castguer
Madmaxista
En una de esas noches oscuras, por no llamarlas negras, que el egocentrista Sánchez Dragó se empeña en titular noches blancas, uno de los participantes, Javier Esteban, promocionó La Fiera. Hubo algunos comentarios, casi todos elogiosos, por parte de los participantes y dos pequeñas críticas. El promocionante sostuvo que la crítica acompasada era demasiado fácil, que quizás todos los textos podían ser demolidos a partir de ese tipo de crítica. Quizás sí, y quizás no. La otra crítica vino de la inefable Espido Freire que, por cierto, iba elegantísima, la melena recogida en cola de caballo, muy bien maquillada y poniendo ojos soñadores, muy bonita la niña, de verdad, y dijo esta maravilla de mujer, que la crítica de La Fiera tenía un defecto capital, olvidaba el simbolismo del texto. Creo entender que nuestra atildada crítica, venía a decir que La Fiera olvidaba los significados del texto, y se fijaba demasiado en el significante, en la forma.
El problema, querida niña bonita, consiste en que la mayor parte de los textos criticados aquí, carecen pura y simplemente de significado, o el que tienen no pasa de ser una búsqueda de verosimilitud entre lo narrado y lo que se quiere contar. Carecen de símbolos, alegorías, la verdad es que no quieren significar, se limitan a contar sin más trascendencia.
Sería muy duro por mi parte, querida Espido, decirte y hasta demostrarte, que tus novelas no hay ninguna posibilidad de leerlas al nivel simbólico, como tú sostienes, que no aludes a nada, que nunca quieres decir más de lo que dices porque, ay querida niña bonita, me temo que no tienes nada que decir. Hay novelas que, aunque contadas, dejan un espacio a la reflexión, con las tuyas no hay manera, leídas se consumen en la memoria, nada hay que recordar porque lo dijiste todo y el todo que dijiste, no pasó de ser una anécdota trabajosamente contada, y nada más...................
Espido Freire, la forma sin significado | Demos
El problema, querida niña bonita, consiste en que la mayor parte de los textos criticados aquí, carecen pura y simplemente de significado, o el que tienen no pasa de ser una búsqueda de verosimilitud entre lo narrado y lo que se quiere contar. Carecen de símbolos, alegorías, la verdad es que no quieren significar, se limitan a contar sin más trascendencia.
Sería muy duro por mi parte, querida Espido, decirte y hasta demostrarte, que tus novelas no hay ninguna posibilidad de leerlas al nivel simbólico, como tú sostienes, que no aludes a nada, que nunca quieres decir más de lo que dices porque, ay querida niña bonita, me temo que no tienes nada que decir. Hay novelas que, aunque contadas, dejan un espacio a la reflexión, con las tuyas no hay manera, leídas se consumen en la memoria, nada hay que recordar porque lo dijiste todo y el todo que dijiste, no pasó de ser una anécdota trabajosamente contada, y nada más...................
Espido Freire, la forma sin significado | Demos