Con un problema de deflación, un patrón oro paralizaria la economia. Seria el hundimiendo de todas las empresa, no habria consumo, el paro alcanzaria records historicos. Lo que necesitamos es imprimir más dinero. Aqui se critica eso, pero esa esa la realidad, para que todo funcione el dinero deble fluir. Los millonarios no van a gastar lo que tienen, solo lo acumulan.
Que enorme cantidad de sandeces concentradas en un solo párrafo.
Veamos.
La deflación per se no es mala, al igual que la inflación, simplemente son señales que en economía sanas sirven para indicar a que líneas de produción debe dedicarse mayor cantidad de recursos, es decir, sirven para ECONOMIZAR.
Ahora bien, el que la deflación o la inflación sean un problema o no tiene que ver con las causas subyacentes que las provocan.
Por ejemplo, la expansión de dinero (aumento de la masa monetaria) y del crédito (aumento de la velocidad de circulación del dinero) como consecuencia de actos políticos de manipulación de los tipos de interés y monetización de la deuda son INTRINSECAMENTE MALOS.
La razón intuitiva tiene que ver con la falsificación de medios de pago que sirven a propósitos políticos, y que primero inundan del nuevo dinero a aquellos agentes cuya capacidad de control del nuevo dinero es mayor: gobierno, banca institucionalizada, empleados públicos, empresas con con contactos políticos y sus asalariados, frente al resto de la sociedad.
Mientras que los primeros compran bienes y servicios a precios previos a la expansión, los últimos reciben TODO EL GOLPE de la expansión monetaria en forma de aumentos de precios pero con rentas aún no elevadas por no ser los perceptores primeros de ese nuevo dinero. A esto se le llama efecto Cantillon, por ser el primer economista que describió.
De hecho, la propia existencia de este foro se debe a este efecto, la injusticia que para millones de jóvenes resultó la expansión keynesiana que provocaron la FED y el BCE, que indujo auemntos de precios inmobiliarios de dos dígitos durante los años 2001 a 2007.
Esta expansión crediticia provocó INFLACIÓN de MMPP, bolsa, renta fija, del mercado inmobiliario amén de otros graves perjuicios a la economía.
Lamentable que aún sea necesario repetir esta historia reciente del mundo.
Ahora, tras la expansión NO SOPORTADA POR AHORRO REAL, y como no puede ser de otra manera, las inversiones realizadas resultaron en quiebra por la incapacidad de la demanda de consumo de mantener el nivel de burbuja.
Este proceso es lo que la gente, y los economistas keynesianos, entienden como recesión, pero en realidad esta dió comienzo en el mismo momento en que la economía se dedicó a dilapidar el ahorro real para construir AVEs sin pasajeros, aeropuertos sin aviones, vivienda sin demanda sostenible, impuestos en crecimiento sin capacidad de volver al volumen previo, etc.
Y la causa de este consumo de capital no es otra que las políticas monetarias de los bancos centrales.
Por lo que la deflación existente, que ha existido en buena medida en los productos y servicios en competencia en el mercado, no así en los bienes públicos que han podido mantener su demanda debido al hecho evidente de que el estado es capaz de cobrar sus servicios independientemente de las necesidades y deseos de la gente, como digo la deflación existente es la forma en que la economía realiza su cura. Podrá sostenerse que es mala para la economía, pero lo que no puede negarse es que es inevitable.
Al menos en la medida en que los bancos centrales tiendan a disminuir sus balances, lo cual es harto improbable con la ideología existente entre los economistas de todos los gobiernos.
LA historia económica de los últimos 10 años se puede resumir en el intento de los bancos centrales de EVITAR A TODA COSTA la deflación monetaria (y la consecuente disminución de precios). Lo hemos visto en forma de QEs, planes de estímulos varios, bancos malos, rescates bancarios y demás. TODO SE HA PLANEADO PARA EVITAR EL AJUSTE.
Ahora, existe una forma de deflación, la no derivada de una burbuja monetaria previa, que no tiene ninguna connotación negativa.
Es la debida a la mejora tecnológica aplicada a la producción en la economía, en un ambiente de libertad económica. Un evidente ejemplo de esto fueron los EE.UU. en el S. XIX, con el patrón oro a pleno funcionamiento. Como es bien sabido la economía de este país se convirtión en el lapso de 100 años en la mayor economía del mundo, con unos niveles de renta, empleo y riqueza no vistos en Europa.
Lo cual refuta de forma absoluta su afirmación sobre la deflación y el patrón oro.