España y las Españas: Una contradicción secular

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20 Jul 2016
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Tartessos
Bueno, hace tiempo que no escribo sobre ningún tema "serio" en este foro, pero últimamente, a raíz de todo esto del asunto catalán, he venido haciendo una serie de reflexiones que me gustaría comentar aquí, así que empecemos.
En primer lugar aclarar que no soy un conocedor en profundidad de la historia de España, pero sí que he tenido mucho interés en ella, así que me veo legitimado para plasmar estos pensamientos, si bien, estoy abierto a que me corrijáis y me contradigais, como no podía ser de otro modo. Dicho esto, empiezo.
Cuando uno observa la historia de España, y no solo su historia, también su geografía, se da cuenta de una contradicción muy evidente. En primer lugar, basta con echar una ojeada al mapa de Europa para darse cuenta de que las fronteras de lo que los romanos conocían como Hispania, o sea, la península ibérica, están bastante bien definidas y podemos hablar de que constituye una clara unidad: A un lado el Atlántico, al otro el Mediterráneo, al norte los Pirineos y al sur el estrecho de Gibraltar. De hecho, esta característica de nuestro territorio ha tenido una repercusión en la historia, pues pareciera como si los grandes estados que aparecen en la península con el paso del tiempo acaban encajándose en estas fronteras, es decir, reproduciendo ellos mismos esa unidad de la que hablaba, pongo unos cuantos ejemplos: Sobre el 418 se funda el Reino Visigodo en el sur de las Galias, que sería primero de Tolosa, y este con el paso del tiempo se expande hacia el sur, hacia Hispania y como decía, será aquí donde el reino se quede "atrapado", pues tras la batalla de Vouillé en el 507, el sur de las Galias fue perdido y paso a convertirse dicho Reino en el de Toledo, ya con un carácter marcadamente hispano, además, bajo Leovigildo se completaría dicha unidad hispana las conquistas del Reino Suevo y los territorios vascones.
Más adelante el Reino Visigodo cayó a manos de los Omeyas, de forma que la penísula pasaría ahora a ser territorio islámico, unida bajo un mismo califato a Persia, Arabia, la Mauritania... Y aquí también acabaría demostrándose la singuaridad hispana, cuando en el 756, con la caída de los Omeyas de Damasco y la subida al poder de los Abasíes de Bagdag, el emirato de Córdoba se independizó del califato de Bagdag bajó la figura de un superviviente de los Omeyas, Abderramán I. Cierto es que no sería el único territorio en escapar del poder del califa, es decir, los bereberes ya se rebelaron en el 739 si no me falla la memoria y se constituyeron algunas entidades independientes en jovenlandia, pero la singularidad hispánica acaba llendo más allá, al acabar convirtiéndose al-Ándalus en un territorio independiente no solo desde el punto de vista político, sino también religioso tras la proclamación del Califato de Córdoba en el 929.
También podemos hablar de como la Corona de Aragón se convirtió en una entidad más ibérica/hispánica que otra cosa al perder los territorios al otro lado de los Pirineos, a raíz de la batalla de Muret de 1213, enmarcada en la Cruzada albigense. En fin, podríamos poner más ejemplos, pero creo que se ha entendido lo que quería tras*mitir, que Hispania ha formado una entidad diferenciada a lo largo de la historia con respecto a su entorno.
He dado una razón puramente geográfica de esta singularidad, pero lo geográfico por sí solo no basta (Si bien eso no quita su importancia), es decir, cuando tratamos temas históricos, hablamos de personas y sus respectivas culturas, no de territorios (Bueno, hablamos de los territorios pero siempre y cuando sean el escenario de una sociedad, creo que me entendéis). Por tanto creo que podemos señalar una serie de circunstancias culturales que crean esa singularidad hispánica, empezando por el sustrato celtíbero de la península y siguiendo por la creación de la diócesis de Hispania por los romanos (Que incluía la Mauritania Tingitana, quizás ello haya contribuído en gran medida a que en muchas ocasiones el norte del actual jovenlandia sea considerado parte de la Hispanidad), además por supuesto de la creación del Reino Visigodo de Toledo, cuyo recuerdo sería empleado por los reyes cristianos para legitimar sus conquistas contra los fiel a la religión del amores.
Por tanto esta singularidad, dado que es una singularidad de la península en su conjunto, acaba legitimando para muchos una unidad de España, pero muchos otros no tienen esto tan claro. Hablábamos al principio de la posición geográfica de la península, que le da una gran singularidad y unidad, pero es que esa misma posición entre Europa, África y al final del Mediterráneo, propicia que la península ibérica se vea sometida a influencias culturales muy diversas, creo que merece la pena detenerse a enumerar algunas de estas influencias, para que se vea el origen tan diverso de ellas. Empezemos fijándonos en el norte de África, donde, desde el 6000 a.C habita el pueblo berebere, pues bien, según diversos autores, los íberos y los vascos serían de pueblos de origen berebere. Pero es que también observamos una influencia proveniente de la Europa central, más posterior, encarnada en los celtas, que recordermos que, aunque hoy en día no se hablen lenguas célticas en la península ibérica, el sustrato lingüístico está ahí, y ademas, la conciencia céltica permanece, aunque sea solo en el nombre de varias regiones del norte (Galicia, Asturias y Cantabria). Después está la influencia griega y fenicia, esta última muy importante, pues fenicias son varias ciudades como Ibiza o Cádiz, aparte de que el propio nombre de Hispania parece derivar del fenicio Isphanim. Después está la influencia romana, claramente determinante, la influencia visigoda, carolingia (Muy importante en el caso de Cataluña, de hecho el condado de Barcelona es de origen franco), árabe (De cierta importancia sobre todo en Andalucía: Arquitectura, topónimos...) berebere nuevamente, eslava (Hubo reinos de taifas dominados por dinastías eslavas, sobre todo en el Levante), en suma, un gran numero de influencias de zonas tan alejadas como Europa central, el norte de África o el Levante mediterráneo. Todo país ha recibido influencias foráneas, pero en el caso español, estas influencias han creado una gran diversidad cultural en el interior de España que hace que la unidad hispánica a la que antes hacíamos referencia pueda quedar en entredicho. Por esto, creo que se puede hablar de una lucha secular entre España, en singular, y las Españas, en plural.
Una lucha mítica que se inicia por lo menos en el período visigodo (Aunque hunde sus raíces más atrás) y que no podría existir si los pueblos que componen las Españas no tuviesen un arraigado sentimiento de independencia y resistencia. Comparemos los dos siglos que tardaron los romanos en conquistar Hispania con los pocos años que emplearon para someter Egipto. Y tiene sentido ese sentimiento de independencia si tenemos en cuenta que los pueblos de Hispania eran muchos de ellos celtas, pensemos en el caso de Gran Bretaña y en los problemos que los celtas han dado a la hora de ser dominados, desde Boadicea hasta el IRA, pasando por Owayn Glyndwr. Y los que no eran celtas eran en su mayoría de origen al parecer berebere, y por algo los bereberes en el norte de África se llaman a sí mismos imazighen (Hombres libres), solo hace falta pensar en la cantidad de problemas que también ellos han dado a las potencias: los circunceliones, la reina Kahina, las revueltas bereberes contra los dominadores árabes, la guerra del Rif...
Y podemos constatar como a lo largo de la historia de España se contraponen la unidad y la pluralidad con gran intensidad, unas veces de forma velada y otras de forma abierta, violenta y apasionada. Ni siquiera los califas de Córdoba, con toda su majestuosidad y autoridad pudieron escapar a esta lógica fatal de nuestra historia. Y por lo mismo que los sucesores de Mahoma cayeron, a punto estuvo de disolverse como un azucarillo el Imperio del Rey Planeta, y en parte efectivamente cayó, con la independencia de Portugal. Numerosos nombres y episodios hacen referencia a este conflicto de una forma u otra: Leovigildo, Abderramán, los reinos de Taifas, los Reyes Católicos, las alteraciones de Aragón, els segadors, Felipe V, Carlos María Isidro, Joan Fuster, ETA, GAL, Puigdemont, Rajoy...
¿Pero España y las Españas, de verdad están siempre destinadas a la contradicción? ¿Se puede imponer una sobre la otra? ¿Se podría hallar una síntesis entre ambas? Yo la verdad es que ya he pensado bastante, así que ahora les toca a ustedes reflexionar sobre esta cuestión, si eso, ya otro día meditaré más en profundidad sobre el asunto. Pero en todo caso, lo que pretendo que entendáis es que, al menos en mi opinión, todo esto del asunto catalán (Y de otras regiones) es algo mucho más profundo que "burgueses catalanistas (O de la región correspondiente)" por un lado y "de derechass españolistas" por el otro.
Dicho esto, un saludo a todos.

diocesis-hispaniarum1.png
 
Bueno, hace tiempo que no escribo sobre ningún tema "serio" en este foro, pero últimamente, a raíz de todo esto del asunto catalán, he venido haciendo una serie de reflexiones que me gustaría comentar aquí, así que empecemos:

En primer lugar aclarar que no soy un conocedor en profundidad de la historia de España, pero sí que he tenido mucho interés en ella, así que me veo legitimado para plasmar estos pensamientos, si bien, estoy abierto a que me corrijáis y me contradigais, como no podía ser de otro modo. Dicho esto, empiezo.

Cuando uno observa la historia de España, y no solo su historia, también su geografía, se da cuenta de una contradicción muy evidente. En primer lugar, basta con echar una ojeada al mapa de Europa para darse cuenta de que las fronteras de lo que los romanos conocían como Hispania, o sea, la península ibérica, están bastante bien definidas y podemos hablar de que constituye una clara unidad: A un lado el Atlántico, al otro el Mediterráneo, al norte los Pirineos y al sur el estrecho de Gibraltar. De hecho, esta característica de nuestro territorio ha tenido una repercusión en la historia, pues pareciera como si los grandes estados que aparecen en la península con el paso del tiempo acaban encajándose en estas fronteras, es decir, reproduciendo ellos mismos esa unidad de la que hablaba, pongo unos cuantos ejemplos:

Sobre el 418 se funda el Reino Visigodo en el sur de las Galias, que sería primero de Tolosa, y este con el paso del tiempo se expande hacia el sur, hacia Hispania y como decía, será aquí donde el reino se quede "atrapado", pues tras la batalla de Vouillé en el 507, el sur de las Galias fue perdido y paso a convertirse dicho Reino en el de Toledo, ya con un carácter marcadamente hispano, además, bajo Leovigildo se completaría dicha unidad hispana las conquistas del Reino Suevo y los territorios vascones.

Más adelante el Reino Visigodo cayó a manos de los Omeyas, de forma que la penísula pasaría ahora a ser territorio islámico, unida bajo un mismo califato a Persia, Arabia, la Mauritania... Y aquí también acabaría demostrándose la singuaridad hispana, cuando en el 756, con la caída de los Omeyas de Damasco y la subida al poder de los Abasíes de Bagdag, el emirato de Córdoba se independizó del califato de Bagdag bajó la figura de un superviviente de los Omeyas, Abderramán I. Cierto es que no sería el único territorio en escapar del poder del califa, es decir, los bereberes ya se rebelaron en el 739 si no me falla la memoria y se constituyeron algunas entidades independientes en jovenlandia, pero la singularidad hispánica acaba llendo más allá, al acabar convirtiéndose al-Ándalus en un territorio independiente no solo desde el punto de vista político, sino también religioso tras la proclamación del Califato de Córdoba en el 929.

También podemos hablar de como la Corona de Aragón se convirtió en una entidad más ibérica/hispánica que otra cosa al perder los territorios al otro lado de los Pirineos, a raíz de la batalla de Muret de 1213, enmarcada en la Cruzada albigense. En fin, podríamos poner más ejemplos, pero creo que se ha entendido lo que quería tras*mitir, que Hispania ha formado una entidad diferenciada a lo largo de la historia con respecto a su entorno.

He dado una razón puramente geográfica de esta singularidad, pero lo geográfico por sí solo no basta (Si bien eso no quita su importancia), es decir, cuando tratamos temas históricos, hablamos de personas y sus respectivas culturas, no de territorios (Bueno, hablamos de los territorios pero siempre y cuando sean el escenario de una sociedad, creo que me entendéis). Por tanto creo que podemos señalar una serie de circunstancias culturales que crean esa singularidad hispánica, empezando por el sustrato celtíbero de la península y siguiendo por la creación de la diócesis de Hispania por los romanos (Que incluía la Mauritania Tingitana, quizás ello haya contribuído en gran medida a que en muchas ocasiones el norte del actual jovenlandia sea considerado parte de la Hispanidad), además por supuesto de la creación del Reino Visigodo de Toledo, cuyo recuerdo sería empleado por los reyes cristianos para legitimar sus conquistas contra los fiel a la religión del amores.

Por tanto esta singularidad, dado que es una singularidad de la península en su conjunto, acaba legitimando para muchos una unidad de España, pero muchos otros no tienen esto tan claro.

Hablábamos al principio de la posición geográfica de la península, que le da una gran singularidad y unidad, pero es que esa misma posición entre Europa, África y al final del Mediterráneo, propicia que la península ibérica se vea sometida a influencias culturales muy diversas, creo que merece la pena detenerse a enumerar algunas de estas influencias, para que se vea el origen tan diverso de ellas. Empezemos fijándonos en el norte de África, donde, desde el 6000 a.C habita el pueblo berebere, pues bien, según diversos autores, los íberos y los vascos serían de pueblos de origen berebere. Pero es que también observamos una influencia proveniente de la Europa central, más posterior, encarnada en los celtas, que recordermos que, aunque hoy en día no se hablen lenguas célticas en la península ibérica, el sustrato lingüístico está ahí, y ademas, la conciencia céltica permanece, aunque sea solo en el nombre de varias regiones del norte (Galicia, Asturias y Cantabria).

Después está la influencia griega y fenicia, esta última muy importante, pues fenicias son varias ciudades como Ibiza o Cádiz, aparte de que el propio nombre de Hispania parece derivar del fenicio Isphanim.

Después está la influencia romana, claramente determinante, la influencia visigoda, carolingia (Muy importante en el caso de Cataluña, de hecho el condado de Barcelona es de origen franco), árabe (De cierta importancia sobre todo en Andalucía: Arquitectura, topónimos...) berebere nuevamente, eslava (Hubo reinos de taifas dominados por dinastías eslavas, sobre todo en el Levante), en suma, un gran numero de influencias de zonas tan alejadas como Europa central, el norte de África o el Levante mediterráneo.

Todo país ha recibido influencias foráneas, pero en el caso español, estas influencias han creado una gran diversidad cultural en el interior de España que hace que la unidad hispánica a la que antes hacíamos referencia pueda quedar en entredicho. Por esto, creo que se puede hablar de una lucha secular entre España, en singular, y las Españas, en plural.

Una lucha mítica que se inicia por lo menos en el período visigodo (Aunque hunde sus raíces más atrás) y que no podría existir si los pueblos que componen las Españas no tuviesen un arraigado sentimiento de independencia y resistencia. Comparemos los dos siglos que tardaron los romanos en conquistar Hispania con los pocos años que emplearon para someter Egipto. Y tiene sentido ese sentimiento de independencia si tenemos en cuenta que los pueblos de Hispania eran muchos de ellos celtas, pensemos en el caso de Gran Bretaña y en los problemos que los celtas han dado a la hora de ser dominados, desde Boadicea hasta el IRA, pasando por Owayn Glyndwr. Y los que no eran celtas eran en su mayoría de origen al parecer berebere, y por algo los bereberes en el norte de África se llaman a sí mismos imazighen (Hombres libres), solo hace falta pensar en la cantidad de problemas que también ellos han dado a las potencias: los circunceliones, la reina Kahina, las revueltas bereberes contra los dominadores árabes, la guerra del Rif...

Y podemos constatar como a lo largo de la historia de España se contraponen la unidad y la pluralidad con gran intensidad, unas veces de forma velada y otras de forma abierta, violenta y apasionada. Ni siquiera los califas de Córdoba, con toda su majestuosidad y autoridad pudieron escapar a esta lógica fatal de nuestra historia. Y por lo mismo que los sucesores de Mahoma cayeron, a punto estuvo de disolverse como un azucarillo el Imperio del Rey Planeta, y en parte efectivamente cayó, con la independencia de Portugal. Numerosos nombres y episodios hacen referencia a este conflicto de una forma u otra: Leovigildo, Abderramán, los reinos de Taifas, los Reyes Católicos, las alteraciones de Aragón, els segadors, Felipe V, Carlos María Isidro, Joan Fuster, ETA, GAL, Puigdemont, Rajoy...

¿Pero España y las Españas, de verdad están siempre destinadas a la contradicción? ¿Se puede imponer una sobre la otra? ¿Se podría hallar una síntesis entre ambas? Yo la verdad es que ya he pensado bastante, así que ahora les toca a ustedes reflexionar sobre esta cuestión, si eso, ya otro día meditaré más en profundidad sobre el asunto. Pero en todo caso, lo que pretendo que entendáis es que, al menos en mi opinión, todo esto del asunto catalán (Y de otras regiones) es algo mucho más profundo que "burgueses catalanistas (O de la región correspondiente)" por un lado y "de derechass españolistas" por el otro.

Dicho esto, un saludo a todos.

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espero que mañana los Reyes Magos te traigan un punto y aparte tan grande como el guantazo que te llevarías si yo fuése tu profesor de lengua.
 
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