castguer
Madmaxista
La alianza de socialistas catalanes, vascongados y gallegos con el radicalismo secesionista no es ocasional ni oportunista, aunque sea insaciable su apetito de poder y de disfrute sin tino de sus goces. El tocomocho de las “nacionalidades” anida en lo más profundo de sus cerebros y responde a una fervorosa asunción de la dependencia iluminista. La ambigüedad de Francisco López tras los resultados electorales no logra esconder su nostalgia y de los suyos por los tiempos en que cogobernaron con la caverna independentista o negociaron con el terrorismo etarra . Tiene que atarse bien los machos Basagoiti en la negociación con López si no quiere que el PP vascongado salga cornudo y apaleado del maridaje. Y aceptar que su posición sería aún más sólida de no haberse avenido a dejar en la cuneta a María San Gil. López es de la misma catadura de Herrero de Miñón, Solé Tura, ambos más inteligentes que él, y de los amontillados. Tratar con López, tan nacionalista como Ibarreche, sin encadenarlo de pies y manos equivale a darle la llave y la clave de la caja fuerte a un ladrón irrecuperable.
Demos
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