Medaigualtodo
Ilustrísimo Bro
Muy resumidito y muy sencillito para que no le explote la neurona a nadie JOJOJOJOJOJOJO El mercado de la vivienda se caracteriza por ser altamente inelástico, probablemente el más inelástico de todos. En condiciones normales, tanto la oferta como la demanda son inelásticas. La oferta es inelástica porque, aún en una utopía liburral/libertônta/ancapada/aynrandañera en donde todo el suelo sea edificable y no sea necesario ningún trámite administrativo para edificar, los pisitos no se construyen de un día para otro (oh sorpresa JOJOJOJOJOJOJO). La demanda también es inelástica porque, aún en un escenario de baby boom, los pisitos no son cosas fungibles y los niños no se vuelven adultos emancipables en quince días (oh sorpresa también). Por eso, en una nación en donde las cositas se hacen medianamente bien, a pesar de que la oferta de vivienda es inelástica, como la demanda también es inelástica, el mercado puede asumir un aumento de la demanda y el precio permanece relativamente estable. Y aquí vamos a lo mollar. ¿Qué pasa cuando la oferta permanece inelástica pero la demanda se dispara repentinamente? Pongamos dos escenarios macro en los que la demanda se vuelve abruptamente elástica. En el primero, todo el sistema financiero decide relajar en grado sumo las condiciones crediticias necesarias para poder acceder a un crédito hipotecario, de manera que incluso personas claramente insolventes pueden comprar a crédito una vivienda. De repente se ha disparado la demanda porque todo dios puede acceder a un crédito aunque sea un ninincel desarrapado de burbuja.info JOJOJOJOJOJOJO ¿Eso en que deriva? Crisis subprime de 2008. En el segundo supuesto, imaginemos que de repente se introducen en un país de 40 (así a ojo de buen cubero) millones de habitantes 1 (también a ojo) millón anual de invasores (o más) demandantes de vivienda, en propiedad pero sobre todo en régimen de alquiler. ¿Eso en qué deriva? En lo que estáis viendo con vuestros propios ojitos JOJOJOJOJOJOJO
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