cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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La esa época en el 2020 de la que yo le hablo primero, y ahora la inflación desbocada, están haciendo que la tradicional caña de cerveza, tan asociada a la barra de bar en nuestro país, esté desapareciendo de algunos establecimientos. Su consumo se ha desplomado un 7%, está perdiendo peso en la facturación de los negocios y algunos incluso la han eliminado de su oferta. No ayuda que el precio se haya incrementado un 7% en un año.
© EFEUn camarero sirve cervezas en una terraza en Madrid
El consumo de cañas suponía el 21,6% de la facturación por barril en un establecimiento de hostelería en julio de 2019, antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. En el mismo mes de 2021, año en el que la hostelería estaba sometida a restricciones, se redujo al 14,5%. Hoy, con los bares ya sin limitaciones, está en el 14,3%, según datos de Horeca Digital Lab Nielsen, que registra los ticket en establecimientos de hostelería.
Son siete puntos menos que antes del el bichito. Por el contrario, el consumo de las copas grandes ha crecido un 10%, pues pasado de representar el 67% en julio de 2019 al 77% en el mismo mes de este año.
Es decir, que si antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de cada 10 euros que nos gastábamos en cerveza dos eran en cañas y ocho en dobles, ahora apenas es un euro y medio de cada 10. «El mayor consumo en terraza y la oferta de los bares ha hecho crecer el peso de este formato grande dentro del consumo de barril, en detrimento del pequeño», explica Celia Rodríguez, experta en bebidas de la consultora Nielsen.
«Con el el bichito hubo un cambio de tendencia y se cambió el patrón de consumo, porque se nos obligó a consumir más en terraza, donde normalmente sólo se pueden consumir dobles de cerveza. Este hábito se ha quedado», explica.
En 2020 y 2021, cuando la hostelería afrontó severas restricciones para poder frenar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, se prohibió el consumo en las barras de los bares, lo que hizo que la mayoría de establecimientos dejaran de servir los vasos pequeños de cerveza, pues en terrazas y mesas sólo se pueden consumir dobles.
Restricciones
Una vez eliminadas las restricciones, algunos negocios directamente no han recuperado la caña. «Por un lado los bares están incentivado el consumo de dobles, porque de alguna manera están tratando de buscar un ticket medio más alto por parte del cliente. Hay que tener en cuenta que veníamos de dos años en los que hubo un desplome del consumo en la hostelería, por el el bichito, y ahora están tratando de hacer sus negocios rentables», dice Rodríguez.
Pero por otro lado «también ha habido un cambio por parte del consumidor, que durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo tenía que escoger o priorizar los momentos de consumo en hostelería, porque eran muchos menos, y por eso cuando salía elevaba su ticket medio, gastaba más», dice la experta.
A esto se une la subida de precios, que en algunos casos llega a ser de dos dígitos. Entre abril y junio del año pasado una caña pequeña costaba de media dos euros. Ahora vale 2,15, lo que supone un incremento del 7%. Si hablamos de la copa doble, ésta pasa de 2,61 euros a casi tres, con un aumento del 12% en el precio.
Un botellín es un 6% más caro. En cuanto al consumo global de cerveza de barril (incluye todos los tamaños y todos los grifos: rubia, premium, sin...), el precio de media ha crecido un 14%.
El encarecimiento de los cereales, así como de los costes de las empresas cerveceras, ha hecho que algunas ya anunciaran que iban a aumentar sus precios. En el caso de la cerveza que se consume en el hogar, este incremento «tarda más en trasladarse», explica Rodríguez. El precio medio de la cerveza en el canal de alimentación (supermercados, tiendas...) ha crecido un 3,8%, según los datos de Nielsen.
HÁBITOS
El consumo en barra supone más de la mitad de la facturación de algunos establecimientos de hostelería, sobre todo en poblaciones pequeñas, según Hostelería de España. En cuanto a la cerveza, supone hasta un 25% de la facturación de los bares, porcentaje que puede elevarse al 40% en el caso de los locales más pequeños, de menos de 10 empleados.
Los cambios de consumo provocados por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo también reflejan un trasvase del mismo de los bares al hogar. Según el último informe de Cerveceros de España, antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo un 68% de la cerveza se consumía en bares y restaurantes, frente al 32% que se consumía en el hogar. En 2020, el consumo en bares se desplomó al 44% y por primera vez le superó el consumo en hogar (56%). En 2021 estaban equilibrados, al 51%.
Este mes de mayo de 2022 ha sido el primero en el que ha crecido el consumo de cerveza «a nivel prepandemia y esperamos que este verano sea cuando se recupere el mercado total», según Nielsen.
España pierde su caña de cerveza: el consumo cae siete puntos y el precio crece un 7% (msn.com)
© EFEUn camarero sirve cervezas en una terraza en Madrid
El consumo de cañas suponía el 21,6% de la facturación por barril en un establecimiento de hostelería en julio de 2019, antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. En el mismo mes de 2021, año en el que la hostelería estaba sometida a restricciones, se redujo al 14,5%. Hoy, con los bares ya sin limitaciones, está en el 14,3%, según datos de Horeca Digital Lab Nielsen, que registra los ticket en establecimientos de hostelería.
Son siete puntos menos que antes del el bichito. Por el contrario, el consumo de las copas grandes ha crecido un 10%, pues pasado de representar el 67% en julio de 2019 al 77% en el mismo mes de este año.
Es decir, que si antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de cada 10 euros que nos gastábamos en cerveza dos eran en cañas y ocho en dobles, ahora apenas es un euro y medio de cada 10. «El mayor consumo en terraza y la oferta de los bares ha hecho crecer el peso de este formato grande dentro del consumo de barril, en detrimento del pequeño», explica Celia Rodríguez, experta en bebidas de la consultora Nielsen.
«Con el el bichito hubo un cambio de tendencia y se cambió el patrón de consumo, porque se nos obligó a consumir más en terraza, donde normalmente sólo se pueden consumir dobles de cerveza. Este hábito se ha quedado», explica.
En 2020 y 2021, cuando la hostelería afrontó severas restricciones para poder frenar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, se prohibió el consumo en las barras de los bares, lo que hizo que la mayoría de establecimientos dejaran de servir los vasos pequeños de cerveza, pues en terrazas y mesas sólo se pueden consumir dobles.
Restricciones
Una vez eliminadas las restricciones, algunos negocios directamente no han recuperado la caña. «Por un lado los bares están incentivado el consumo de dobles, porque de alguna manera están tratando de buscar un ticket medio más alto por parte del cliente. Hay que tener en cuenta que veníamos de dos años en los que hubo un desplome del consumo en la hostelería, por el el bichito, y ahora están tratando de hacer sus negocios rentables», dice Rodríguez.
Pero por otro lado «también ha habido un cambio por parte del consumidor, que durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo tenía que escoger o priorizar los momentos de consumo en hostelería, porque eran muchos menos, y por eso cuando salía elevaba su ticket medio, gastaba más», dice la experta.
A esto se une la subida de precios, que en algunos casos llega a ser de dos dígitos. Entre abril y junio del año pasado una caña pequeña costaba de media dos euros. Ahora vale 2,15, lo que supone un incremento del 7%. Si hablamos de la copa doble, ésta pasa de 2,61 euros a casi tres, con un aumento del 12% en el precio.
Un botellín es un 6% más caro. En cuanto al consumo global de cerveza de barril (incluye todos los tamaños y todos los grifos: rubia, premium, sin...), el precio de media ha crecido un 14%.
El encarecimiento de los cereales, así como de los costes de las empresas cerveceras, ha hecho que algunas ya anunciaran que iban a aumentar sus precios. En el caso de la cerveza que se consume en el hogar, este incremento «tarda más en trasladarse», explica Rodríguez. El precio medio de la cerveza en el canal de alimentación (supermercados, tiendas...) ha crecido un 3,8%, según los datos de Nielsen.
HÁBITOS
El consumo en barra supone más de la mitad de la facturación de algunos establecimientos de hostelería, sobre todo en poblaciones pequeñas, según Hostelería de España. En cuanto a la cerveza, supone hasta un 25% de la facturación de los bares, porcentaje que puede elevarse al 40% en el caso de los locales más pequeños, de menos de 10 empleados.
Los cambios de consumo provocados por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo también reflejan un trasvase del mismo de los bares al hogar. Según el último informe de Cerveceros de España, antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo un 68% de la cerveza se consumía en bares y restaurantes, frente al 32% que se consumía en el hogar. En 2020, el consumo en bares se desplomó al 44% y por primera vez le superó el consumo en hogar (56%). En 2021 estaban equilibrados, al 51%.
Este mes de mayo de 2022 ha sido el primero en el que ha crecido el consumo de cerveza «a nivel prepandemia y esperamos que este verano sea cuando se recupere el mercado total», según Nielsen.
España pierde su caña de cerveza: el consumo cae siete puntos y el precio crece un 7% (msn.com)