Israel Gracia
Madmaxista
Hace cerca de un año, un vecino de Siero (Asturias) denunció a los dueños de una explotación ganadera porque los mugidos de una de sus vacas, Carmina, que ahora tiene 15 meses, superaba el límite de decibelios permitidos.
El Ayuntamiento de Siero levantó acta de la denuncia y ha enviado esta semana una multa de 300 euros a los propietarios porque los mugidos de la ternerita alcanzaron los 74 decibelios, cuando el máximo permitido por ley es 55.
La progenitora de Carmina tuvo que ser sacrificada y ella “empezó a mugir mucho más porque, al sacrificar a la progenitora, tuvo que dejar de hacer cositas de forma drástica”, explica un responsable de la explotación a la Radiotelevisión del Principado de Asturias, a la vez que asegura que los mugidos solo duraron unos días.
Sin embargo, el vecino denunciante replica que se alargaron durante meses.
La multa ha sido recurrida y ahora el Ayuntamiento de la localidad hará una nueva medición para comprobar si los mugidos de la vaca superan los 55 decibelios permitidos por ley. Si no los supera, la multa se anulará.
Los propietarios de la explotación ganadera, con un total de 6 vacas, tienen 10 días para presentar alegaciones. Justifican los mugidos de la vaca porque tuvo que ser destetada ya que su progenitora tuvo que ser sacrificada por un problema de salud. Tienen los papeles que acreditan el parentesco entre animales y las fechas de la fin de la progenitora, sobre los días que se ejecuta la denuncia. En función de lo que resulte de la nueva medición de decibelios se continuará adelante con la sanción o no, a pesar de que los propietarios llevan décadas con animales en la zona.
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El Ayuntamiento de Siero levantó acta de la denuncia y ha enviado esta semana una multa de 300 euros a los propietarios porque los mugidos de la ternerita alcanzaron los 74 decibelios, cuando el máximo permitido por ley es 55.
La progenitora de Carmina tuvo que ser sacrificada y ella “empezó a mugir mucho más porque, al sacrificar a la progenitora, tuvo que dejar de hacer cositas de forma drástica”, explica un responsable de la explotación a la Radiotelevisión del Principado de Asturias, a la vez que asegura que los mugidos solo duraron unos días.
Sin embargo, el vecino denunciante replica que se alargaron durante meses.
La multa ha sido recurrida y ahora el Ayuntamiento de la localidad hará una nueva medición para comprobar si los mugidos de la vaca superan los 55 decibelios permitidos por ley. Si no los supera, la multa se anulará.
Los propietarios de la explotación ganadera, con un total de 6 vacas, tienen 10 días para presentar alegaciones. Justifican los mugidos de la vaca porque tuvo que ser destetada ya que su progenitora tuvo que ser sacrificada por un problema de salud. Tienen los papeles que acreditan el parentesco entre animales y las fechas de la fin de la progenitora, sobre los días que se ejecuta la denuncia. En función de lo que resulte de la nueva medición de decibelios se continuará adelante con la sanción o no, a pesar de que los propietarios llevan décadas con animales en la zona.
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