Arturo Bloqueduro
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¿Que opinarán aquellos que están a favor de la okupación? ¿Y los que permitieron, con su pasividad, que el chalet estuviera okupado sin que nadie denunciara la okupación? ¿Y los vecinos que no sabían ni querían saber nada sobre sus vecinos? :
Atentado las Ramblas Barcelona: Esto era el paraíso: el chalé que los terroristas okuparon para fabricar bombas. Noticias de Cataluña
"Esto era el paraíso": el chalé que los terroristas 'okuparon' para fabricar bombas
Los vecinos no supieron quiénes ocupaban el chalé de la Calle F hasta el jueves, pero su relato comienza la noche del miércoles, cuando la casa de los supuestos terroristas saltó por los aires
En la Urbanización Montecarlo, a tres kilómetros del centro de Alcanar (Tarragona), la gente solo habla de la oleada de atentados que ha sufrido Cataluña en los últimos días. Aunque conversaciones similares se repiten desde el jueves en otras partes de España, el caso de estos 80 vecinos es distinto, y es que las primeras pesquisas apuntan a que los terroristas ‘okuparon’ un chalé de su barrio para utilizarlo como centro de operaciones.
Ninguno de los veraneantes que pasa el agosto en la zona es capaz de describir su aspecto o decir sus nombres, pero todos señalan la Calle F cuando se les pregunta por lo ocurrido. Frente a ella, un grupo de Mossos d'Esquadra evita que los periodistas se acerquen a la parcela sobre la que hasta hace tan solo cuatro días se erigía un laboratorio de explosivos. “Esto era el paraíso hasta que nos encontramos con semejante noticia... Pero una cosa te digo: esos asesinos no me van a sacar de mi casa”, asegura Nuria Gil, una mujer que vive desde hace 19 años junto al lugar que investiga la policía.
Los habitantes de la urbanización no supieron quiénes ocupaban la vivienda hasta después del atentado de Barcelona, pero su relato comienza la noche del miércoles, cuando la casa de los supuestos terroristas saltó por los aires. “El suelo tembló con la explosión. Fue terrible”, explica Cristina, la dueña de un hostal que se encuentra a tan solo 100 metros de los coches de policía. Mientras atiende a El Confidencial, los clientes de la pensión pasan sus últimos días de vacaciones bañándose en la piscina y hablando sobre los horrores que se escondían al otro lado de la carretera. Sin embargo, no todos ellos han sido capaces de superar el suceso. "Una familia se marchó el jueves porque no aguantaba más", asegura la hotelera.
En las casas de la urbanización, la experiencia fue peor. “No sé si duró segundos o minutos, pero yo no me enteraba de nada tras la onda expansiva. Cuando conseguí recuperarme, salí a la calle llorando y todavía escucho un eco en el oído izquierdo”, afirma Nuria. La mayoría de personas que vive en la zona son veraneantes, por lo que en el momento en el que se produjo la explosión estaban despiertos. “A mí me pilló viendo el Barcelona-Madrid”, dice Ana María, cuya casa se encuentra a tan solo dos parcelas de los escombros. "Yo estaba viendo los dibujos", comenta su nieta, de seis años. En la Urbanización Montecarlo, hasta los niños se han acostumbrado a responder a las preguntas de periodistas y policías en los últimos días.
Sin embargo, todos coinciden a la hora de señalar que el ambiente se calmó la mañana del jueves. Por el barrio corrió el rumor de que había sido un accidente y se creyeron la versión que apuntaba a una acumulación de gas. Además, nadie conocía a la única víctima mortal que había dejado la explosión, y tampoco se sabía quién era el herido que estaba en estado grave. “Nos enteramos de que el chalé estaba arrasado y de que habían encontrado muchas bombonas de butano, pero nada más. Yo les pregunté a los Mossos si tenía que irme y me contestaron que no”, recuerda Nuria. Ante esta situación, algunos curiosos decidieron acercarse al lugar para inspeccionar la zona. “El edificio estaba destrozado y los franceses que tenían la casa al lado me dijeron que el cadáver había quedado descuartizado”, asegura a este diario un vecino que prefiere no dar su nombre.
De todos modos, tras un par de horas de tranquilidad, una nueva explosión ponía en duda la hipótesis del accidente y sembraba el caos en la urbanización. “Los operarios estaban manipulando los residuos y hubo otra detonación en torno a las cinco. Me rompió el cristal y más tarde vi cómo los escombros del chalé habían llegado hasta mi jardín”, explica Nuria. Su casa no es la única que sufrió el impacto de las rocas, ya que en el hostal de Cristina también cayó una del tamaño de una naranja sobre la piscina. "Imagínate que llega a haber alguien bañándose...", comenta. La dueña de la pensión ha contado ya tantas veces esta historia que, como respuesta a los que dudan de su versión, en el bar tiene colocada una bandeja con las piedras que chocaron contra su negocio. “Hasta le he puesto la fecha a la más grande”, comenta orgullosa.
Por desgracia, los que salieron peor parados en esta segunda explosión fueron los trabajadores que se encontraban junto a las ruinas del chalé. Aunque la mayoría sufrió heridas leves, uno de los Mossos tuvo que ser trasladado en helicóptero hasta el hospital, donde todavía se encuentra ingresado. “Dentro de lo que es la gravedad, no se teme por su vida. Le evacuaron así por los protocolos de seguridad y en 5 o 10 minutos ya se lo llevaron. En cuanto a los leves, sobre todo fue por agujeros en tímpanos y dedos rotos”, explica Jordi Bort, concejal de ERC en Alcanar y uno de los bomberos que estaba de guardia la tarde del jueves. “No nos han dicho si la detonación fue por el movimiento de los materiales o por artefactos programados, que es otra de las hipótesis que se baraja”, reconoce.
Más allá de las causas que provocaron la deflagración, a partir de ese momento la policía sospechó que bajo los escombros del edificio se escondía algo más que bombonas de butano. De hecho, llegados a ese punto, ni siquiera los vecinos creían ya la versión inicial. “Lo que sí está claro es que la segunda detonación y, casi seguro que la primera también, no fue por motivos de gas, sino por explosivos. Lo que falta por saber es de qué tipo, porque todavía no nos han dicho nada en ese sentido”, explica Jordi. De todos modos, este viernes se conocía la noticia de que los investigadores habían encontrado trazas del explosivo triperóxido de triacetona (TATP) en la zona, también conocido como la progenitora de Satán, una sustancia muy utilizada por los miembros del Estado Islámico en Europa.
A esto se suma la confirmación por parte de los Mossos de que se “trabajan con la hipótesis” de que los terroristas abatidos en Cambrils estaban relacionados con “la explosión registrada este jueves en Alcanar”, lo que apunta a que las víctimas del miércoles formarían parte de la célula yihadista que ha perpetrado los ataques en Cataluña. Por otra parte, este mismo viernes se conocía la noticia de que los agentes habían encontrado nuevos restos biológicos entre los escombros, un hallazgo que sugiere que otro terrorista también podrían haber muerto ese mismo día.
De esta manera, las dudas en torno a la culpabilidad de los ocupantes de la vivienda se van despejando conforme avanzan las horas, pero todavía quedan en el aire las razones por las que eligieron un barrio de veraneantes para fabricar las bombas.
De ‘okupas’ a terroristas
Según comenta Nuria, la primera casa de la Urbanización Montecarlo se construyó en 1975. "La hizo mi abuelo, que compró terrenos y se montó un chalé. Desde entonces no ha dejado de crecer y una de las últimas en construirse ha sido la de la explosión, en 2007 o 2008". Aunque algunos vecinos llevan décadas ocupando las mismas viviendas, atrás quedaron los años en los que todos se conocían, y es que al aumento de la población se ha sumado que algunos propietarios alquilan sus parcelas a distintas familias cada verano. "Hay franceses, belgas, suizos...", explican. Además, según reconoce el agente que vigila la entrada de la Calle F, dos cortesanas trabajan por la noche al final de la urbanización, por lo que nadie se para a mirar los coches que van y vienen por el barrio.
Todavía queda en el aire las razones por las que eligieron un barrio de veraneantes, la urbanización Montercarlo, para fabricar bombas
De todos modos, varios vecinos sí coinciden a la hora de dar un dato sobre la vivienda que ahora investiga la policía: sus ocupantes vivían como 'okupas'. "Parece que estaban de forma irregular, pero la casa era propiedad de una entidad bancaria y estos aseguran que no sabían nada. Lo que sí te puedo decir es que en el ayuntamiento no habíamos recibido ninguna denuncia en este sentido", asegura Jordi. Por otra parte, Nuria no duda a la hora de afirmar que los sospechosos nunca pagaron por el chalé. "Lo sé porque conozco al constructor y cuando estalló la burbuja fue incapaz de pagarlo o venderlo. Entonces pasó al banco y finalmente la okuparon, igual que otra que hay cerca y tiene dentro varios rumanos", explica.
Sin embargo, una de las dudas que los vecinos son incapaces de resolver es la de cuándo se mudaron los supuestos terroristas a este barrio. "Un hombre que vive frente a la casa dice que los vio hace una semana, pero otros afirman que durante el año han entrado y salido varias veces. Además, los que dicen esto son incapaces de aclarar si eran los mismos, si eran de origen joven... Y tampoco el número exacto, puesto que algunos hablan de hasta cinco o seis", explica Jordi.
La inmi gración joven en Alcanar
A la hora de entrar a Alcanar en coche, resulta inevitable cruzar las decenas de cultivos de naranjas que rodean el municipio. "Tiene unos 9.500 habitantes y la principal fuente de ingresos de los vecinos viene del sector primario. Sobre todo del cítrico, porque claro, estamos al lado de Castellón", explica Jordi. De hecho, el concejal de ERC insiste en que conviene no confundir una zona como la Urbanización Montecarlo con el resto de la localidad, puesto que el pueblo se divide en tres núcleos muy diferenciados entre sí: el municipio de Alcanar, las Casas de Alcanar y Alcanar Playa, que es donde estaba el chalé de los supuestos terroristas. "El turismo no es una partida importante aquí, porque es más bien familiar y además tenemos varias zonas vírgenes que no están urbanizadas", señala.
Dada la importancia de la agricultura, la llegada de pagapensiones ha sido constante en los últimos años. "Hacia el año 2000 hubo un repunte en cuanto a gente de procedencia joven, que llegó a representar un poco menos del 20% de la población. Pero desde el 2004 ha aumentado el número de otros como rumanos o moldavos. La mayoría viene a trabajar en los cultivos", comenta Jordi. En este sentido, el concejal asegura que "estan muy integrados y llevan ya décadas viviendo aquí", pero reconoce que casi ninguno vive en la zona de las Casas de Alcanar o junto a la playa. "Yo nunca había visto marroquís en esta urbanización", asegura Nuria cuando se le pregunta al respecto.
Atentado las Ramblas Barcelona: Esto era el paraíso: el chalé que los terroristas okuparon para fabricar bombas. Noticias de Cataluña
"Esto era el paraíso": el chalé que los terroristas 'okuparon' para fabricar bombas
Los vecinos no supieron quiénes ocupaban el chalé de la Calle F hasta el jueves, pero su relato comienza la noche del miércoles, cuando la casa de los supuestos terroristas saltó por los aires
En la Urbanización Montecarlo, a tres kilómetros del centro de Alcanar (Tarragona), la gente solo habla de la oleada de atentados que ha sufrido Cataluña en los últimos días. Aunque conversaciones similares se repiten desde el jueves en otras partes de España, el caso de estos 80 vecinos es distinto, y es que las primeras pesquisas apuntan a que los terroristas ‘okuparon’ un chalé de su barrio para utilizarlo como centro de operaciones.
Ninguno de los veraneantes que pasa el agosto en la zona es capaz de describir su aspecto o decir sus nombres, pero todos señalan la Calle F cuando se les pregunta por lo ocurrido. Frente a ella, un grupo de Mossos d'Esquadra evita que los periodistas se acerquen a la parcela sobre la que hasta hace tan solo cuatro días se erigía un laboratorio de explosivos. “Esto era el paraíso hasta que nos encontramos con semejante noticia... Pero una cosa te digo: esos asesinos no me van a sacar de mi casa”, asegura Nuria Gil, una mujer que vive desde hace 19 años junto al lugar que investiga la policía.
Los habitantes de la urbanización no supieron quiénes ocupaban la vivienda hasta después del atentado de Barcelona, pero su relato comienza la noche del miércoles, cuando la casa de los supuestos terroristas saltó por los aires. “El suelo tembló con la explosión. Fue terrible”, explica Cristina, la dueña de un hostal que se encuentra a tan solo 100 metros de los coches de policía. Mientras atiende a El Confidencial, los clientes de la pensión pasan sus últimos días de vacaciones bañándose en la piscina y hablando sobre los horrores que se escondían al otro lado de la carretera. Sin embargo, no todos ellos han sido capaces de superar el suceso. "Una familia se marchó el jueves porque no aguantaba más", asegura la hotelera.
En las casas de la urbanización, la experiencia fue peor. “No sé si duró segundos o minutos, pero yo no me enteraba de nada tras la onda expansiva. Cuando conseguí recuperarme, salí a la calle llorando y todavía escucho un eco en el oído izquierdo”, afirma Nuria. La mayoría de personas que vive en la zona son veraneantes, por lo que en el momento en el que se produjo la explosión estaban despiertos. “A mí me pilló viendo el Barcelona-Madrid”, dice Ana María, cuya casa se encuentra a tan solo dos parcelas de los escombros. "Yo estaba viendo los dibujos", comenta su nieta, de seis años. En la Urbanización Montecarlo, hasta los niños se han acostumbrado a responder a las preguntas de periodistas y policías en los últimos días.
Sin embargo, todos coinciden a la hora de señalar que el ambiente se calmó la mañana del jueves. Por el barrio corrió el rumor de que había sido un accidente y se creyeron la versión que apuntaba a una acumulación de gas. Además, nadie conocía a la única víctima mortal que había dejado la explosión, y tampoco se sabía quién era el herido que estaba en estado grave. “Nos enteramos de que el chalé estaba arrasado y de que habían encontrado muchas bombonas de butano, pero nada más. Yo les pregunté a los Mossos si tenía que irme y me contestaron que no”, recuerda Nuria. Ante esta situación, algunos curiosos decidieron acercarse al lugar para inspeccionar la zona. “El edificio estaba destrozado y los franceses que tenían la casa al lado me dijeron que el cadáver había quedado descuartizado”, asegura a este diario un vecino que prefiere no dar su nombre.
De todos modos, tras un par de horas de tranquilidad, una nueva explosión ponía en duda la hipótesis del accidente y sembraba el caos en la urbanización. “Los operarios estaban manipulando los residuos y hubo otra detonación en torno a las cinco. Me rompió el cristal y más tarde vi cómo los escombros del chalé habían llegado hasta mi jardín”, explica Nuria. Su casa no es la única que sufrió el impacto de las rocas, ya que en el hostal de Cristina también cayó una del tamaño de una naranja sobre la piscina. "Imagínate que llega a haber alguien bañándose...", comenta. La dueña de la pensión ha contado ya tantas veces esta historia que, como respuesta a los que dudan de su versión, en el bar tiene colocada una bandeja con las piedras que chocaron contra su negocio. “Hasta le he puesto la fecha a la más grande”, comenta orgullosa.
Por desgracia, los que salieron peor parados en esta segunda explosión fueron los trabajadores que se encontraban junto a las ruinas del chalé. Aunque la mayoría sufrió heridas leves, uno de los Mossos tuvo que ser trasladado en helicóptero hasta el hospital, donde todavía se encuentra ingresado. “Dentro de lo que es la gravedad, no se teme por su vida. Le evacuaron así por los protocolos de seguridad y en 5 o 10 minutos ya se lo llevaron. En cuanto a los leves, sobre todo fue por agujeros en tímpanos y dedos rotos”, explica Jordi Bort, concejal de ERC en Alcanar y uno de los bomberos que estaba de guardia la tarde del jueves. “No nos han dicho si la detonación fue por el movimiento de los materiales o por artefactos programados, que es otra de las hipótesis que se baraja”, reconoce.
Más allá de las causas que provocaron la deflagración, a partir de ese momento la policía sospechó que bajo los escombros del edificio se escondía algo más que bombonas de butano. De hecho, llegados a ese punto, ni siquiera los vecinos creían ya la versión inicial. “Lo que sí está claro es que la segunda detonación y, casi seguro que la primera también, no fue por motivos de gas, sino por explosivos. Lo que falta por saber es de qué tipo, porque todavía no nos han dicho nada en ese sentido”, explica Jordi. De todos modos, este viernes se conocía la noticia de que los investigadores habían encontrado trazas del explosivo triperóxido de triacetona (TATP) en la zona, también conocido como la progenitora de Satán, una sustancia muy utilizada por los miembros del Estado Islámico en Europa.
A esto se suma la confirmación por parte de los Mossos de que se “trabajan con la hipótesis” de que los terroristas abatidos en Cambrils estaban relacionados con “la explosión registrada este jueves en Alcanar”, lo que apunta a que las víctimas del miércoles formarían parte de la célula yihadista que ha perpetrado los ataques en Cataluña. Por otra parte, este mismo viernes se conocía la noticia de que los agentes habían encontrado nuevos restos biológicos entre los escombros, un hallazgo que sugiere que otro terrorista también podrían haber muerto ese mismo día.
De esta manera, las dudas en torno a la culpabilidad de los ocupantes de la vivienda se van despejando conforme avanzan las horas, pero todavía quedan en el aire las razones por las que eligieron un barrio de veraneantes para fabricar las bombas.
De ‘okupas’ a terroristas
Según comenta Nuria, la primera casa de la Urbanización Montecarlo se construyó en 1975. "La hizo mi abuelo, que compró terrenos y se montó un chalé. Desde entonces no ha dejado de crecer y una de las últimas en construirse ha sido la de la explosión, en 2007 o 2008". Aunque algunos vecinos llevan décadas ocupando las mismas viviendas, atrás quedaron los años en los que todos se conocían, y es que al aumento de la población se ha sumado que algunos propietarios alquilan sus parcelas a distintas familias cada verano. "Hay franceses, belgas, suizos...", explican. Además, según reconoce el agente que vigila la entrada de la Calle F, dos cortesanas trabajan por la noche al final de la urbanización, por lo que nadie se para a mirar los coches que van y vienen por el barrio.
Todavía queda en el aire las razones por las que eligieron un barrio de veraneantes, la urbanización Montercarlo, para fabricar bombas
De todos modos, varios vecinos sí coinciden a la hora de dar un dato sobre la vivienda que ahora investiga la policía: sus ocupantes vivían como 'okupas'. "Parece que estaban de forma irregular, pero la casa era propiedad de una entidad bancaria y estos aseguran que no sabían nada. Lo que sí te puedo decir es que en el ayuntamiento no habíamos recibido ninguna denuncia en este sentido", asegura Jordi. Por otra parte, Nuria no duda a la hora de afirmar que los sospechosos nunca pagaron por el chalé. "Lo sé porque conozco al constructor y cuando estalló la burbuja fue incapaz de pagarlo o venderlo. Entonces pasó al banco y finalmente la okuparon, igual que otra que hay cerca y tiene dentro varios rumanos", explica.
Sin embargo, una de las dudas que los vecinos son incapaces de resolver es la de cuándo se mudaron los supuestos terroristas a este barrio. "Un hombre que vive frente a la casa dice que los vio hace una semana, pero otros afirman que durante el año han entrado y salido varias veces. Además, los que dicen esto son incapaces de aclarar si eran los mismos, si eran de origen joven... Y tampoco el número exacto, puesto que algunos hablan de hasta cinco o seis", explica Jordi.
La inmi gración joven en Alcanar
A la hora de entrar a Alcanar en coche, resulta inevitable cruzar las decenas de cultivos de naranjas que rodean el municipio. "Tiene unos 9.500 habitantes y la principal fuente de ingresos de los vecinos viene del sector primario. Sobre todo del cítrico, porque claro, estamos al lado de Castellón", explica Jordi. De hecho, el concejal de ERC insiste en que conviene no confundir una zona como la Urbanización Montecarlo con el resto de la localidad, puesto que el pueblo se divide en tres núcleos muy diferenciados entre sí: el municipio de Alcanar, las Casas de Alcanar y Alcanar Playa, que es donde estaba el chalé de los supuestos terroristas. "El turismo no es una partida importante aquí, porque es más bien familiar y además tenemos varias zonas vírgenes que no están urbanizadas", señala.
Dada la importancia de la agricultura, la llegada de pagapensiones ha sido constante en los últimos años. "Hacia el año 2000 hubo un repunte en cuanto a gente de procedencia joven, que llegó a representar un poco menos del 20% de la población. Pero desde el 2004 ha aumentado el número de otros como rumanos o moldavos. La mayoría viene a trabajar en los cultivos", comenta Jordi. En este sentido, el concejal asegura que "estan muy integrados y llevan ya décadas viviendo aquí", pero reconoce que casi ninguno vive en la zona de las Casas de Alcanar o junto a la playa. "Yo nunca había visto marroquís en esta urbanización", asegura Nuria cuando se le pregunta al respecto.