Fornicious Jr
Madmaxista
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Los disquetes fueron una unidad de almacenamiento muy popular en todo el planeta hace décadas tras su creación en 1971, pero llevan descontinuados desde 2011. De todos modos, su cese de fabricación no detuvo a los funcionarios japoneses de continuar usándolos hasta ahora, ya que recientemente la Agencia Digital nipona ha suprimido casi todas las normas que regulaban su uso.
Esto suponía un problema para la burocracia, ya que su espacio de almacenamiento es ridículamente inferior al de tecnologías actuales, como discos duros, servidores creados para guardar archivos o CDs. Tan baja es su capacidad que muchos disquetes no son capaces de ni almacenar imágenes actuales, puesto que varias pesan mucho más que el espacio del que disponen.
Por ello a mediados del pasado junio la Agencia Digital ya había suprimido las 1.034 normas que regulaban su uso. Solo queda una, relacionada con el reciclado de vehículos. Dicha agencia se formó en 2021, durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del el bichito-19, en una época que manifestó el aún uso de disquetes por parte del Gobierno para guardar pruebas e información sobre la banderilla.
Uno de los principales responsables del fin del disquete es Taro Kono, ministro de Asuntos Digitales. "¡Hemos ganado la guerra a los disquetes el 28 de junio!" declaró a Reuters. El popular mandatario nipón no solo ha extinguido los disquetes, sino que también apuesta por detener el uso de faxes y otras tecnologías analógicas en la Administración japonesa.
Que aún se empleasen disquetes en 2024 prueba que aunque Japón resulta muy avanzada en ciencia y tecnología para ciertos asuntos —como la lucha contra la contaminación espacial o el uso de apps para detectar el dolor en gatos— en otros estaba estancada.
"Hemos ganado la guerra a los disquetes"
Los disquetes ralentizan cualquier proceso debido a su mínima capacidad de almacenamiento. Pese a ello, los funcionarios japoneses continuaban usándolos debido a la tradición y a asegurarse de que cualquier procedimiento estaba bien guardado, porque aunque los documentos pudiesen almacenarse en nube, sus normas continuaban permitiendo el uso de disquetes.Esto suponía un problema para la burocracia, ya que su espacio de almacenamiento es ridículamente inferior al de tecnologías actuales, como discos duros, servidores creados para guardar archivos o CDs. Tan baja es su capacidad que muchos disquetes no son capaces de ni almacenar imágenes actuales, puesto que varias pesan mucho más que el espacio del que disponen.
Por ello a mediados del pasado junio la Agencia Digital ya había suprimido las 1.034 normas que regulaban su uso. Solo queda una, relacionada con el reciclado de vehículos. Dicha agencia se formó en 2021, durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del el bichito-19, en una época que manifestó el aún uso de disquetes por parte del Gobierno para guardar pruebas e información sobre la banderilla.
Uno de los principales responsables del fin del disquete es Taro Kono, ministro de Asuntos Digitales. "¡Hemos ganado la guerra a los disquetes el 28 de junio!" declaró a Reuters. El popular mandatario nipón no solo ha extinguido los disquetes, sino que también apuesta por detener el uso de faxes y otras tecnologías analógicas en la Administración japonesa.
Que aún se empleasen disquetes en 2024 prueba que aunque Japón resulta muy avanzada en ciencia y tecnología para ciertos asuntos —como la lucha contra la contaminación espacial o el uso de apps para detectar el dolor en gatos— en otros estaba estancada.
