Un índice equiponderado es un índice al que se le sustrae la esencia de la retroalimentación positiva de sus rentabilidades, que es el factor momentum.
Y ese factor momentum hace que la ponderación creciente de las acciones ganadoras, que son ese bajísimo porcentaje del paper de Heaton, Polson y Witte, sea la que genere la rentabilidad, ya que las rentables son las que más peso adquieren y las que más aportan a la rentabilidad agregada del conjunto. Obviamente, en caso de bajada el mecanismo perjudica tanto como beneficia en la subida, pero la distribución temporal de las rentabilidades es asimétrica y sesgada hacia la cola derecha -debido al crecimiento económico, por un lado, y al modelo financiero de expansión de balances de los BBCC, por el otro-, por lo que a largo plazo las rentabilidades anualizadas han sido las que fueron.
A un índice equiponderado le pasa, valga la metáfora literaria, como al barón de Münchhausen, que pretendía levantarse tirándose de su propio pelo. Menos eficaz que la alternativa y, por supuesto, "eficaz" por los motivos equivocados.