El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
La elevada inflación se extiende como una mancha de aceite sobre una gran parte de los bienes de consumo básico, también sobre aquellos tradicionalmente incluidos en la categoría del bajo coste. De forma generalizada, los precios de la cesta de la compra de alimentación mantienen las subidas de precio de los últimos meses sin visos de bajar y revertir esta tendencia en el corto plazo. En concreto, durante el primer trimestre la marca de fabricante se ha encarecido mucho, mientras que la llamada de distribución o blanca ha subido de forma más moderada.
Como novedad, la tendencia se ha revertido en las últimas semanas y desde principios de abril las marcas propias de los supermercados se encarecieron un 11% de media frente a la bajada conjunta de precio del 8% que registraron las de fabricante, según un estudio de la compañía Gelt. El impacto para el bolsillo del consumidor es evidente: este repunte de la gama de productos propios de la distribución pone así fin al último refugio del ahorro al que se agarraron los consumidores durante la crisis de la burbuja inmobiliaria.
Las razones detrás de estas subidas tienen que ver con varias factores, entre los que se encuentran el alza de los costes en origen por la electricidad y del tras*porte, el fin de las reservas de materias primas adquiridas antes de que comenzara la guerra en Ucrania o al cambio de estrategia entre las cadenas. «Desde que empezó abril estamos viendo que el avance de los precios se mantiene en España de forma generalizada.
Sin embargo, se dan diferencias y lo que se está encareciendo más en las últimas semanas son los productos de marca blanca, mientras que se contraen o aumentan menos los productos de marca de fabricante», apunta el director global de Data de Gelt, José Luis Varela. «En el arranque de año, la marca de fabricante subía sus precios, pero desde hace unas semanas también se encarece la marca de distribución», confirma el experto en Retail en Kantar, división Worldpanel, Bernardo Rodilla.
Para explicar las divergencias en precio del último mes, Varela argumenta dos razones. Por un lado, señala que los distribuidores de marcas propias han tirado de reservas en el arranque del año y que, ahora, una vez agotado el 'stock', están recibiendo ya las materias primas a precios más caros por las subidas de los carburantes de la luz y del tras*porte, pero también por la escasez de aceite de girasol, trigo o maíz debido al conflicto bélico en suelo europeo.
En segundo lugar, Varela interpreta que los fabricantes, tras subir mucho los precios en el arranque del año, han decidido detener las subidas porque muchos consumidores que antes compraban sus marcas, ahora se decantan por los productos de menor coste como estrategia de ahorrAlzas de dos dígitos
En base a un análisis de la compañía Gelt, en el mes en curso se han disparado los productos de la gama propia de los supermercados como el arroz (19%), los botes de tomate frito (10%), la harina (9%) o el aceite (5%). Según otras cifras recopiladas por Datamarket con productos concretos de tres cadenas de distribución, el bien de gama blanca que más se encareció desde el 1 al 21 de abril fue una bolsa de macarrones de marca propia de una compañía española de supermercados (con un repunte del 58%), pero también el aceite de oliva virgen de tres litros (33%), el papel higiénico (17%), la harina de trigo (16%), la leche (4%) y el atún claro enlatado (3%).
Asimismo, escalaron los precios de marcas de fabricante en el caso de las narices (20%) o el tomate frito (9%) en ejemplos concretos (ver gráfico abajo).
Desde la OCU interpretan que las subidas entre ambas marcas son similares en valores absolutos, pero superiores en porcentaje en la marca blanca o de distribución. «La marca blanca ha subido en céntimos o en euros de forma muy similar a las marcas de fabricante. Lo que ocurre es que, por un efecto estadístico, al tener la marca blanca unos precios inferiores en porcentaje, su subida es mayor que la de fabricante», argumenta el portavoz de la OCU, Enrique García.o.
Además, las cifras pueden inducir al engaño. Desde Gelt avisan de que se registraron encarecimientos muy fuertes en marcas blancas en las últimas cuatro semanas pero, en paralelo, algunas marcas de fabricantes se apuntaron al fenómeno de la 'reduflación' : es decir, mantuvieron los precios, pero también redujeron el peso o tamaño de sus productos o envases.
Desde la OCU interpretan que las subidas entre ambas marcas son similares en valores absolutos, pero superiores en porcentaje en la marca blanca o de distribución. «La marca blanca ha subido en céntimos o en euros de forma muy similar a las marcas de fabricante. Lo que ocurre es que, por un efecto estadístico, al tener la marca blanca unos precios inferiores en porcentaje, su subida es mayor que la de fabricante», argumenta el portavoz de la OCU, Enrique García.
En desglose, del último Observatorio de precios OCU se extrae que los productos que más han subido en el último año fueron el aceite de oliva suave de marca blanca y el aceite de girasol de marca blanca. También se encarecieron otros artículos de esta gama en la categoría de productos de despensa, como la pasta, que subió casi un 40%, y el papel higiénico, que repuntó un 14% en los últimos 12 meses.
El director general para España de Tiendeo, Alfredo Nadal, pone el foco en que el precio de muchos productos básicos ha aumentado por encima de la inflación en España. «La coyuntura internacional ha acentuado mucho más el encarecimiento de productos de primera necesidad como la leche, el aceite o el café, que en la gama de marca blanca se han disparado de un 15 a un 20%», señala.
Sin embargo, la directora de desarrollo de clientes de Nielsen IQ, Noelia Arenas indica que la subida del carrito de la compra está siendo «más contenida de lo que ocurre con el IPC» y señala que se queda por debajo de un nivel del 5%. Arenas diferencia los incrementos en función de la categoría: «El aceite se dispara, otros registran subidas más moderados y hay algunas que ni siquiera suben de precio», ahonda Arenas.
Más aumentos de costes
El viceconsejero delegado de Aldi -enseña con un 86% de marcas propias-, Íñigo Fika, reconocía hace unos días en una entrevista con ABC que los costes en origen han subido para todo el sector de la distribución. «Algunas categorías de productos se están volviendo tan escasas en el mercado que nos vemos obligados a comprar a precios más altos para garantizar una calidad constante». Pese a ello, Fika garantizaba el compromiso de la cadena con precios más bajos, además de ofertas y promociones atractivas.
No obstante, las presiones inflacionistas no se detendrán a corto plazo con el consiguiente aumento de costes en origen y su más que probable traslado a los precios de venta finales y al carrito de la compra. En un informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI) publicado hace unos días se concluye que las perspectivas de relajación en el corto plazo de las cadenas de valor global se tornan cada vez menos realistas.
Tras las tensiones observadas durante marzo, los expertos de AFI sugieren que los problemas en las cadenas de suministro seguirán enquistados en abril. «El aumento de los costes de tras*porte de mercancías, el incremento de los costes de los factores productivos y el retraso en los tiempos de entrega serían las consecuencias más visibles durante los próximos meses», reza el análisis.
«Creemos que las marcas no van a dar marcha atrás. Ya no van a bajar los precios de la cesta de la compra, como mínimo se van a quedar en el nivel actual o no subirán tanto», augura, Varela, de Gelt. Por su parte, el profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, Nuno Lopes, incide en que no es correcto achacar todas las subidas a la guerra de Ucrania, ya que gran parte del encarecimiento viene de antes por la crisis energética de los últimos meses. «A partir de ahora, los bancos centrales harán todo lo posible para paliar la inflación con medidas como abaratar la electricidad o los combustibles. La inflación es un riesgo que las economía desarrolladas no se pueden permitir», sentencia Lopes.
Lo cierto es que a pesar de las últimas subidas de precios, el consumo de marca blanca en España es de los más alto del mundo: el 27% de los encuestados por Nielsen IQ optan por las marcas de distribución frente al 12% de la población mundial. De otro estudio de Aecoc Shoppervier estudio se desprende que ahorrar empieza a ser clave a la hora de llenar el carrito de la compra: el 65% de los españoles están ahora mucho más pendiente de los precios , ofertas y las promociones.
Al respecto, Alejandro Ruelas-Gossi, profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, explica que la espiral inflacionista actual llevará a un resurgimiento de la economía 'low cost' y a que los consumidores vuelvan a a apostar por el bajo coste y por las marcas blancas frente a las de fabricante. «A las marcas de bajo coste les va bien cuando hay crisis económicas, pero esto al final conlleva que se pague menos a empleados y proveedores», avisa Ruelas-Gossi.
Como novedad, la tendencia se ha revertido en las últimas semanas y desde principios de abril las marcas propias de los supermercados se encarecieron un 11% de media frente a la bajada conjunta de precio del 8% que registraron las de fabricante, según un estudio de la compañía Gelt. El impacto para el bolsillo del consumidor es evidente: este repunte de la gama de productos propios de la distribución pone así fin al último refugio del ahorro al que se agarraron los consumidores durante la crisis de la burbuja inmobiliaria.
Las razones detrás de estas subidas tienen que ver con varias factores, entre los que se encuentran el alza de los costes en origen por la electricidad y del tras*porte, el fin de las reservas de materias primas adquiridas antes de que comenzara la guerra en Ucrania o al cambio de estrategia entre las cadenas. «Desde que empezó abril estamos viendo que el avance de los precios se mantiene en España de forma generalizada.
Sin embargo, se dan diferencias y lo que se está encareciendo más en las últimas semanas son los productos de marca blanca, mientras que se contraen o aumentan menos los productos de marca de fabricante», apunta el director global de Data de Gelt, José Luis Varela. «En el arranque de año, la marca de fabricante subía sus precios, pero desde hace unas semanas también se encarece la marca de distribución», confirma el experto en Retail en Kantar, división Worldpanel, Bernardo Rodilla.
Para explicar las divergencias en precio del último mes, Varela argumenta dos razones. Por un lado, señala que los distribuidores de marcas propias han tirado de reservas en el arranque del año y que, ahora, una vez agotado el 'stock', están recibiendo ya las materias primas a precios más caros por las subidas de los carburantes de la luz y del tras*porte, pero también por la escasez de aceite de girasol, trigo o maíz debido al conflicto bélico en suelo europeo.
En segundo lugar, Varela interpreta que los fabricantes, tras subir mucho los precios en el arranque del año, han decidido detener las subidas porque muchos consumidores que antes compraban sus marcas, ahora se decantan por los productos de menor coste como estrategia de ahorrAlzas de dos dígitos
En base a un análisis de la compañía Gelt, en el mes en curso se han disparado los productos de la gama propia de los supermercados como el arroz (19%), los botes de tomate frito (10%), la harina (9%) o el aceite (5%). Según otras cifras recopiladas por Datamarket con productos concretos de tres cadenas de distribución, el bien de gama blanca que más se encareció desde el 1 al 21 de abril fue una bolsa de macarrones de marca propia de una compañía española de supermercados (con un repunte del 58%), pero también el aceite de oliva virgen de tres litros (33%), el papel higiénico (17%), la harina de trigo (16%), la leche (4%) y el atún claro enlatado (3%).
Asimismo, escalaron los precios de marcas de fabricante en el caso de las narices (20%) o el tomate frito (9%) en ejemplos concretos (ver gráfico abajo).
Desde la OCU interpretan que las subidas entre ambas marcas son similares en valores absolutos, pero superiores en porcentaje en la marca blanca o de distribución. «La marca blanca ha subido en céntimos o en euros de forma muy similar a las marcas de fabricante. Lo que ocurre es que, por un efecto estadístico, al tener la marca blanca unos precios inferiores en porcentaje, su subida es mayor que la de fabricante», argumenta el portavoz de la OCU, Enrique García.o.
Además, las cifras pueden inducir al engaño. Desde Gelt avisan de que se registraron encarecimientos muy fuertes en marcas blancas en las últimas cuatro semanas pero, en paralelo, algunas marcas de fabricantes se apuntaron al fenómeno de la 'reduflación' : es decir, mantuvieron los precios, pero también redujeron el peso o tamaño de sus productos o envases.
Desde la OCU interpretan que las subidas entre ambas marcas son similares en valores absolutos, pero superiores en porcentaje en la marca blanca o de distribución. «La marca blanca ha subido en céntimos o en euros de forma muy similar a las marcas de fabricante. Lo que ocurre es que, por un efecto estadístico, al tener la marca blanca unos precios inferiores en porcentaje, su subida es mayor que la de fabricante», argumenta el portavoz de la OCU, Enrique García.
En desglose, del último Observatorio de precios OCU se extrae que los productos que más han subido en el último año fueron el aceite de oliva suave de marca blanca y el aceite de girasol de marca blanca. También se encarecieron otros artículos de esta gama en la categoría de productos de despensa, como la pasta, que subió casi un 40%, y el papel higiénico, que repuntó un 14% en los últimos 12 meses.
El director general para España de Tiendeo, Alfredo Nadal, pone el foco en que el precio de muchos productos básicos ha aumentado por encima de la inflación en España. «La coyuntura internacional ha acentuado mucho más el encarecimiento de productos de primera necesidad como la leche, el aceite o el café, que en la gama de marca blanca se han disparado de un 15 a un 20%», señala.
Sin embargo, la directora de desarrollo de clientes de Nielsen IQ, Noelia Arenas indica que la subida del carrito de la compra está siendo «más contenida de lo que ocurre con el IPC» y señala que se queda por debajo de un nivel del 5%. Arenas diferencia los incrementos en función de la categoría: «El aceite se dispara, otros registran subidas más moderados y hay algunas que ni siquiera suben de precio», ahonda Arenas.
Más aumentos de costes
El viceconsejero delegado de Aldi -enseña con un 86% de marcas propias-, Íñigo Fika, reconocía hace unos días en una entrevista con ABC que los costes en origen han subido para todo el sector de la distribución. «Algunas categorías de productos se están volviendo tan escasas en el mercado que nos vemos obligados a comprar a precios más altos para garantizar una calidad constante». Pese a ello, Fika garantizaba el compromiso de la cadena con precios más bajos, además de ofertas y promociones atractivas.
No obstante, las presiones inflacionistas no se detendrán a corto plazo con el consiguiente aumento de costes en origen y su más que probable traslado a los precios de venta finales y al carrito de la compra. En un informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI) publicado hace unos días se concluye que las perspectivas de relajación en el corto plazo de las cadenas de valor global se tornan cada vez menos realistas.
Tras las tensiones observadas durante marzo, los expertos de AFI sugieren que los problemas en las cadenas de suministro seguirán enquistados en abril. «El aumento de los costes de tras*porte de mercancías, el incremento de los costes de los factores productivos y el retraso en los tiempos de entrega serían las consecuencias más visibles durante los próximos meses», reza el análisis.
«Creemos que las marcas no van a dar marcha atrás. Ya no van a bajar los precios de la cesta de la compra, como mínimo se van a quedar en el nivel actual o no subirán tanto», augura, Varela, de Gelt. Por su parte, el profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, Nuno Lopes, incide en que no es correcto achacar todas las subidas a la guerra de Ucrania, ya que gran parte del encarecimiento viene de antes por la crisis energética de los últimos meses. «A partir de ahora, los bancos centrales harán todo lo posible para paliar la inflación con medidas como abaratar la electricidad o los combustibles. La inflación es un riesgo que las economía desarrolladas no se pueden permitir», sentencia Lopes.
Lo cierto es que a pesar de las últimas subidas de precios, el consumo de marca blanca en España es de los más alto del mundo: el 27% de los encuestados por Nielsen IQ optan por las marcas de distribución frente al 12% de la población mundial. De otro estudio de Aecoc Shoppervier estudio se desprende que ahorrar empieza a ser clave a la hora de llenar el carrito de la compra: el 65% de los españoles están ahora mucho más pendiente de los precios , ofertas y las promociones.
Al respecto, Alejandro Ruelas-Gossi, profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, explica que la espiral inflacionista actual llevará a un resurgimiento de la economía 'low cost' y a que los consumidores vuelvan a a apostar por el bajo coste y por las marcas blancas frente a las de fabricante. «A las marcas de bajo coste les va bien cuando hay crisis económicas, pero esto al final conlleva que se pague menos a empleados y proveedores», avisa Ruelas-Gossi.
Fin del último refugio del ahorro: la marca blanca dispara de golpe su precio un 11% en abril
Los productos de gama de distribución de la cesta de la compra subieron dos dígitos de media frente al abaratamiento de un 8% de las marcas de fabricante
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