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Tenso desahucio en Barcelona de una pareja que vivía en un piso de una oenegé vinculada a Càritas
POBREZA
Decenas de personas convocadas por el Sindicat de l'Habitatge de Sant Andreu se han concentrado esta mañana delante de la casa para intentar impedir el desalojo
Los Mossos han sacado uno por uno a los manifestantes agrupados en la puerta del inmueble
Foment de l'Habitatge Social denuncia que los ocupantes incumplían las condiciones pactadas desde el 2017
Caritas
A la derecha, Maia Kurdovadze, la mujer desalojada esta mañana junto a miembros del Sindicat de l'Habitatge de Sant Andreu Miquel González/ Shooting
Rosa M. Bosch
Barcelona
18/05/2022 15:29 Actualizado a 18/05/2022 15:38
El segundo intento presencial de desahucio, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, de la pareja integrada por Maia Kurdovadze y León Vephkhvia se ha materializado hoy, hacia las dos de la tarde, a instancias de la Fundació Foment de l'Habitatge Social vinculada a Càritas Diocesana. Los Mossos d'Esquadra han sido requeridos para ejecutar el desalojo ante la oposición de decenas de personas convocadas por el Sindicat de l'Habitatge de Sant Andreu, que apoya a esta familia desde que se iniciaron los trámites para proceder a su expulsión por incumplimiento de las condiciones pactadas con la entidad social.
La comitiva judicial se ha dispuesto a materializar la orden de desahucio, pasadas las 11:30 de esta mañana, pero miembros del sindicato le han vetado la entrada a la vez que han exigido un piso para la pareja descartando la opción de trasladarla a una pensión o a un albergue. Tras una media hora de negociación no se ha llegado a ningún acuerdo y un grupo de personas se ha concentrado delante de la puerta del inmueble, en el número 88 de la calle Pons i Galarza, ante lo que efectivos de los Brimo y de los Arro han ido sacándolos uno por uno e identificándolos. Una persona se ha desvanecido y ha sido evacuada por una ambulancia.
Desnonament a una casa de la Fundació Foment de l'Habitatge Social de Càritas
Personas que se han concentrado delante del inmueble Miquel Gonzalez/ Shooting
Durante toda la mañana, los manifestantes han gritado proclamas contra Càritas. El desalojo ha culminado hoy después de que resultaran infructuosas todas las negociaciones para llegar a un acuerdo. Las versiones facilitadas por la entidad que gestiona esta casa, de dos plantas y con un jardín, y el Sindicat de l'Habitatge, que actúa como portavoz de la pareja, no coinciden. Mientras los primeros apuntan que desde el 2017, dos años después de que entraran en la vivienda a propuesta de Cáritas, "empezaron a incumplir el plan de trabajo acordado, además de detectarse diversas problemáticas de convivencia con los vecinos, de insalubridad y dejar de pagar el alquiler social, unos 280 euros mensuales, y las facturas elevadísimas de los suministros", los activistas niegan tales afirmaciones.
Desallotjament
León antes del desalojo Miquel González/ Shooting
La fundación y Càritas asumieron entonces los gastos generados y los educadores sociales de las dos entidades "intentaron acometer un nuevo plan con la pareja sin éxito". Hasta el 2019, el hogar acogía, además de a Maia y León, a otras cuatro personas, dos adultos y dos menores, que abandonaron el inmueble.
León, originario de Georgia, tiene ocupaciones esporádicas y su mujer cuida a personas mayores.
En Can Caralleu
La fundación dice que les ofreció un piso más pequeño que rechazaron
Càritas y la fundación explican que al quedarse únicamente la pareja en una casa de ocho plazas les ofrecieron reubicarlos en un piso más pequeño en Can Caralleu, y abordar un nuevo plan de trabajo o pagarles la fianza de otra vivienda y una ayuda económica para sufragar el coste de la mudanza. Esta propuesta no consta por escrito y Maia y León niegan que se haya producido.
Lista de espera de 27 familias para tener una vivienda social
A partir de ese momento, en el 2019, se quiebran las relaciones entre ambas partes y las oenegés recurren a la autoridad judicial. Otro argumento aludido es la necesidad de disponer, lo antes posible, de este inmueble pues en la lista de espera de 27 familias para acceder a un piso social hay cinco familias con menores a cargo sin hogar.
El primer intento de desahucio, en marzo del 2021, se suspende por la el bichito y el estado de alarma. El segundo, previsto para el 16 de julio del mismo año, vuelve a posponerse tres días antes al alcanzarse un acuerdo. El documento firmado en esa fecha establece que la pareja dejará la casa como máximo el 5 de noviembre, que Càritas asumirá la deuda, que en ese momento ascendía a 30.000 euros, y que, en el caso de que el sindicato no encontrara ninguna vivienda, les abonaría una ayuda equivalente a un máximo de tres meses de alquiler en la misma zona.
Desnonament a una casa de la Fundació Foment de l'Habitatge Social de Càritas
La pareja se abraza al constatar que se procedería al desalojo Miquel Gonzalez/ Shooting
Llegado el día estipulado, los ocupantes piden un aplazamiento hasta el 31 de enero siguiente pero tampoco en esa fecha "ni la familia ni el sindicato atienden los requerimientos por lo que se da por incumplido el pacto y la fundación procede a informar al juez", siempre según la versión facilitada por los demandantes. Hasta hoy, que se ha procedido al desahucio ante las protestas de decenas de personas.
Pedazo de casa por 280 euros seguro que realquilaban.
Con trabajo y no pagaban 280 míseros euros .
Esa gente viene a vivir del cuento pagar las facturas es de remeros.
