Escombridos
Madmaxista
- Desde
- 8 Mar 2022
- Mensajes
- 5.742
- Reputación
- 8.642
LOS ESCLAVOS ESPAÑOLES DE ÁFRICA
El cuadro aquí presentado, “Una esclava en venta” de José Jiménez de Aranda, pintado a finales del siglo XIX, nos viene muy bien para representar un tema no muy conocido, pero que tuvo una gran importancia, el de los esclavos españoles de Berbería (norte de África).
Desde el siglo XV hasta el XIX, piratas berberiscos asaltaron las costas españolas y europeas (razias), desde el mediterráneo hasta Islandia, capturando y esclavizando durante este periodo a más de un millón de personas. El destino de estos hombres y mujeres secuestrados era ser vendidos en un mercado esclavista importante como el de Argel. En este tipo de mercados, se pagaba un mayor precio por aquellos que tenían las manos suaves, ello denotaba que no habían trabajado, que poseían una situación económica cómoda y por tanto, podían ser intercambiados por un suculento rescate. Al resto, la vida les deparaba un perversos destino, las mujeres por lo general eran compradas para formar partes de harenes o alimentar las plantillas de los prostíbulos, los hombres eran destinados la mayoría a galeras (el peor destino posible en esa época) o a realizar trabajos físicos extenuantes.
Es de resaltar la motivación especial que tenían muchos de estos piratas para cometer estas razias y de la que da cuenta Sidi Haji Abdrahaman, embajador de Trípoli en Londres. Al ser cuestionado en 1785 por el motivo por el cual seguían capturando europeos cristianos para ser esclavizados, él respondió; “estaba escrito en el Corán que todas las naciones que no habían respondido al llamado del Islam eran pecadoras, por lo tanto era su derecho y su deber hacerles la guerra santa dondequiera que los encontrase y hacer esclavos de todo los que podían tomar como prisioneros, y que todo aquel de la religión del amor que muriera en batalla iría al Paraíso de seguro".
Esta respuesta denota el carácter especial de este esclavismo; mientras el comercio de esclavos tras*atlántico (mucho más importante por número de personas esclavizadas) era fundamentalmente de carácter económico, el realizado por los piratas berberiscos se fundamentaba en el aspecto religioso, además del económico.
Entre los muchos españoles que fueron capturados destaca el insigne escritor Miguel de Cervantes. El autor del Quijote desembarcó preso en Argel con 28 años, en 1575 y regresó a España cinco años después, en 1580, gracias al pago de su rescate. En ese periodo, Miguel de Cervantes intentó fugarse hasta en cuatro ocasiones de una ciudad que ya era el mayor nido de piratas en el Mediterráneo y que contaba con más de 25.000 cristianos presos.
Por cierto, si os preguntáis qué pone en el cartel en griego que cuelga del cuello de la muchacha, se lee; “Rosa, 18 años, 800 monedas”.
El cuadro aquí presentado, “Una esclava en venta” de José Jiménez de Aranda, pintado a finales del siglo XIX, nos viene muy bien para representar un tema no muy conocido, pero que tuvo una gran importancia, el de los esclavos españoles de Berbería (norte de África).
Desde el siglo XV hasta el XIX, piratas berberiscos asaltaron las costas españolas y europeas (razias), desde el mediterráneo hasta Islandia, capturando y esclavizando durante este periodo a más de un millón de personas. El destino de estos hombres y mujeres secuestrados era ser vendidos en un mercado esclavista importante como el de Argel. En este tipo de mercados, se pagaba un mayor precio por aquellos que tenían las manos suaves, ello denotaba que no habían trabajado, que poseían una situación económica cómoda y por tanto, podían ser intercambiados por un suculento rescate. Al resto, la vida les deparaba un perversos destino, las mujeres por lo general eran compradas para formar partes de harenes o alimentar las plantillas de los prostíbulos, los hombres eran destinados la mayoría a galeras (el peor destino posible en esa época) o a realizar trabajos físicos extenuantes.
Es de resaltar la motivación especial que tenían muchos de estos piratas para cometer estas razias y de la que da cuenta Sidi Haji Abdrahaman, embajador de Trípoli en Londres. Al ser cuestionado en 1785 por el motivo por el cual seguían capturando europeos cristianos para ser esclavizados, él respondió; “estaba escrito en el Corán que todas las naciones que no habían respondido al llamado del Islam eran pecadoras, por lo tanto era su derecho y su deber hacerles la guerra santa dondequiera que los encontrase y hacer esclavos de todo los que podían tomar como prisioneros, y que todo aquel de la religión del amor que muriera en batalla iría al Paraíso de seguro".
Esta respuesta denota el carácter especial de este esclavismo; mientras el comercio de esclavos tras*atlántico (mucho más importante por número de personas esclavizadas) era fundamentalmente de carácter económico, el realizado por los piratas berberiscos se fundamentaba en el aspecto religioso, además del económico.
Entre los muchos españoles que fueron capturados destaca el insigne escritor Miguel de Cervantes. El autor del Quijote desembarcó preso en Argel con 28 años, en 1575 y regresó a España cinco años después, en 1580, gracias al pago de su rescate. En ese periodo, Miguel de Cervantes intentó fugarse hasta en cuatro ocasiones de una ciudad que ya era el mayor nido de piratas en el Mediterráneo y que contaba con más de 25.000 cristianos presos.
Por cierto, si os preguntáis qué pone en el cartel en griego que cuelga del cuello de la muchacha, se lee; “Rosa, 18 años, 800 monedas”.