Europeos en modo suicidio colectivo.

Asi es, la gente europea menor de 40, en su mayoría, odia la idea de tener una familia, si estais cansados de ver jovenlandeses mejor que os acostumbreis porque no vais a ver otra cosa de aqui a 30 años.

El otro dia en Reddit en un grupo veo que un tipo titula " como sobrellevar la soledad a los 30s" diciendo que su novia con la que lleva varios años y que es del sur de europa, se siente sola y quiere saber que hacer para conocer gente.

Se me ocurre decirle que le haga un bebe y tengan una familia y recibo 30 negativos sin venir al caso, para un post asi basicamente casi todo el que entraba le daba negativo...
la gente diciendo que vayan a grupos de perros y a hacer bailes o no se que con desconocidos, algo que realmente tiene sentido con 20 tantos, con 30 y tanto no lleva a ningun lado, lo unico que perdura es tener una fruta familia y crear descendencia.

En fin, asi están las cosas, un modo suicidio generalizado, y un nivel de amaperrismo que da hasta miedo. Que cada uno haga lo que quiera, pero vamos que como sociedad solo queda la desaparición.

Esto que dices pasaba aquí antiguamente y pasa en países tercermundistas, pero generalmente lo hace gente que no ha conocido cierto bienestar económico. Es un planteamiento de supervivencia, de cuando, por una parte, se morían muchos niños y habiá que tener 10 hijos para que al final sobrevivieran 5, y por otra parte era una manera de asegurarse el sustento que cierto nº de manos -aún infantiles- traían a casa ya desde temprana edad, o ayudando en las tareas de casa desde niños.

Ese plantamiento cambió drásticamente en Europa con el bienestar logrado tras la II GM, cuando comenzó a ser normal tener menos hijos para así poder darles mejores estudios y calidad de vida, comenzando a ser normal tener un par de hijos por pareja. Además, las probabilidades de morir en edad infantil habían bajado drásticamente desde los años 40/50 (antibióticos, avances médicos...), con lo cual ya no era tan probable que con el tiempo se redujera la prole (*).

Este es el planteamiento que perdura hoy, pero mucho más exacerbado aún por el consumismo compulsivo al que nos han ido llevando en las últimas décadas. Conclusión: en las prioridades de la gente prima mucho más el dinero y el bienestar egoísta que el cumplimiento con los roles biológicos y la tenencia de hijos. Esto sin contar con la demolición controlada que ha sufrido en Occidente la institución familiar desde todos los frentes en los últimos tiempos, para redondear la faena. Pero como en esta vida nada es gratis y todo pasa factura, en todo esto también está el origen de muchas depresiones e insatisfacciones vitales, de ahí el altísimo consumo de ansiolíticos y antidepresivos en nuestra sociedad.

(*) Uno de los argumentos esgrimidos por Bill Gates para promocionar sus campañas de banderillación infantil en lo países pobres es, precisamente, que si las familias comienzan a ver que no se les mueren tantos hijos gracias a las banderillas, comenzarán a tener menos hijos, ayudando a estabilizar la población (más bien quiere decir disminuirla, que es lo que en realidad pretenden).