emos_sio_engañás
Intel "Drewell" 1333 DDR3 x 16GB-3700 Ghz HD7770
Tiene que ver la Yihat, soy hombre no ver las noticias y enterarme de las cosas hablando con la gente, así que cierto día que me tocaba inyectable fui al centro de salud al cual estaba asignado y me puse hablar con el enfermero, un hombre de mediana edad, bien parecido y corpulento, que pese a sus aires de soldado y de doctor, se diplomó en enfermería y ejerce o ejercía en este pueblo; hablamos sobre el tema de Siria, mientras me preparaba el inyectable.
"Conozco a una mujer siria, me dijo el diplomado, ¿sabes que en realidad Siria era un país del islam moderado, donde hasta las mujeres iban a la universidad?, es la mujer de un amigo", y yo, "pues no". "Si", prosiguió el diplomado, "me contó que Estados unidos subvencionaba a el islam moderado, por eso Osama Bin Laden hizo el atentado contra las torres gemelas".
"Vale, ¡vaya!" De lo que se entera uno hablando con la gente o las personas, debí pensar yo y lo dije en mi facebook, pero esto no reviste demasiada importancia, o la tiene toda o no tiene mucha, deben saberlo la mayoría de islamistas, pensé yo.
Luego me sucedieron cosas muy malas, estuve reformando la casa de campo y un día se me ocurrió aparcar delante de la casa de un tipo que me quitó a una mujer y después me pidió un cigarrillo de hachís para fumárselo con ella, mientras me prometía que esa chica no estaba en su casa. Los encontré riendo desde el otro lado de la puerta y no pude sino montar en cólera. Luego ambos lo negaron y yo les di la razón, imagino que por quitármelos de encima, pero aquella noche del 14 de febrero aparqué el coche delante de su puerta y el tipo vino a pedirme un cigarro, "no te doy un cigarro y no me vuelvas hablar en tu vida", "¿por qué'?" espetó él, "por loque sucedió con esta chica, quise zanjar yo. Me di la vuelta y me marchaba a mi casa, cuando al grito de "¡es que tú estás loco!" me vino por detrás y me asestó una patada en los lumbares como luego escribiría el policía local que redactó mi atestado.
Terminé en el hospital empapado de sangre, él también, iba con su padre, riendo ambos, ya habían ido a denunciarme al cuartel de la guardia civil, empezó él la pelea y me quiso denunciar, yo no sabía como estaba la jurisprudencia, supongo que se daba por ganador, desde en la pelea, hasta en los juzgados. ël ya se había limpiado la sangre.
Entonces tuve miedo, estaba casi solo en la vida, como casi siempre desde que falleció mi padre y cogí miedo y alquilé este piso y me fui a vivir a la casa de campo, había alquilado el piso por un año, así que tenía que poner una lavadora para estar allí un año, trabajé como un cabrón para poner esa lavadora, 5 veces la lavadora al coche y a Paiporta yo solo, y montar el punto de agua y de luz, yo solo y mal comido.
Al final, un sábado de agosto me cogió un dolor en el hombro y el brazo izquierdo y sin pensa´rmelo me hice una mochila para un ingreso largo, sin llamar a nadie de mi familia, por supuesto, y me fui al centro de salud. Allí endr Carrascosa me hizo leer el electrocardiograma y me dijo "¿tú ves esa línea que cruza los cuadritos?" y yo le contesté "sí", y él me respondió "pues si bajase un cuadrito más te ingresaba por amago de infarto, no cojas esa mochila tan pesada, toma esta pastilla y métetelá debajo de la lengua y espera en la sala de espera hasta que te llamemos".
Cuando me llamaron me dijo el médico, que él y su compañero habían determinado que mi amago de infarto podía ser de origen muscular, así que me dio otra pastilla de estas y me ordenó que descansase aquel fin de semana de agosto y que si volvía "a darme el pinchazo" me metiese esa otra pastilla debajo de la lengua. Yo, le pedí un tranquilizante, pues los que estaba tomando no me hacían efecto por la nueva medicación, y con esas dos pastillas, estando en toros en el pueblo del centro de salud al que acudí de urgencia, me fui arrastrando la mochila muy triste, otra vez a la casa de campo solo.
Aquello fue infernal, al final estaba tan nervioso que mi mano izquierda temblaba como si tuviese parkingson, pero yo no le hice mucho caso, sabía que eran los nervios y sabía que no estaba teniendo otro episodio psicótico. Al final mi hermano me envió un whatssap y me dijo que había hablado con los inquilinos, que debía volver al piso, y yo le dije "que solo esperaba unas buenas palabras o un buen gesto de él", de mi hermano, que es un traidor.
Así que volví al piso, era agosto y recuerdo la paz y la tranquilidad, la casa fresca de aire acondicionado, aunque yo no sabía qué me esperaba. después del amago de infarto me esperaba el ataque hacker más grande que se puede realizar. Llevo en el coche tres tras*istores debajo del asiento, uno es un GPS, otro un desconector remoto del motor y el tercero abre las puertas.
Estuve 1 año siendo perseguido, teniendo hipereactividad cardiovascular cada vez que habría o cerraba el capó del coche, estuve siendo perseguido por un par de personas, me atemorizaron hasta entrando en la casa de campo estando yo en la piscina dándome un baño, el ataque en los ordenadores fue brutal, estuve teniéndo hipereactividad cardiovascular cada vez que me hackeaban un programa, o una clave, perdí las claves del nick desde el que había escrito la "Sencilla explicación de la crisis".
Al final todo pasó, y estuve descansando un tiempo, pero me había endeudado mucho entre la reforma de la casa de campo y el ataque hacker. Puse la casa de campo en alquiler...
La alquilé a unos chavales jóvenes, que decían que venían de Galicia, aunque acento gallego no tenían y entonces me deprimí mucho y engordé bastante. Se marcharon los inquilinos y tuve miedo de alquilar la casa de campo, pues habían dejado la casa llena de botes de marihuana, así que la cerré e iba lo justo.
Fue entre elecciones, fui a por una silla, una semana antes una chica la que se notaba que había pretendido durante un año en una farmacia me tiró la caja de pastillas como a un perro, fue el primer toque. Cuando llegué a la casa de campo, la puerta estaba abierta, ¡la puerta de la casa de campo de mi abuelo! Donde podían entrar todos, okupas, indigente, ¡abierta como boca de lobo! Fue el segundo toque, puede, no sé, si el más mortal.
Yo llevaba casi un año a dieta, le dije a la enfermera que "iba hacer un campamento base" y me recomendó que no "que siguiera perdiendo peso", aquello supe que no me traería nada bueno.
En estas la gente me vio débil, con pantalones dos tallas más de la talla que ya usaba y un examigo de mis padres de los años 80 salió de la oficina de Correos a pegarme, me vino detrás 200 m con los brazos entre paréntesis, simplemente porque le di los buenos días mal. El siguiente "toque" fue el fontanero, estuvieron alquilados en uno de los locales de mi progenitora y quedaron mal con ella, pero yo me dije "que mi progenitora es mi progenitora y yo soy yo", así que seguí yendo a la fontanería a comprar las cosas que necesitaba para reparar cosas del piso y de la casa de campo, y hasta la mujer me encontró una tuerca para el grifo que ni en mil años, y el marido me dijo como reparar el calentador de la casa de campo que había roto sin cobrarme nada.
Pero aquella mañana de entre elecciones entré en la fontanería y estaba la mujer con una amiga, yo había comprado un dosificador doble en aliexpres par el lavabo y fue a comprarles algo, entró él y sin mediar palabra me dijo "pero yo te mataría" y al mujer añadió como el que le quita valor y fulgurante "es de broma", me tuve que callar e irme, ese pudo ser otro golpe mortal, pues hasta la psicología forense establece penas de hasta 7 años por amenaza de fin, aunque entonce yo no lo supe.
Por último, estaba ya más tranquilo o fue el mismo día por la tarde, al china atendía a Helenio, un esquizofrénico que acababa de heredar mucho dinero de su padre y éste se encontraba tan nervioso que me dio miedo hasta mí, se ve que se había metido de todo y olía candidiasis, se acababa de casar, pero la china le hacía fiestas "no quiero llevarme esto, ero me lo llevo" dijo Helenio a la china. Yo, recién duchado, estudiante, tranquilo, limpio y comprando un tornillo para el dosificador doble del baño y la china me trató como a una cosa, aél como aun señor y a mí como a una cosa, no es justo, pero me lo eché a la chepa "no pasa nada, no pasa nada" salí pensando de allí. Pero sí pasa, si eres fiel a la religión del amor y piensas que el dinero l compra todo, compra a las mujeres, no es justo y mira cual es mi caso que aquella tarde me puse atrabajar como un burro en el dosificador doble del baño, hice una siesta y ya "le pedí a la serpiente que me picara" la serpiente y la copa.
Me levanté y seguí trabajando y cuando ya lo monté todo y seguía haciendo una gota de agua me vine abajo, no sé si cené algo, pero cogí la linterna, una caja de pastillas, un vaso de agua clara y puso otro vaso de agua con sal por si me arrepentía, sé como actúan los suicidas porque he estudiado psicología, y sé que es habitual que avisen. Yo no quise ni escribir una nota, ni alarmar "a la subjetividad", no sé si alguien me entiende.
Me metí debajo de la cama con la linterna y la caja de pastillas, las saqué una a una y melas puse ne le hueco de la mano, "algo" me dijo que me las tomara y me las eché de golpe a la boca y me las tragué de un solo sorbo. me acurruqué en la cama, mi último pensamiento fue "que por fin iba a descansar", había tenido hasta fatiga de combate, había comido hasta macarrones que me vendieron con la carne podrido, aparte la carne y me comí los macarrones, me estuve alimentado un año casi de dulces y donuts, no me atrevía más que ir al kiosco de la esquina y aquel año perdí peso...
Estoy vivo, después vino lo del humo, yo me quejé mucho, opino que la ultraderecha española pudo leer "la coyuntura mundial, los chinos han comprado muchas minas de oro y se quejan de que EEUU tenga abolido el patrón oro desde Nixon, vamos, "que tengan una fábrica de dinero". Entonces me despertó una mañana el teléfono, era la voz de una persona de la órbita soviética que me alertaba de que llamaba de parte de alguien, y que "pi, Marshal" 5 minutos antes de que llegase el repartidor de un supermercado al cual yo le había hecho la compra online.
Al día siguiente abrí un bote de albóndigas y mientras me lo estaba comiendo noté que tenía algo en mi boca, era un vidrio muy afilado, muy posiblemente con alicates, lo observé, lo deje a un lado y me terminé la albóndigas.
Lo nuclear del caso es que EEUU no dio un golpe en la mesa con el cobi19 para deshacerse de la guerra con China, un bichito de la gripe ya soló al mundo casi 100 años antes, en 1.918, pero la ultraderecha pudo sacar sus propias conclusiones y ponerse del lado de los EEUU y enviar "nutris". Pero al final del caso está que EEUU finaciaba a el islam moderado en su lucha contra la Yihat, pero EEUU es dos cosas, filantropo e interesado, filantropo porque siempre quiere salvar al mundo, o se siente en el papel "del protector", interesado en la medida en que son los abanderados del capitalismo. Para ellos subvencionar al islam moderado pudiera ser un Win - Win, pues empujaban la opinión que guardamos y defendemos casi todo me atrevería a decir en occidente, que el islam moderado es mejor, que las lapidaciones no son buenas y de paso podía pedir una compensación en petroleo.
Pero se ve que la Yihad debió enterarse y armar los ataques contra las torres gemelas, lo cual desató que su presidente de entonces, ya de por sí, puede que belicoso, decidiese emprender una guerra de venganza, aunque también redundando en lo mismo, en terminar quedándose con petróleo. Pero el islam y la Yihat pudieron ver que a EEUU "solo le importaba el petróleo" y que la subvención del islam moderado solo era una excusa para acabar haciendo lo que hicieron, adueñarse del petroleo de Irak.
Sin embargo sigo defendiendo que la defensa del islam moderado es la sensibilidad mayoritaria en occidente y que Estados Unidos pudo ver un win - win, si de algún modo pactó con alguno de estos países quedarse con parte de la explotación de reservas de petroleo si el islam moderado triunfaba en alguno de estos países y/o en todo el mundo. Fugazmente Francia puso dar la cara por EEUU haciendo caricaturas sobre el profeta de la religión del amor y lo pagó bastante caro, pero si, por poner un ejemplo, alguna feminista occidental se le preguntase qué opina sobre el islam radical, diría que es atroz, como atroz fue que la mujer del bazar chino me tratase a mí con desprecio y a una persona que no se encontraba en ese momento ni en sus propios cabales como a un señor, solo por el dinero.
"Conozco a una mujer siria, me dijo el diplomado, ¿sabes que en realidad Siria era un país del islam moderado, donde hasta las mujeres iban a la universidad?, es la mujer de un amigo", y yo, "pues no". "Si", prosiguió el diplomado, "me contó que Estados unidos subvencionaba a el islam moderado, por eso Osama Bin Laden hizo el atentado contra las torres gemelas".
"Vale, ¡vaya!" De lo que se entera uno hablando con la gente o las personas, debí pensar yo y lo dije en mi facebook, pero esto no reviste demasiada importancia, o la tiene toda o no tiene mucha, deben saberlo la mayoría de islamistas, pensé yo.
Luego me sucedieron cosas muy malas, estuve reformando la casa de campo y un día se me ocurrió aparcar delante de la casa de un tipo que me quitó a una mujer y después me pidió un cigarrillo de hachís para fumárselo con ella, mientras me prometía que esa chica no estaba en su casa. Los encontré riendo desde el otro lado de la puerta y no pude sino montar en cólera. Luego ambos lo negaron y yo les di la razón, imagino que por quitármelos de encima, pero aquella noche del 14 de febrero aparqué el coche delante de su puerta y el tipo vino a pedirme un cigarro, "no te doy un cigarro y no me vuelvas hablar en tu vida", "¿por qué'?" espetó él, "por loque sucedió con esta chica, quise zanjar yo. Me di la vuelta y me marchaba a mi casa, cuando al grito de "¡es que tú estás loco!" me vino por detrás y me asestó una patada en los lumbares como luego escribiría el policía local que redactó mi atestado.
Terminé en el hospital empapado de sangre, él también, iba con su padre, riendo ambos, ya habían ido a denunciarme al cuartel de la guardia civil, empezó él la pelea y me quiso denunciar, yo no sabía como estaba la jurisprudencia, supongo que se daba por ganador, desde en la pelea, hasta en los juzgados. ël ya se había limpiado la sangre.
Entonces tuve miedo, estaba casi solo en la vida, como casi siempre desde que falleció mi padre y cogí miedo y alquilé este piso y me fui a vivir a la casa de campo, había alquilado el piso por un año, así que tenía que poner una lavadora para estar allí un año, trabajé como un cabrón para poner esa lavadora, 5 veces la lavadora al coche y a Paiporta yo solo, y montar el punto de agua y de luz, yo solo y mal comido.
Al final, un sábado de agosto me cogió un dolor en el hombro y el brazo izquierdo y sin pensa´rmelo me hice una mochila para un ingreso largo, sin llamar a nadie de mi familia, por supuesto, y me fui al centro de salud. Allí endr Carrascosa me hizo leer el electrocardiograma y me dijo "¿tú ves esa línea que cruza los cuadritos?" y yo le contesté "sí", y él me respondió "pues si bajase un cuadrito más te ingresaba por amago de infarto, no cojas esa mochila tan pesada, toma esta pastilla y métetelá debajo de la lengua y espera en la sala de espera hasta que te llamemos".
Cuando me llamaron me dijo el médico, que él y su compañero habían determinado que mi amago de infarto podía ser de origen muscular, así que me dio otra pastilla de estas y me ordenó que descansase aquel fin de semana de agosto y que si volvía "a darme el pinchazo" me metiese esa otra pastilla debajo de la lengua. Yo, le pedí un tranquilizante, pues los que estaba tomando no me hacían efecto por la nueva medicación, y con esas dos pastillas, estando en toros en el pueblo del centro de salud al que acudí de urgencia, me fui arrastrando la mochila muy triste, otra vez a la casa de campo solo.
Aquello fue infernal, al final estaba tan nervioso que mi mano izquierda temblaba como si tuviese parkingson, pero yo no le hice mucho caso, sabía que eran los nervios y sabía que no estaba teniendo otro episodio psicótico. Al final mi hermano me envió un whatssap y me dijo que había hablado con los inquilinos, que debía volver al piso, y yo le dije "que solo esperaba unas buenas palabras o un buen gesto de él", de mi hermano, que es un traidor.
Así que volví al piso, era agosto y recuerdo la paz y la tranquilidad, la casa fresca de aire acondicionado, aunque yo no sabía qué me esperaba. después del amago de infarto me esperaba el ataque hacker más grande que se puede realizar. Llevo en el coche tres tras*istores debajo del asiento, uno es un GPS, otro un desconector remoto del motor y el tercero abre las puertas.
Estuve 1 año siendo perseguido, teniendo hipereactividad cardiovascular cada vez que habría o cerraba el capó del coche, estuve siendo perseguido por un par de personas, me atemorizaron hasta entrando en la casa de campo estando yo en la piscina dándome un baño, el ataque en los ordenadores fue brutal, estuve teniéndo hipereactividad cardiovascular cada vez que me hackeaban un programa, o una clave, perdí las claves del nick desde el que había escrito la "Sencilla explicación de la crisis".
Al final todo pasó, y estuve descansando un tiempo, pero me había endeudado mucho entre la reforma de la casa de campo y el ataque hacker. Puse la casa de campo en alquiler...
La alquilé a unos chavales jóvenes, que decían que venían de Galicia, aunque acento gallego no tenían y entonces me deprimí mucho y engordé bastante. Se marcharon los inquilinos y tuve miedo de alquilar la casa de campo, pues habían dejado la casa llena de botes de marihuana, así que la cerré e iba lo justo.
Fue entre elecciones, fui a por una silla, una semana antes una chica la que se notaba que había pretendido durante un año en una farmacia me tiró la caja de pastillas como a un perro, fue el primer toque. Cuando llegué a la casa de campo, la puerta estaba abierta, ¡la puerta de la casa de campo de mi abuelo! Donde podían entrar todos, okupas, indigente, ¡abierta como boca de lobo! Fue el segundo toque, puede, no sé, si el más mortal.
Yo llevaba casi un año a dieta, le dije a la enfermera que "iba hacer un campamento base" y me recomendó que no "que siguiera perdiendo peso", aquello supe que no me traería nada bueno.
En estas la gente me vio débil, con pantalones dos tallas más de la talla que ya usaba y un examigo de mis padres de los años 80 salió de la oficina de Correos a pegarme, me vino detrás 200 m con los brazos entre paréntesis, simplemente porque le di los buenos días mal. El siguiente "toque" fue el fontanero, estuvieron alquilados en uno de los locales de mi progenitora y quedaron mal con ella, pero yo me dije "que mi progenitora es mi progenitora y yo soy yo", así que seguí yendo a la fontanería a comprar las cosas que necesitaba para reparar cosas del piso y de la casa de campo, y hasta la mujer me encontró una tuerca para el grifo que ni en mil años, y el marido me dijo como reparar el calentador de la casa de campo que había roto sin cobrarme nada.
Pero aquella mañana de entre elecciones entré en la fontanería y estaba la mujer con una amiga, yo había comprado un dosificador doble en aliexpres par el lavabo y fue a comprarles algo, entró él y sin mediar palabra me dijo "pero yo te mataría" y al mujer añadió como el que le quita valor y fulgurante "es de broma", me tuve que callar e irme, ese pudo ser otro golpe mortal, pues hasta la psicología forense establece penas de hasta 7 años por amenaza de fin, aunque entonce yo no lo supe.
Por último, estaba ya más tranquilo o fue el mismo día por la tarde, al china atendía a Helenio, un esquizofrénico que acababa de heredar mucho dinero de su padre y éste se encontraba tan nervioso que me dio miedo hasta mí, se ve que se había metido de todo y olía candidiasis, se acababa de casar, pero la china le hacía fiestas "no quiero llevarme esto, ero me lo llevo" dijo Helenio a la china. Yo, recién duchado, estudiante, tranquilo, limpio y comprando un tornillo para el dosificador doble del baño y la china me trató como a una cosa, aél como aun señor y a mí como a una cosa, no es justo, pero me lo eché a la chepa "no pasa nada, no pasa nada" salí pensando de allí. Pero sí pasa, si eres fiel a la religión del amor y piensas que el dinero l compra todo, compra a las mujeres, no es justo y mira cual es mi caso que aquella tarde me puse atrabajar como un burro en el dosificador doble del baño, hice una siesta y ya "le pedí a la serpiente que me picara" la serpiente y la copa.
Me levanté y seguí trabajando y cuando ya lo monté todo y seguía haciendo una gota de agua me vine abajo, no sé si cené algo, pero cogí la linterna, una caja de pastillas, un vaso de agua clara y puso otro vaso de agua con sal por si me arrepentía, sé como actúan los suicidas porque he estudiado psicología, y sé que es habitual que avisen. Yo no quise ni escribir una nota, ni alarmar "a la subjetividad", no sé si alguien me entiende.
Me metí debajo de la cama con la linterna y la caja de pastillas, las saqué una a una y melas puse ne le hueco de la mano, "algo" me dijo que me las tomara y me las eché de golpe a la boca y me las tragué de un solo sorbo. me acurruqué en la cama, mi último pensamiento fue "que por fin iba a descansar", había tenido hasta fatiga de combate, había comido hasta macarrones que me vendieron con la carne podrido, aparte la carne y me comí los macarrones, me estuve alimentado un año casi de dulces y donuts, no me atrevía más que ir al kiosco de la esquina y aquel año perdí peso...
Estoy vivo, después vino lo del humo, yo me quejé mucho, opino que la ultraderecha española pudo leer "la coyuntura mundial, los chinos han comprado muchas minas de oro y se quejan de que EEUU tenga abolido el patrón oro desde Nixon, vamos, "que tengan una fábrica de dinero". Entonces me despertó una mañana el teléfono, era la voz de una persona de la órbita soviética que me alertaba de que llamaba de parte de alguien, y que "pi, Marshal" 5 minutos antes de que llegase el repartidor de un supermercado al cual yo le había hecho la compra online.
Al día siguiente abrí un bote de albóndigas y mientras me lo estaba comiendo noté que tenía algo en mi boca, era un vidrio muy afilado, muy posiblemente con alicates, lo observé, lo deje a un lado y me terminé la albóndigas.
Lo nuclear del caso es que EEUU no dio un golpe en la mesa con el cobi19 para deshacerse de la guerra con China, un bichito de la gripe ya soló al mundo casi 100 años antes, en 1.918, pero la ultraderecha pudo sacar sus propias conclusiones y ponerse del lado de los EEUU y enviar "nutris". Pero al final del caso está que EEUU finaciaba a el islam moderado en su lucha contra la Yihat, pero EEUU es dos cosas, filantropo e interesado, filantropo porque siempre quiere salvar al mundo, o se siente en el papel "del protector", interesado en la medida en que son los abanderados del capitalismo. Para ellos subvencionar al islam moderado pudiera ser un Win - Win, pues empujaban la opinión que guardamos y defendemos casi todo me atrevería a decir en occidente, que el islam moderado es mejor, que las lapidaciones no son buenas y de paso podía pedir una compensación en petroleo.
Pero se ve que la Yihad debió enterarse y armar los ataques contra las torres gemelas, lo cual desató que su presidente de entonces, ya de por sí, puede que belicoso, decidiese emprender una guerra de venganza, aunque también redundando en lo mismo, en terminar quedándose con petróleo. Pero el islam y la Yihat pudieron ver que a EEUU "solo le importaba el petróleo" y que la subvención del islam moderado solo era una excusa para acabar haciendo lo que hicieron, adueñarse del petroleo de Irak.
Sin embargo sigo defendiendo que la defensa del islam moderado es la sensibilidad mayoritaria en occidente y que Estados Unidos pudo ver un win - win, si de algún modo pactó con alguno de estos países quedarse con parte de la explotación de reservas de petroleo si el islam moderado triunfaba en alguno de estos países y/o en todo el mundo. Fugazmente Francia puso dar la cara por EEUU haciendo caricaturas sobre el profeta de la religión del amor y lo pagó bastante caro, pero si, por poner un ejemplo, alguna feminista occidental se le preguntase qué opina sobre el islam radical, diría que es atroz, como atroz fue que la mujer del bazar chino me tratase a mí con desprecio y a una persona que no se encontraba en ese momento ni en sus propios cabales como a un señor, solo por el dinero.
