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Será en Octubre
¿Eres buen cliente? Estas son las cosas que los camareros odian que hagas en un bar
Trabajar de camarero es uno de los empleos más duros que existen. Cada día tienen que enfrentarse a todo tipo de situaciones y clientes. Esto es lo que más odian de ti
¿Eres buen cliente? Estas son las cosas que los camareros odian que hagas en un bar (EFE/Biel Aliño)
Por
El Confidencial
06/09/2022 - 15:10
Trabajar de cara al público es una de las actividades más complejas y que más habilidades requieren para desempeñar el trabajo de la manera más eficiente. Una buena presencia, empatía, amabilidad, capacidad resolutiva y humildad son, entre otras, las más destacadas. Los camareros, de esto, saben mucho ya que están expuestos al bombardeo diario de todo tipo de clientes.
Por respeto y amabilidad, muchos de ellos mantienen la máxima de que ‘el cliente siempre lleva la razón’, pero todos sabemos que eso no es cierto y que cierto tipo de clientes abusan de su estatus en el local para hacer o decir cosas molestas o inapropiadas. De entre todas, estas son las cosas que los camareros odian que los clientes hagan en un bar o restaurante.
La amarga queja de un camarero por las propinas: "Es un insulto"
El Confidencial
Una de ellas es la de sentarse en una mesa sin preguntar antes si hay lista de espera o está reservada para otras personas, sobre todo en las terrazas y en época estival. En caso de que te dejan escoger mesa, no elijas nunca la que no está recogida, ya que eso significa que están ocupados con otras cosas y no te atenderán tan deprisa como si eliges una mesa ya montada. Tampoco juntes mesas por iniciativa propia, espera que te den permiso para ello.
No trates al camarero como a un perro
Otro acto muy típico es el de llamar a los camareros con chasquido de dedos o un silbido, como si fueran un perro, o con expresiones tales como “tss” o “eh, tú” o eso de llamarse “jefe”, “chaval” o “guapa”. Lo mejor, como siempre, la educación y fórmulas como “disculpa” o “perdona” funcionan mucho mejor. Del mismo modo, no des órdenes y utiliza muletillas como “cuando puedas” o “¿te podría pedir otra cerveza?”. La amabilidad ante todo.
Asimismo, evita ser maleducado haciendo bromas de mal gusto o piropeando a las camareras, haciéndole partícipe de tus conversaciones cuando está hasta arriba de trabajo o ignorarle cuando te está hablando porque estás más pendiente del móvil o charlando con el resto de comensales. Cuando llegue con la comida, colabora para que puedan poner los platos encima de la mesa, dejando espacio libre.
Antes de pedir, lee la carta para evitar que el camarero tenga que repetirte los platos de memoria y no intentes hacer combinaciones a tu gusto si no te dan la opción. También debes evitar pedir por fascículos (intenta hacerlo todo de una vez) o pedir platos fuera de hora y la cocina ya está cerrada, y no alargues de más tu estancia en el restaurante por la noche, ya que los camareros también quieren acabar su trabajo cuanto antes y volver a casa a descansar.
La amabilidad y la educación son fundamentales a la hora de tratar con un camarero
A la hora de pedir la cuenta, si sois un grupo, lo mejor es que pague uno y el resto le haga un bizum, ya que de otra forma haréis perder mucho tiempo al camarero cobrando a cada uno por separado, sobre todo si el local está en hora punta. Aunque lo más irritante es cuando los clientes pretenden pagar solo lo que han consumido y que sea el camarero el que haga la cuenta de cabeza, algo que puede descuadrar el monto final en caja. Y no olvides dejar propina, los camareros siempre la agradecen.
Trabajar de camarero es uno de los empleos más duros que existen. Cada día tienen que enfrentarse a todo tipo de situaciones y clientes. Esto es lo que más odian de ti
Por
El Confidencial
06/09/2022 - 15:10
Trabajar de cara al público es una de las actividades más complejas y que más habilidades requieren para desempeñar el trabajo de la manera más eficiente. Una buena presencia, empatía, amabilidad, capacidad resolutiva y humildad son, entre otras, las más destacadas. Los camareros, de esto, saben mucho ya que están expuestos al bombardeo diario de todo tipo de clientes.
Por respeto y amabilidad, muchos de ellos mantienen la máxima de que ‘el cliente siempre lleva la razón’, pero todos sabemos que eso no es cierto y que cierto tipo de clientes abusan de su estatus en el local para hacer o decir cosas molestas o inapropiadas. De entre todas, estas son las cosas que los camareros odian que los clientes hagan en un bar o restaurante.
La amarga queja de un camarero por las propinas: "Es un insulto"
El Confidencial
Una de ellas es la de sentarse en una mesa sin preguntar antes si hay lista de espera o está reservada para otras personas, sobre todo en las terrazas y en época estival. En caso de que te dejan escoger mesa, no elijas nunca la que no está recogida, ya que eso significa que están ocupados con otras cosas y no te atenderán tan deprisa como si eliges una mesa ya montada. Tampoco juntes mesas por iniciativa propia, espera que te den permiso para ello.
No trates al camarero como a un perro
Otro acto muy típico es el de llamar a los camareros con chasquido de dedos o un silbido, como si fueran un perro, o con expresiones tales como “tss” o “eh, tú” o eso de llamarse “jefe”, “chaval” o “guapa”. Lo mejor, como siempre, la educación y fórmulas como “disculpa” o “perdona” funcionan mucho mejor. Del mismo modo, no des órdenes y utiliza muletillas como “cuando puedas” o “¿te podría pedir otra cerveza?”. La amabilidad ante todo.
Asimismo, evita ser maleducado haciendo bromas de mal gusto o piropeando a las camareras, haciéndole partícipe de tus conversaciones cuando está hasta arriba de trabajo o ignorarle cuando te está hablando porque estás más pendiente del móvil o charlando con el resto de comensales. Cuando llegue con la comida, colabora para que puedan poner los platos encima de la mesa, dejando espacio libre.
Antes de pedir, lee la carta para evitar que el camarero tenga que repetirte los platos de memoria y no intentes hacer combinaciones a tu gusto si no te dan la opción. También debes evitar pedir por fascículos (intenta hacerlo todo de una vez) o pedir platos fuera de hora y la cocina ya está cerrada, y no alargues de más tu estancia en el restaurante por la noche, ya que los camareros también quieren acabar su trabajo cuanto antes y volver a casa a descansar.
La amabilidad y la educación son fundamentales a la hora de tratar con un camarero
A la hora de pedir la cuenta, si sois un grupo, lo mejor es que pague uno y el resto le haga un bizum, ya que de otra forma haréis perder mucho tiempo al camarero cobrando a cada uno por separado, sobre todo si el local está en hora punta. Aunque lo más irritante es cuando los clientes pretenden pagar solo lo que han consumido y que sea el camarero el que haga la cuenta de cabeza, algo que puede descuadrar el monto final en caja. Y no olvides dejar propina, los camareros siempre la agradecen.