El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
La guerra fratricida del PSOE suma un nuevo (y esperado) contendiente. El expresidente del Gobierno socialista Felipe González toma partido en la batalla interna del partido que le llevó a La Moncloa durante casi 14 años en el que quizá sea el peor momento de su historia. Y no de cualquier forma, sino con una munición pesadísima contra Pedro Sánchez: le acusa de haberle "engañado", pues le dijo que se abstendría en segunda votación en la investidura de Mariano Rajoy. No fue así: el secretario general mantuvo el no y ya ha adelantado que no lo cambiará. Esa es su principal bandera para el congreso federal del PSOE que quiere convocar de forma automática, si es que pasa el filtro del comité federal del sábado. Si el máximo órgano le tumba la propuesta, el exjefe del Ejecutivo cree que "obviamente tiene que dimitir". Él ha dicho que no lo hará.
A tres días de celebrar de un crucial comité federal del partido, González concedió una entrevista en la cadena SER en la que se mostró alineado con los sectores más críticos del partido, pese a que antaño había sido su protector. La conversación con Pepa Bueno en 'Hoy por hoy' es durísima contra Sánchez, se mire por donde se mire. Empezando por su relato de los hechos: contó que tres días después de las generales del 26-J se reunió con el secretario general porque él se lo pidió. "El 29 de junio me explicó que pasaba a la oposición, que no intentaría ningún Gobierno alternativo y que votaría contra la investidura del Gobierno del PP, pero que en segunda votación pasarían a la abstención para no impedir la formación de gobierno. Y la verdad es que, viendo lo que está pasando, a mí no tiene por qué darme explicaciones. Me siento frustrado, como si me hubieran engañado, no tenía ninguna necesidad...". Precisamente tras aquella conversación, él escribió a los pocos días un artículo de opinión en 'El País' abogando por la abstención, precisamente por lo que le había dicho Sánchez. "Me dice pienso hacer esta cosa, y luego hace una cosa completamente distinta de la que me entero por lo que me está diciendo".
Ferraz envió a los medios al poco de la emisión de la entrevista del expresidente en la Ser un comunicado en el que expresaba su "respeto" a las palabras del expresidente, sin entrar a valorarlas, pero en el que en ningún caso desmentía cómo fluyó la conversación con él. Sánchez asegura, en esa nota, que la posición que defiende es la del comité federal del 9 de julio. Y que como hay debate en la organización, propone llevarlo al congreso del partido, que lo discutirá este sábado a cara de perro.
González confesó que no se ha vuelto a sentar a hablar con el secretario general desde aquella charla privada posterior a las generales, aunque sí se ha intercambiado algún mensaje. Algo raro, observó, porque con él sí solía hablar con frecuencia en el pasado. Sánchez, dijo, ha cambiado de posición "y no se la ha explicado a nadie", y él no entiende las "razones" para ese cambio de postura de tal calibre que crea "confusión" en el partido y en el país.
El expresidente, que concedió la entrevista a la Ser de viaje (el domingo salió de España para estar presente en los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano), confesó estar "preocupado" por la situación del PSOE. Y enhebró una completa enmienda de totalidad a los postulados de Sánchez. Sigue opinando, incluso "con más fuerza", que el PSOE debe abstenerse en la investidura de Rajoy, porque está convencido de que no se puede impedir gobernar si no hay una alternativa y porque ir a terceras elecciones sería un "disparate". Además, aun reconociendo que el líder del PP es un "tapón", pues es un candidato muy vetado, considera que no se puede "faltar el respeto a ocho millones de votantes" del PP, "ni es bueno" que lo haga nadie, "empezando por el secretario general del PSOE". González recordó que los socialistas obutiveron los peores resultados de su historia en diciembre y en junio, y ahora también en Galicia y País Vasco.
Sin embargo, apenas se ha hecho una lectura de los catastróficos datos obtenidos por los socialistas. Porque el partido ahora ya está sumergido en una guerra descarnada y abierta a cuenta del siguiente paso de Sánchez, la convocatoria del 39º Congreso Federal para diciembre, con la estación intermedia e inmediata de las primarias internas para elegir secretario general el 23 de octubre. González también se opone a estos planes. Recordó que ya el comité decidió, y a propuesta de su líder, que era "absurdo" celebrar un cónclave mientras no hubiera Ejecutivo, por lo que si entonces era lógico ahora no podría ser lo contrario, porque un partido no puede ventilar cuestiones internas si persiste el bloqueo. "Pero es que el Gobierno que se forme además no será el Gobierno que nos guste. Es absolutamente evidente, entre otras cosas porque hemos sacado 85 diputados. Alguno tendrá que asumir responsabilidad política por ir de derrota en derrota se supone que hasta la victoria final". Sánchez alegó que con perspectiva se le reconocerá como uno de sus logros haber evitado el 'sorpasso' de Podemos. González le rebate y se pregunta cómo puede concebir en su cabeza eso como un "triunfo": el PSOE, arguye, no puede pelear por ser "un poco más grande que Podemos", sino por ser la "alternativa" al PP. "Lo primero es reconocer la derrota", porque "nunca" jamás el PSOE tuvo peores resultados.
Es la cultura de partido
¿Debe dimitir Sánchez? González respondió que hay una "gama de posibilidades" a la hora de asumir responsabilidades políticas, y esa es una. La dirección, añadió, tiene que propiciar un debate "serio" en el comité fedeal, explicando la "sangría" de voto. Pero la cita de este sábado, según la ha planteado Ferraz, estará colonizada por la convocatoria del congreso exprés, que Sánchez tiene que sacar adelante por mayoría simple. Si pierde la votación, ya ha advertido de que no se irá. "En la cultura del partido, si el comité federal fija una posición, la que sea, abstención, no abstención, voto en contra o medio pensionista, esa posición mayoritaria la asume todo el mundo y si el secretario general no la quiere asumir, obviamente tiene que dimitir".
No es la primera vez que el expresidente da un toque de atención al PSOE. Aunque oficialmente se encuentra alejado de la primera línea política, González —al igual que José María Aznar— vuelve a los titulares cuando cree que su partido debe corregir el rumbo que lleva. Este tipo de intervenciones no son baladí. González es aún una voz autorizada dentro del partido y sabe que sus palabras no caen en saco roto.
"El PSOE debe dejar formar gobierno, incluso si Rajoy no se lo merece", afirmó a finales de agosto en una entrevista en el diario argentino 'Clarín'. El socialista, quien aplaudió públicamente las seis condiciones que impuso Ciudadanos para su abstención, cree que el PSOE no debe ser un obstáculo para la formación de Gobierno y así lo ha declarado en varias ocasiones: "El que no pueda formar Gobierno por lo menos tiene que tener la responsabilidad de no impedir que los otros lo hagan". Algunos días más tarde, prescribió que si hay terceras elecciones, los cuatro candidatos principales (incluido Pedro Sánchez) deben irse.
Investidura: Felipe González: Sánchez me engañó me dijo que se abstendría en segunda votación. Noticias de Elecciones Generales
A tres días de celebrar de un crucial comité federal del partido, González concedió una entrevista en la cadena SER en la que se mostró alineado con los sectores más críticos del partido, pese a que antaño había sido su protector. La conversación con Pepa Bueno en 'Hoy por hoy' es durísima contra Sánchez, se mire por donde se mire. Empezando por su relato de los hechos: contó que tres días después de las generales del 26-J se reunió con el secretario general porque él se lo pidió. "El 29 de junio me explicó que pasaba a la oposición, que no intentaría ningún Gobierno alternativo y que votaría contra la investidura del Gobierno del PP, pero que en segunda votación pasarían a la abstención para no impedir la formación de gobierno. Y la verdad es que, viendo lo que está pasando, a mí no tiene por qué darme explicaciones. Me siento frustrado, como si me hubieran engañado, no tenía ninguna necesidad...". Precisamente tras aquella conversación, él escribió a los pocos días un artículo de opinión en 'El País' abogando por la abstención, precisamente por lo que le había dicho Sánchez. "Me dice pienso hacer esta cosa, y luego hace una cosa completamente distinta de la que me entero por lo que me está diciendo".
Ferraz envió a los medios al poco de la emisión de la entrevista del expresidente en la Ser un comunicado en el que expresaba su "respeto" a las palabras del expresidente, sin entrar a valorarlas, pero en el que en ningún caso desmentía cómo fluyó la conversación con él. Sánchez asegura, en esa nota, que la posición que defiende es la del comité federal del 9 de julio. Y que como hay debate en la organización, propone llevarlo al congreso del partido, que lo discutirá este sábado a cara de perro.
González confesó que no se ha vuelto a sentar a hablar con el secretario general desde aquella charla privada posterior a las generales, aunque sí se ha intercambiado algún mensaje. Algo raro, observó, porque con él sí solía hablar con frecuencia en el pasado. Sánchez, dijo, ha cambiado de posición "y no se la ha explicado a nadie", y él no entiende las "razones" para ese cambio de postura de tal calibre que crea "confusión" en el partido y en el país.
El expresidente, que concedió la entrevista a la Ser de viaje (el domingo salió de España para estar presente en los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano), confesó estar "preocupado" por la situación del PSOE. Y enhebró una completa enmienda de totalidad a los postulados de Sánchez. Sigue opinando, incluso "con más fuerza", que el PSOE debe abstenerse en la investidura de Rajoy, porque está convencido de que no se puede impedir gobernar si no hay una alternativa y porque ir a terceras elecciones sería un "disparate". Además, aun reconociendo que el líder del PP es un "tapón", pues es un candidato muy vetado, considera que no se puede "faltar el respeto a ocho millones de votantes" del PP, "ni es bueno" que lo haga nadie, "empezando por el secretario general del PSOE". González recordó que los socialistas obutiveron los peores resultados de su historia en diciembre y en junio, y ahora también en Galicia y País Vasco.
Sin embargo, apenas se ha hecho una lectura de los catastróficos datos obtenidos por los socialistas. Porque el partido ahora ya está sumergido en una guerra descarnada y abierta a cuenta del siguiente paso de Sánchez, la convocatoria del 39º Congreso Federal para diciembre, con la estación intermedia e inmediata de las primarias internas para elegir secretario general el 23 de octubre. González también se opone a estos planes. Recordó que ya el comité decidió, y a propuesta de su líder, que era "absurdo" celebrar un cónclave mientras no hubiera Ejecutivo, por lo que si entonces era lógico ahora no podría ser lo contrario, porque un partido no puede ventilar cuestiones internas si persiste el bloqueo. "Pero es que el Gobierno que se forme además no será el Gobierno que nos guste. Es absolutamente evidente, entre otras cosas porque hemos sacado 85 diputados. Alguno tendrá que asumir responsabilidad política por ir de derrota en derrota se supone que hasta la victoria final". Sánchez alegó que con perspectiva se le reconocerá como uno de sus logros haber evitado el 'sorpasso' de Podemos. González le rebate y se pregunta cómo puede concebir en su cabeza eso como un "triunfo": el PSOE, arguye, no puede pelear por ser "un poco más grande que Podemos", sino por ser la "alternativa" al PP. "Lo primero es reconocer la derrota", porque "nunca" jamás el PSOE tuvo peores resultados.
Es la cultura de partido
¿Debe dimitir Sánchez? González respondió que hay una "gama de posibilidades" a la hora de asumir responsabilidades políticas, y esa es una. La dirección, añadió, tiene que propiciar un debate "serio" en el comité fedeal, explicando la "sangría" de voto. Pero la cita de este sábado, según la ha planteado Ferraz, estará colonizada por la convocatoria del congreso exprés, que Sánchez tiene que sacar adelante por mayoría simple. Si pierde la votación, ya ha advertido de que no se irá. "En la cultura del partido, si el comité federal fija una posición, la que sea, abstención, no abstención, voto en contra o medio pensionista, esa posición mayoritaria la asume todo el mundo y si el secretario general no la quiere asumir, obviamente tiene que dimitir".
No es la primera vez que el expresidente da un toque de atención al PSOE. Aunque oficialmente se encuentra alejado de la primera línea política, González —al igual que José María Aznar— vuelve a los titulares cuando cree que su partido debe corregir el rumbo que lleva. Este tipo de intervenciones no son baladí. González es aún una voz autorizada dentro del partido y sabe que sus palabras no caen en saco roto.
"El PSOE debe dejar formar gobierno, incluso si Rajoy no se lo merece", afirmó a finales de agosto en una entrevista en el diario argentino 'Clarín'. El socialista, quien aplaudió públicamente las seis condiciones que impuso Ciudadanos para su abstención, cree que el PSOE no debe ser un obstáculo para la formación de Gobierno y así lo ha declarado en varias ocasiones: "El que no pueda formar Gobierno por lo menos tiene que tener la responsabilidad de no impedir que los otros lo hagan". Algunos días más tarde, prescribió que si hay terceras elecciones, los cuatro candidatos principales (incluido Pedro Sánchez) deben irse.
Investidura: Felipe González: Sánchez me engañó me dijo que se abstendría en segunda votación. Noticias de Elecciones Generales