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Los socios de Sánchez y PP acusan a Marlaska de «mentir» y solo Vox le muestra comprensión
ERC, aliados del Gobierno, pide la dimisión del ministro y le acusa de ser igual que «el PP o la ultraderecha»
JAVIER ARIAS LOMOMELCHOR SÁIZ-PARDOMadridMiércoles, 30 noviembre 2022, 14:00
La soledad de la que Fernando Grande Marlaska ha huido desde la última gran polémica del ministro del Interior tras la tragedia de la valla de Melilla ha quedado hoy patente en el Congreso. Lo ha hecho tras la comparecencia que ha llevado a cabo el propio titular de Interior, que ha provocado un aluvión de críticas y reproches no solo por parte de la oposición, sino también de los propios socios de Gobierno de Pedro Sánchez.
«La mentira en democracia es inaceptable y su presencia aquí resulta indecente», le espetaba la diputada popular Ana Belén Vázquez, quien recordaba al ministro que no comparecía en el hemiciclo por «ser el más tras*parente, sino por ser el más mentiroso». «Usted es un fistro», afirmó.

La parlamentaria popular quiso dejar claro que tras la visita que los distintos diputados de los grupos parlamentario realizaron en la valla de Melilla no hay ningún grupo que no diga que Marlaska miente. A su juicio, el ministro del Interior ha intentado ocultar su responsabilidad en «el accidente más mortal de la frontera española» y por su culpa «la defensa de los derechos humanos» está en cuestión.

MELCHOR SÁIZ-PARDO JAVIER ARIAS LOMO / Madrid
Vox, que se mostró en contra de una hipotética comisión de investigación para no demonizar a la Guardia Civil, sí que aprovechó la cita de esta mañana en la Cámara Baja para cargar contra Marlaska. Aunque también dio por buena la versión de este sobre lo acaecido en la valla. No es casualidad, sostiene, que el asalto fuese coordinado y masivo.
Javier Ortega Smith, diputado de Vox, ha descrito un «asalto violento» a la frontera entre jovenlandia y Melilla y ha aludido en todo momento a la «indefensión» de los agentes de la Guardia Civil. «Si no hubo muertos fue un milagro», destacaba el diputado, quien recriminaba al titular de Interior «el abandono al que tiene sometida la frontera de España y a los agentes que allí trabajan». «Debe dimitir por haber abandonado a los agentes de Policía y Guardia Civil en la frontera», zanjaba finalmente Ortega-Smith -aclaraba que no «por los infundios que contra usted vierten los grupos separatistas y golpistas»-.
Unidas Podemos, por su parte, aseguraba que tras lo acaecido en Melilla ha quedado claro que ni «la legislación europea ni la española» están preparadas para proporcionar asilo a las miles de personas que lo requieren. «Hagamos las reformas legales para que nadie tenga que saltar una valla», aseguraba al respecto el diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago.
ERC, otro de los socios del Ejecutivo, sí que se mostró más duro con Marlaska. «Hay que acabar con el relato mentiroso y racista que se ha creado desde la institucionalidad y que va en el mismo sentido de la extrema derecha», apuntaba la parlamentaria María Carvalho Dantas, quien decía que «un ministro como Marlaska no podía seguir ni un minuto más en su puesto».

Según ERC, lo único que diferencia al actual Ejecutivo del PP y la ultraderecha es su promesa de llevar a cabo políticas de izquierda. «Son tan de izquierdas como Vox es de centro», aseguraba Dantas tras decirle a Marlaska que «seguía siendo ministro porque las personas muertas son negras y pobres».
Junts, el socio de ERC en Cataluña, también reprochaba al titular de Interior su actitud frente a la polémica. «Su Gobierno nos tiene acostumbrados al uso de eufemismos para no llamar a las cosas por su nombre», decía Mariona Illamola.
Y Cs, por su parte, defendía a la Guardia Civil -al igual que PP y Vox-, pero sí que pedía la dimisión de Marlaska, a quien acusaba de acudir a la Cámara Baja con una actitud retadora. «Tras las imágenes en Melilla tenemos la certeza que nos engañó».



HUBO DECENAS DE MUERTOS
Una nueva investigación acusa a Marlaska de mentir con Melilla: hubo muertos en España
Un consorcio internacional de periodistas, Lighthouse Reports, se suma a la BBC e indaga en los hechos con una reconstrucción 3D de lo sucedido y testimonios de guardias civiles que desmienten al ministro
Foto: Una nueva investigación acusa a Marlaska de mentir con Melilla: hubo muertos en España.

Una nueva investigación acusa a Marlaska de mentir con Melilla: hubo muertos en España.
Por
Alejandro Requeijo
29/11/2022 - 16:03
La avalancha de personas en la valla de Melilla cayó sobre territorio español. En esa montaña humana hubo muertos que las autoridades marroquíes arrastraron después a su país. Estas son las dos ideas sobre las que pivota una nueva investigación periodística internacional que acusa de mentir al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre la tragedia del 24 de junio en la que fallecieron decenas de migrantes. La cifra mínima reconocida habla de 23 muertos, pero las organizaciones en defensa de los derechos humanos elevan el dato hasta muchas personas más. Cinco meses después, ni siquiera hay una cifra definitiva.

El consorcio de Lighthouse Reports con varios medios internacionales se suma así al trabajo que hace semanas realizó la BBC y que reactivó las exigencias de explicaciones al Gobierno. Este segundo documental aporta una novedosa reconstrucción en 3D del puesto fronterizo, vídeos que muestran la crudeza de lo sucedido y testimonios que desmienten las explicaciones del Ejecutivo. Incluye las palabras de guardias civiles que confiesan que el lugar que Grande-Marlaska llamó “tierra de nadie” es competencia española. Smir, un superviviente sudanés de 26 años, afirma ante la cámara que compañeros suyos “murieron en el lado español”.

“No hubo ningún muerto en territorio español”, ha insistido Grande-Marlaska todo este tiempo. Elogió la colaboración jovenlandés en esta actuación. También lo hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, incluso horas después de lo sucedido, cuando ya se sabía que había muertos en la frontera. El líder del Ejecutivo llegó a calificar el resultado del operativo como “bien resuelto”. En ese momento, España y jovenlandia acababan de dejar atrás la crisis diplomática y habían sellado un nuevo marco de relaciones con el control de los flujos migratorios como uno de los puntos centrales.

Lighthouse Reports es una organización dedicada a investigaciones especiales que trabaja con los principales medios de comunicación europeos. Ha ganado múltiples premios y lleva trabajando en Melilla desde antes de que se produjera la masacre de junio. Para este documental, los periodistas han seguido el rastro de 40 testigos y supervivientes, y han realizado entrevistas confidenciales a uniformados de la Guardia Civil y representantes del Gobierno que no habían hablado antes. El documental al que ha tenido acceso El Confidencial lleva por título Desastre en la frontera: desvelando la verdad sobre las muertes en Melilla. Son 16 minutos y 26 segundos que suponen la mejor reconstrucción hasta la fecha de lo acaecido.
rranca con la llegada de más de un millar de personas, en su mayoría sudaneses, desde el monte Gurugú hasta el puesto de Barrio Chino que separa ambos países. La zona exacta y la territorialidad en la que se desarrollaron los hechos, en plena frontera de la Unión Europea, han centrado el debate político desde que se produjo la tragedia. También tiene relevancia desde el punto de vista penal porque la Fiscalía española mantiene unas diligencias abiertas. Determinar el punto exacto donde sucedieron los hechos tendrá relevancia para depurar responsabilidades judicialmente. A finales de diciembre, el Ministerio Público tendrá que decidir si prorroga sus pesquisas, las eleva a un juzgado o las archiva.

Guardia Civil: "Un país lo separa una línea, una persona ocupa más que una línea"

A las 8.18 horas del 24 de junio, un nutrido grupo de migrantes evitó el cerco de las autoridades marroquíes y treparon por una verja para acceder por la fuerza al puesto fronterizo. De forma accidentada dieron a parar a un patio interior después de que cediera la valla exterior de la instalación por el peso de cientos de personas encaramadas al vallado. Las imágenes muestran que una bandera de jovenlandia ondea en uno de los extremos del recinto al que accedieron unas 700 personas. Sin embargo, el catastro español ya incluye esa zona como territorio español. Interior sostiene que es un área de gestión jovenlandés.

Todas las fuentes consultadas por El Confidencial admiten que, de facto, ahí actúan los marroquíes. Es el fruto de una política de hechos consumados mantenida en el tiempo, pero aclaran que ningún tratado internacional les ha cedido ese terreno de unos cientos de metros de perímetro. La gestión de las autoridades magrebíes aquel día ha sido objeto de polémica desde el inicio. Renunciaron a impedir que la multitud de migrantes llegase desde los montes hasta el puesto y, una vez estaban dentro, les arrojaron decenas de gases lacrimógenos que convirtieron el lugar en una “ratonera”.

Lo que afecta de lleno a Marlaska sucedió minutos después en un recinto más pequeño al que se accede atravesando unas altas puertas mitad metal y mitad alambrada que ese día estaban cerradas. Es la zona que el ministro definió en el Congreso de los Diputados como “tierra de nadie” para sacudirse la responsabilidad de lo sucedido. Interior ha matizado después que es un área de actuación conjunta entre España y jovenlandia. Aquí es donde las versiones discrepan. Los testimonios de los guardias civiles que han colaborado con los periodistas internacionales aseguran que es un lugar de actuación de las fuerzas de seguridad españolas. El agente José María Uroz Moreno aclara en el documental que a un lado de las puertas actúan ellos y al otro, jovenlandia.

Movidos por su ansia de alcanzar territorio europeo, los migrantes empezaron a usar herramientas para derribar esas puertas. Todo se aceleró cuando vieron que los primeros efectivos marroquíes accedían al recinto desde su territorio. Eso provocó que la multitud se agolpara en el mismo punto hasta que las puertas cedieron y se formó la montonera de personas. En ese momento, eran las 8.42. La hora coincide con la registrada en las imágenes captadas por la Guardia Civil a las que tuvieron acceso la semana pasada los diputados de la Comisión de Interior del Congreso.
"Es probable que aquí hubiera algún muerto"
“Esto separa jovenlandia de España —declara otro agente de la Guardia Civil— y aquí hay gente atrapada, es probable que aquí hubiera algún muerto”. “Es probable, sí (...), cuando un país lo separa una línea, una persona ocupa más que una línea”, refrenda un segundo uniformado.
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El testimonio de uno de los testigos entrevistados por Lighthouse Reports permite identificar un muerto en el lado español, un migrante llamado Anwar, vestido con un polo de franjas horizontales. En uno de los vídeos se aprecia a un agente jovenlandés que le toma el pulso y se le escucha afirmar dos veces que está muerto. “Las imágenes revelan que podrían ser muchos más. La fin también fue confirmada por la familia de Anwar”, añaden los autores del documental.

Cuando se inició el asalto, había 75 agentes de la Guardia Civil desplegados. Acabaron siendo 130 tras la llegada de refuerzos. Antes de producirse la trágica avalancha apenas había una quincena de agentes del Instituto Armado en ese espacio menor que va desde las altas puertas metalizadas hasta un pequeño tejado con unos tornos entre medias. Se retiraron del lugar una vez que dos efectivos resultaron heridos por la acción de los migrantes. Los agentes españoles se retiraron y se concentraron en un punto exterior, ya en terreno inequívocamente español, donde trataron de contener a otro grupo de varios cientos de subsaharianos que habían logrado acceder.

Esos trabajos de la Guardia Civil concluyeron con 470 devoluciones en caliente o rechazos en frontera. Un estudio del Defensor del Pueblo considera que se hicieron sin respetar la legalidad. El informe de la institución que dirige el socialista Ángel Gabilondo asegura que hubo guardias civiles que lanzaron piedras a la zona en la que estaban los sudaneses. En esas devoluciones participaron gendarmes marroquíes, que pisaron suelo español para llevarse a los migrantes en cuestión de minutos, entre ellos un menor de edad. El ministro Grande-Marlaska ha reconocido esta colaboración como algo puntual.
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Las autoridades marroquíes también aprovecharon la inhibición de los agentes españoles en el lugar de la avalancha para acceder a la zona que para el ministerio es “tierra de nadie”. Varios cuerpos policiales de jovenlandia trabajaron para retirar los cuerpos, muchos de ellos inertes como muestran los vídeos captados por los propios uniformados magrebíes.
Ausencia de imágenes
Los detalles de lo sucedido en ese punto concreto se limitan a los vídeos no oficiales que han circulado durante estos meses en redes sociales, medios de comunicación o cuentas de asociaciones de derechos humanos. Apenas hay grabaciones oficiales de ese punto realizadas por la Guardia Civil. La mayoría son del helicóptero y un dron del Instituto Armado. Fuentes parlamentarias que han podido analizar las grabaciones advierten que solo es buena la calidad de imagen del dron. No es el caso de la grabación del helicóptero, que, además, en el momento de la avalancha se retiró para dar apoyo visual al grueso de los guardias civiles que procedieron a las devoluciones.
s cámaras fijas tampoco permiten esclarecer con detalle lo que pasó en torno a la montonera. Lo advirtieron los diputados la semana pasada en el Congreso. Según dijeron, Interior puso a su disposición las grabaciones de tres cámaras estáticas, la 29, 36 y la 39. Una estaba enfocada al monte, la otra a unas casas y la tercera captó imágenes del lugar, pero desde una posición muy lejana, irrelevante. La Fiscalía se puso en contacto hace semanas con el ministerio para pedir la integridad de las grabaciones. La Comandancia de Melilla explicó que los cortes que se aprecian en el material grabado se deben a que el helicóptero y el dron tuvieron que parar varias veces para repostar.

A petición de la Guardia Civil, fuerzas marroquíes entraron en España y comenzaron a arrastrar cuerpos vivos e inertes desde el interior del paso fronterizo, tanto del lado español como jovenlandés. Amontonaron los cuerpos en una explanada exterior situada junto a la entrada jovenlandés del paso fronterizo. Allí permanecieron los migrantes retenidos, maniatados, golpeados y puestos boca abajo. No recibieron asistencia médica, a pesar de haber personas graves y visiblemente heridas. Había varias ambulancias que no actuaron. Así permanecieron entre tres y cinco horas. Una ambulancia aparcada en territorio español tampoco actuó.

Datos oficiales acreditan que España da asilo a un 90% de sudaneses como los que murieron en la valla de Melilla. La cifra supera con creces la media, pero la realidad los obliga a arriesgar su vida saltando puestos fronterizos o cruzando el Mediterráneo para poder solicitar la protección. A lo largo del año 2021, España dio la protección subsidiaria al 91,75% de sudaneses que lo pidieron. Es el cuarto país con mejor índice, solo por detrás de Libia (100%), Afganistán (99,73%) y República Centroafricana (96,15%). El derecho a la protección subsidiaria es el dispensado para las personas en las que, sin reunir los requisitos para ser reconocidas como refugiadas, se dan motivos fundados para creer que, si regresasen a su país de origen, se enfrentarían a un riesgo real de sufrir algún daño grave, como la fin o la tortura.
 
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