tras el encuentro del vicepresidente con cada uno de los dos grandes banqueros, tanto Botín como González salieron convencidos de que la política de las autoridades económicas es la más razonable. "Incluso se han hecho 'solbistas'. Pero ojo, no zapateristas" bromeaba una fuente financiera al ser preguntada por los encuentros.