M. Priede
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Muy bueno el trabajo del periodista. Sintetiza todo lo que hubo detrás del pelotazo de la recalificación de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Solo resistió Matilde Fernández.
No se deduce que algunos de los que intervienen (diferentes alcaldes y presidentes de la Comunidad, Aznar, se enriquecieran, aunque siempre caben las peores sospechas, claro). Se repartieron la recalificación entre Real Madrid, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid. Todos ganaban, incluidas las constructoras.
La postura de Matilde Fernández era honesta pero cerril: los terrenos eran públicos y habían sido cedidos al Real Madrid para uso deportivo exclusivamente, con lo cual el Madrid no podía especular con ellos. Si tanto el ayuntamiento como la comunidad no cedían, el Real Madrid seguiría usando ese espacio de lujo, que es algo así como tener un almacén de castañas ocupando la Plaza de Colón. La realidad era que recalificando ese terreno todos ganaban, y no había manera de hacerlo si no se ponían todos de acuerdo.
Todos tenían razones de peso para defender posturas contrarias, pero el artículo está muy bien porque se ve desde dentro cómo se articulan intereses deportivos, empresariales, institucionales y personales.
Y algo parecido a esto ha debido ocurrir con el ayuntamiento en manos de Carmena y la izquierda, que se negaban a la reforma del Bernabéu, pero Florentino es muy hábil. Me imagino algo así: me dejas ocupar espacio público y a cambio te construimos tantos pabellones deportivos en tales barrios, tantos jardines, tantos aparcamientos para el ayuntamiento... En fin, negocios.
"Florentino Pérez se puso agresivo". Historia oculta del pelotazo de las torres galácticas
P. Volvamos al principio para acabar. ¿El salto del Florentino engatusador al Florentino intimidador cómo lo vivió? El presidente del Real Madrid suele cuidar las formas...
R. Es el ramalazo del poder que no se ha democratizado del todo. Florentino había sido antes político, eso le empoderó, pero de un modo incorrecto. A todo el mundo le ofrecía cosas, también a los sindicatos. Yo era de la UGT y del sindicalismo de clase, pero los sindicalistas vinculados a las cooperativas de vivienda fueron engatusados por Florentino por la vía del "te cedo esta parcela para la cooperativa, me encargo de la construcción y luego tú me apoyas en esto otro". Es una forma de funcionar predemocrática e inaceptable.
Yo estaba acostumbrada a sentarme en la mesa con empresarios para buscar acuerdos. Era mi educación sindical. Pero Florentino se sentía fuerte, cubierto de poder, estaba acostumbrado a ganar esos órdagos.
Marxismo/ladrillismo
¿Por qué Izquierda Unida pegó un volantazo con la ciudad deportiva? De amagar con ir a la fiscalía anticorrupción al SÍ SEÑOR. Eran los años en los que la izquierda alternativa decía que la ideología de IU en Madrid era el marxismo/ladrillismo.
Florentino salvó de la quiebra la construcción de dos cooperativas de vivienda vinculadas a Ángel Campos, secretario de Comunicación de CCOO y miembro del consejo federal de IU esos años. Cuando Florentino llegó a la presidencia del Real Madrid, prohombres de la IU castiza como Ángel Pérez, Miguel Reneses y Justo Calcerrada, concejal responsable de Urbanismo, comieron varias veces con él en los reservados del restaurante Señorío de Alcócer. ACS era propietaria de grandes extensiones de suelo en los PAU de los nuevos barrios del norte de Madrid —Las Tablas, Montecarmelo— donde varias cooperativas de vivienda del marxismo/ladrillismo “obtuvieron parcelas”, según el libro de Escudier. Ángel Campos, que llegó a formar un comité en CCOO para recolectar apoyos electorales a Florentino, acabó trabajando en la Fundación del Real Madrid.
"Desde dentro se les veía muy cercanos a todos a Florentino Pérez. Este y otros asuntos urbanísticos generaron una crisis de legitimidad en la IU madrileña, el principio del fin, se abrió la puerta a la formación de una alternativa política al partido", cuenta un miembro de IU Madrid esos años.
No se deduce que algunos de los que intervienen (diferentes alcaldes y presidentes de la Comunidad, Aznar, se enriquecieran, aunque siempre caben las peores sospechas, claro). Se repartieron la recalificación entre Real Madrid, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid. Todos ganaban, incluidas las constructoras.
La postura de Matilde Fernández era honesta pero cerril: los terrenos eran públicos y habían sido cedidos al Real Madrid para uso deportivo exclusivamente, con lo cual el Madrid no podía especular con ellos. Si tanto el ayuntamiento como la comunidad no cedían, el Real Madrid seguiría usando ese espacio de lujo, que es algo así como tener un almacén de castañas ocupando la Plaza de Colón. La realidad era que recalificando ese terreno todos ganaban, y no había manera de hacerlo si no se ponían todos de acuerdo.
Todos tenían razones de peso para defender posturas contrarias, pero el artículo está muy bien porque se ve desde dentro cómo se articulan intereses deportivos, empresariales, institucionales y personales.
Y algo parecido a esto ha debido ocurrir con el ayuntamiento en manos de Carmena y la izquierda, que se negaban a la reforma del Bernabéu, pero Florentino es muy hábil. Me imagino algo así: me dejas ocupar espacio público y a cambio te construimos tantos pabellones deportivos en tales barrios, tantos jardines, tantos aparcamientos para el ayuntamiento... En fin, negocios.
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