morritos perfectitos
Himbersor
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Me paso la vida viajando y en vacaciones me gustaría estar en mi casa tranquilo pero mi mujer me da el ****** para ir por ahí. Este año le regalé el puñetero viaje a Elda. He estado en países asiáticos, latinoamericanos, jovenlandeses y sus respectivas ciudades pero la decepción de Elda es insuperable.
Llegué a la estación de buses de Elda-Petrer y no me quedó claro si es un centro para mendigos o una estación de autobuses. 2h para coger un taxi y veo que el 80% de taxistas se llaman Wilson, Ahmed, Abdul…una piara de ceporros que te miran con desprecio, creyéndose superiores, cuando sólo son unos oratees que llegan a casa y les huele el comedor a cuscús y té moruno.
Llegas al centro histórico, el centro neurálgico del pueblo. Bien, prepárate a ver “preciosas” calles pacificadas con centenares de sillas ocupadas por ninis y homeless marrónidos fumando porros. Porque aquí lo tienen permitido. Huelen todas las calles a matuja. Como extra, pude ver uno de estos venerables sin techo haciéndose una gayola.
Centenares de bicicletas y patinetes que van a toda leche con total impunidad. El mantra pogre “la ciudad es para los peatones” es únicamente eso, un lema. Da verdadero ardor de estomago.
Un tráfico de locos, conducen como en Nueva Delhi a las 8 de la mañana.
Precios desorbitados para absolutamente todo.
Banderitas sobre el blm, el idioma valencià y lgtbiwowoqjwjejeowlwi plus al cuadrado en cada esquina.
Llegué a la plaza del ayuntamiento y al cabo de un rato veo una manada de niñatos afroeuropeos en bici sembrando el caos levantando rueda y paralizando el ya de por sí caótico tráfico. Y la policía mirándolo como si no fuera con ellos.
El futuro es muy bonito
En fin, me quedan 7 días y yo me volvería hoy
Llegué a la estación de buses de Elda-Petrer y no me quedó claro si es un centro para mendigos o una estación de autobuses. 2h para coger un taxi y veo que el 80% de taxistas se llaman Wilson, Ahmed, Abdul…una piara de ceporros que te miran con desprecio, creyéndose superiores, cuando sólo son unos oratees que llegan a casa y les huele el comedor a cuscús y té moruno.
Llegas al centro histórico, el centro neurálgico del pueblo. Bien, prepárate a ver “preciosas” calles pacificadas con centenares de sillas ocupadas por ninis y homeless marrónidos fumando porros. Porque aquí lo tienen permitido. Huelen todas las calles a matuja. Como extra, pude ver uno de estos venerables sin techo haciéndose una gayola.
Centenares de bicicletas y patinetes que van a toda leche con total impunidad. El mantra pogre “la ciudad es para los peatones” es únicamente eso, un lema. Da verdadero ardor de estomago.
Un tráfico de locos, conducen como en Nueva Delhi a las 8 de la mañana.
Precios desorbitados para absolutamente todo.
Banderitas sobre el blm, el idioma valencià y lgtbiwowoqjwjejeowlwi plus al cuadrado en cada esquina.
Llegué a la plaza del ayuntamiento y al cabo de un rato veo una manada de niñatos afroeuropeos en bici sembrando el caos levantando rueda y paralizando el ya de por sí caótico tráfico. Y la policía mirándolo como si no fuera con ellos.
El futuro es muy bonito
En fin, me quedan 7 días y yo me volvería hoy
