Vlad_Empalador
Será en Octubre
Eduardo Garzón: "Yo responsabilizo de la peor gestión de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo a los valores liberales de Occidente"
Sostiene que los países en los que hay un mayor «colectivismo» han afrontado mucho mejor la crisis del el bichito, no le preocupa que las cotizaciones sean inferiores al pago de las pensiones y critica el «neoliberalismo» de Ayuso
BERNARDO DÍAZ
PREMIUM
Es una de las caras más visibles del comunismo en el ámbito económico de España. ¿Cómo podría un modelo comunista haber evitado o paliado la crisis?
En primer lugar hay que hablar de la estrategia que se ha utilizado para combatir esta crisis sanitaria. Hay dos modalidades: la de Occidente, que es la de convivir con el bichito, y la que se ha desarrollado sobre todo en el sudeste asiático y en países de Oceanía, que sería la de la erradicación del bichito. La más rápida, la más eficiente y la que menos costes acaba generando a medio y largo plazo es la que han adoptado en China, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam o Japón. El vamos a pasar tres, cuatro, cinco meses muy mal, con unas restricciones muy bestias y casi sin poder salir de casa. La dificultad que tienen nuestros países, que tiene Occidente, es que están nutridos de una serie de principios liberales que hacen que sea muy difícil que un Estado pueda imponer unas restricciones tan bestias durante mucho tiempo. En cambio, esos países en los que existe una cultura más colectiva, sobre todo en China pero no sólo, son mucho más permisivos a este tipo de política. Entienden que durante un tiempo tienen que estar absolutamente plegados a las directrices estatales, que es la estrategia que tendríamos que haber aplicado.
¿Considera que el liberalismo se ha vuelto en contra de la sociedad sanitaria y económicamente?
Estoy totalmente seguro de ello. Los datos están ahí: los países que aplicaron una estrategia de erradicación del bichito tienen tasas de recuperación muy superiores. No han tenido segunda o tercera ola, y las cifras de empleo están mucho mejor. Yo responsabilizo de la peor gestión a los principios liberales de: Primero la libertad individual, a mí el Estado no me puede imponer nada.
¿Qué medidas ha echado de menos por parte del Gobierno?
Más ayudas directas a autónomos y pymes. Y eso tiene que ver con que Hacienda y Economía están dirigidas por personas del PSOE, y con la falta de valentía y el complejo por culpa de la crisis de 2008. En ese periodo los países del norte les decían a los del sur que tenían que recortar gastos y aumentar impuestos, apretarse el cinturón, en definitiva. Y ese complejo sigue ahí a pesar de que Bruselas ha suspendido temporalmente las reglas fiscales, a pesar de que el BCE está creando ingentes cantidades de euros, a pesar de que tienen carta blanca. Tienen miedo y no quieren aumentar el déficit.El déficit superó los 123.000 millones, el dato más elevado de la historia.
¿Tendría el Gobierno que haber ido más allá?
Mucho más allá. Japón llegó a un déficit del 39% del PIB. Nueva Zelanda, al 28%, Australia, al 25%. El dato de España es absolutamente insuficiente. La única forma de controlar y mantener las rentas para que funcione la economía es que el sector público aparezca, garantizando la renta a las familias y a las empresas. Eso es lo que te aumenta el déficit, pero es la única forma de que la economía pueda funcionar.
¿Elevar todavía más la deuda no supondría una losa muy pesada para las próximas generaciones?
No. Si tenemos un banco central que respalde la política fiscal que desarrollemos, si crea euros de forma gratuita e limitada, no tendremos ningún tipo de insolvencia. Podríamos tener problemas de desestabilización del valor de la moneda o tensiones inflacionistas, pero eso es diferente porque no estamos hablando de que nuestros descendientes vayan a tener problemas para pagar la deuda. Por ejemplo, vi un titular precisamente en EL MUNDO que decía: 'La quiebra de la Seguridad Social', simplemente porque está en números gente de izquierdas. Pero no tiene sentido hablar de quiebra de una institución pública que funciona en números gente de izquierdas porque el Estado español lleva en número gente de izquierdas casi toda la vida. Eso ocurre con casi todos los países del mundo y no pasa nada. Es una herramienta de política económica.Le confesaré que la autoría de ese titular es mía y hay algunos economistas que, efectivamente, lo han criticado pero otros muchos no lo consideran precisamente desacertado por que el desajuste entre ingresos y gastos es enorme.
¿Habría que atajar esa situación o simplemente aceptarla y que el Estado financie?
La Seguridad Social es un bolsillo de las cuentas públicas. Si aislamos la Seguridad Social, como ocurrió después de los Pactos de Toledo, estamos haciéndonos trampas al solitario. Incluyendo la Seguridad Social dentro de las cuentas del Estado ya no podríamos decir que está en quiebra. Y ni siquiera haría falta llegar a este punto. Se podría llevar a los Presupuestos un montón de gastos que no corresponden al sistema, que es lo que creo que quiere hacer el ministro Escrivá. Haciendo eso eliminas el déficit. ¿Magia? No, simplemente un apunte contable, te has llevado unos gastos de un sitio a otro. A mí no me preocupa que las cotizaciones sean menores al pago de pensiones porque si puedes sacar de otro sitio, ya sea de impuestos, deuda pública o financiación monetaria directa, no hay problema.Conoce bien la política madrileña y me gustaría preguntarle por las elecciones del próximo mayo.
¿Qué opina del lema de Ayuso Comunismo o libertad?
Es claramente una estrategia de radicalizar el discurso para desbancar a Vox en un momento en el que hay un Gobierno de izquierdas, con comunistas en algunos ministerios y marcado por una esa época en el 2020 de la que yo le hablo que ha afectado y fastidiado a mucha gente. Es un caldo de cultivo perfecto para lanzar mensajes radicales, extremistas, con más mentiras que verdades y en la mayoría de los casos sin ningún rigor. Y en términos económicos, su gestión es una continuación absoluta del PP de Aguirre: bajar impuestos todo lo posible, especialmente a grandes empresas y fortunas, haciendo dumping fiscal al resto de comunidades y descuidando los servicios públicos con una concepción neoliberal por la que el Estado no debe intervenir en todos los ámbitos de la vida. Que la gente tenga más dinero en su bolsillo para comprarse todo lo que necesita y adquirir los servicios que necesita.
¿Cree que hay una parte de la población que realmente tiene miedo y preocupación hacia el comunismo? ¿O es algo alentado por los políticos?
En el último medio siglo hemos sufrido una campaña de desprestigio brutal hacia el comunismo, y a día de hoy se sigue utilizando como arma arrojadiza para alarmar y asustar. Impera ese miedo de que el comunismo fue algo muy malo y perjudicial, pero el comunismo, tal y como lo defendemos muchos, no tiene nada que ver con los mensajes simplificados y alarmistas que utilizan personas como Ayuso.
Pero sí es cierto que hay numerosos ejemplos de que el comunismo ha fallado económicamente.
Eso es un razonamiento falaz, podría decirle más ejemplos de países capitalistas que han operado peor que países socialistas. Haití, Congo, Zimbabue, todos los países del centro de África, los países fallidos de Latinoamérica e incluso de Oriente Medio. Son países capitalistas, pero eso a mí no me lleva a decir, por rigor y honestidad académica, que el capitalismo funciona peor que el comunismo. Y además, el comunismo que muchos defendemos no ha sido nunca aplicado en ningún país, ni en la Unión Soviética ni en Cuba y en Corea del Norte.
Permítame acabar preguntándole por las críticas hacia el número de Ministerios y la falta de contenido de algunos como el de su hermano, el ministro Garzón, o el de Universidades. ¿Cree que hay demasiados?
A mí eso no me preocupa en absoluto. Cuando uno va a ver cuál es la carga presupuestaria de los Ministerios se da cuenta de que no tiene ningún tipo de peso sobre la riqueza del país. El coste es irrisorio. Si redujésemos en una pequeña parte el gasto militar, que es todavía mucho más inútil a ojos de la población, habríamos ahorrado mucho más. Por no hablar de la Corona o las subvenciones a la Iglesia, que son mucho más costosos que tener unos cuantos ministros más y que además permiten tener una política mucho más beneficiosa para la gente.
Sostiene que los países en los que hay un mayor «colectivismo» han afrontado mucho mejor la crisis del el bichito, no le preocupa que las cotizaciones sean inferiores al pago de las pensiones y critica el «neoliberalismo» de Ayuso
BERNARDO DÍAZ
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- DANIEL VIAÑA
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Es una de las caras más visibles del comunismo en el ámbito económico de España. ¿Cómo podría un modelo comunista haber evitado o paliado la crisis?
En primer lugar hay que hablar de la estrategia que se ha utilizado para combatir esta crisis sanitaria. Hay dos modalidades: la de Occidente, que es la de convivir con el bichito, y la que se ha desarrollado sobre todo en el sudeste asiático y en países de Oceanía, que sería la de la erradicación del bichito. La más rápida, la más eficiente y la que menos costes acaba generando a medio y largo plazo es la que han adoptado en China, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam o Japón. El vamos a pasar tres, cuatro, cinco meses muy mal, con unas restricciones muy bestias y casi sin poder salir de casa. La dificultad que tienen nuestros países, que tiene Occidente, es que están nutridos de una serie de principios liberales que hacen que sea muy difícil que un Estado pueda imponer unas restricciones tan bestias durante mucho tiempo. En cambio, esos países en los que existe una cultura más colectiva, sobre todo en China pero no sólo, son mucho más permisivos a este tipo de política. Entienden que durante un tiempo tienen que estar absolutamente plegados a las directrices estatales, que es la estrategia que tendríamos que haber aplicado.
¿Considera que el liberalismo se ha vuelto en contra de la sociedad sanitaria y económicamente?
Estoy totalmente seguro de ello. Los datos están ahí: los países que aplicaron una estrategia de erradicación del bichito tienen tasas de recuperación muy superiores. No han tenido segunda o tercera ola, y las cifras de empleo están mucho mejor. Yo responsabilizo de la peor gestión a los principios liberales de: Primero la libertad individual, a mí el Estado no me puede imponer nada.
¿Qué medidas ha echado de menos por parte del Gobierno?
Más ayudas directas a autónomos y pymes. Y eso tiene que ver con que Hacienda y Economía están dirigidas por personas del PSOE, y con la falta de valentía y el complejo por culpa de la crisis de 2008. En ese periodo los países del norte les decían a los del sur que tenían que recortar gastos y aumentar impuestos, apretarse el cinturón, en definitiva. Y ese complejo sigue ahí a pesar de que Bruselas ha suspendido temporalmente las reglas fiscales, a pesar de que el BCE está creando ingentes cantidades de euros, a pesar de que tienen carta blanca. Tienen miedo y no quieren aumentar el déficit.El déficit superó los 123.000 millones, el dato más elevado de la historia.
¿Tendría el Gobierno que haber ido más allá?
Mucho más allá. Japón llegó a un déficit del 39% del PIB. Nueva Zelanda, al 28%, Australia, al 25%. El dato de España es absolutamente insuficiente. La única forma de controlar y mantener las rentas para que funcione la economía es que el sector público aparezca, garantizando la renta a las familias y a las empresas. Eso es lo que te aumenta el déficit, pero es la única forma de que la economía pueda funcionar.
¿Elevar todavía más la deuda no supondría una losa muy pesada para las próximas generaciones?
No. Si tenemos un banco central que respalde la política fiscal que desarrollemos, si crea euros de forma gratuita e limitada, no tendremos ningún tipo de insolvencia. Podríamos tener problemas de desestabilización del valor de la moneda o tensiones inflacionistas, pero eso es diferente porque no estamos hablando de que nuestros descendientes vayan a tener problemas para pagar la deuda. Por ejemplo, vi un titular precisamente en EL MUNDO que decía: 'La quiebra de la Seguridad Social', simplemente porque está en números gente de izquierdas. Pero no tiene sentido hablar de quiebra de una institución pública que funciona en números gente de izquierdas porque el Estado español lleva en número gente de izquierdas casi toda la vida. Eso ocurre con casi todos los países del mundo y no pasa nada. Es una herramienta de política económica.Le confesaré que la autoría de ese titular es mía y hay algunos economistas que, efectivamente, lo han criticado pero otros muchos no lo consideran precisamente desacertado por que el desajuste entre ingresos y gastos es enorme.
¿Habría que atajar esa situación o simplemente aceptarla y que el Estado financie?
La Seguridad Social es un bolsillo de las cuentas públicas. Si aislamos la Seguridad Social, como ocurrió después de los Pactos de Toledo, estamos haciéndonos trampas al solitario. Incluyendo la Seguridad Social dentro de las cuentas del Estado ya no podríamos decir que está en quiebra. Y ni siquiera haría falta llegar a este punto. Se podría llevar a los Presupuestos un montón de gastos que no corresponden al sistema, que es lo que creo que quiere hacer el ministro Escrivá. Haciendo eso eliminas el déficit. ¿Magia? No, simplemente un apunte contable, te has llevado unos gastos de un sitio a otro. A mí no me preocupa que las cotizaciones sean menores al pago de pensiones porque si puedes sacar de otro sitio, ya sea de impuestos, deuda pública o financiación monetaria directa, no hay problema.Conoce bien la política madrileña y me gustaría preguntarle por las elecciones del próximo mayo.
¿Qué opina del lema de Ayuso Comunismo o libertad?
Es claramente una estrategia de radicalizar el discurso para desbancar a Vox en un momento en el que hay un Gobierno de izquierdas, con comunistas en algunos ministerios y marcado por una esa época en el 2020 de la que yo le hablo que ha afectado y fastidiado a mucha gente. Es un caldo de cultivo perfecto para lanzar mensajes radicales, extremistas, con más mentiras que verdades y en la mayoría de los casos sin ningún rigor. Y en términos económicos, su gestión es una continuación absoluta del PP de Aguirre: bajar impuestos todo lo posible, especialmente a grandes empresas y fortunas, haciendo dumping fiscal al resto de comunidades y descuidando los servicios públicos con una concepción neoliberal por la que el Estado no debe intervenir en todos los ámbitos de la vida. Que la gente tenga más dinero en su bolsillo para comprarse todo lo que necesita y adquirir los servicios que necesita.
¿Cree que hay una parte de la población que realmente tiene miedo y preocupación hacia el comunismo? ¿O es algo alentado por los políticos?
En el último medio siglo hemos sufrido una campaña de desprestigio brutal hacia el comunismo, y a día de hoy se sigue utilizando como arma arrojadiza para alarmar y asustar. Impera ese miedo de que el comunismo fue algo muy malo y perjudicial, pero el comunismo, tal y como lo defendemos muchos, no tiene nada que ver con los mensajes simplificados y alarmistas que utilizan personas como Ayuso.
Pero sí es cierto que hay numerosos ejemplos de que el comunismo ha fallado económicamente.
Eso es un razonamiento falaz, podría decirle más ejemplos de países capitalistas que han operado peor que países socialistas. Haití, Congo, Zimbabue, todos los países del centro de África, los países fallidos de Latinoamérica e incluso de Oriente Medio. Son países capitalistas, pero eso a mí no me lleva a decir, por rigor y honestidad académica, que el capitalismo funciona peor que el comunismo. Y además, el comunismo que muchos defendemos no ha sido nunca aplicado en ningún país, ni en la Unión Soviética ni en Cuba y en Corea del Norte.
Permítame acabar preguntándole por las críticas hacia el número de Ministerios y la falta de contenido de algunos como el de su hermano, el ministro Garzón, o el de Universidades. ¿Cree que hay demasiados?
A mí eso no me preocupa en absoluto. Cuando uno va a ver cuál es la carga presupuestaria de los Ministerios se da cuenta de que no tiene ningún tipo de peso sobre la riqueza del país. El coste es irrisorio. Si redujésemos en una pequeña parte el gasto militar, que es todavía mucho más inútil a ojos de la población, habríamos ahorrado mucho más. Por no hablar de la Corona o las subvenciones a la Iglesia, que son mucho más costosos que tener unos cuantos ministros más y que además permiten tener una política mucho más beneficiosa para la gente.
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