Cormac
Redactor Jefe de Necrológicas de Burbuja.Info
Vídeo:
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Es que veo los vídeos, al pobre anciano sin reflejos ni agilidad que no debería estar ahí.
Que después de que haya sido cogido por el toro continúe la fiesta. Que por la tarde, el mismo toro pille a tres incautos mas, y que finalmente llegue el cacique de turno y le descerraje un susto al pobre toro que al igual que el anciano, tampoco debería estar ahí.
Y veo una España cutre, anclada en los años setenta, con diversiones de gente con bajo coeficiente intelectual. Lo tiene todo. Extremadura en Estado puro. Solo faltan los hermanos Izquierdo jugando al dominó en el bar del pueblo.
Las tres cornadas de 'Judío' que acabaron con la vida del pensionista Pedro en Cáceres
Vídeo de la cogida:
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Las tres cornadas de 'Judío' que acabaron con la vida del pensionista Pedro en Cáceres
Era el último toro de los Sanjuanes de Coria, Cáceres. El pasado viernes miles de personas esperaban, intranquilos, a que Judío saliese de la plaza para recorrer las calles del pueblo. Las fiestas habían empezado cinco días antes y los corianos querían acabar a lo grande. El animal había tardado dos minutos y 45 segundos en entrar a la plaza. Allí, los aficionados aguardaban a la bestia refugiados tras unos barrotes. Durante alrededor de 30 minutos los taurinos entraban y salían de las vallas mientras realizaban recortes y cites a Judío.Pedro, un jubilado de 71 años, era uno de aquellos aficionados. Tardó unos segundos de más en resguardarse tras los barrotes y ocurrió. El toro alcanzó al hombre y le arrastró unos metros al interior de la plaza. Por la megafonía del pueblo se comunicó a los corianos que, por motivos de seguridad, la suelta del toro se iba a retrasar. Pedro había recibido tres cornadas de "alta intensidad": una en su cuello, otra que le alcanzó el abdomen desde la ingle y una tercera en la pierna izquierda.Intentó luchar por su vida durante tres días, pero las heridas habían sido demasiado graves. El jubilado fallecía este lunes. Pedro Martínez tenía 71 años y era natural de Coria. Se casó con Filomena hace más de 40 años y tuvo tres hijos: dos varones y una mujer. La familia se mudó a Bilbao hasta que el cacereño se jubiló. A partir de ese momento pasaba largas temporadas en Cañaveral, el pueblo de su mujer. Allí vivía muy tranquilo con ella. Muchas mañanas iba a desayunar a la churrería Los Arcos, donde tomaba un café con leche y dos porras. "Se pasaba aquí como tres o cuatro meses. Era muy simpático, se relacionaba muy bien con la gente del pueblo y tenía muy buena conversación. Era un gran aficionado de lostoros y le gustaban mucho los pájaros, sobre todo los canarios y los jilgueros", cuenta Jesús, el dueño del bar, a EL ESPAÑOL. Los vecinos del pueblo le recuerdan descansando en la piscina y disfrutando de sus nietos.
Aquí la cogida de la tarde. Al toro le descerrajaron un tiro entre la capilla y el colegio.
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Es que veo los vídeos, al pobre anciano sin reflejos ni agilidad que no debería estar ahí.
Que después de que haya sido cogido por el toro continúe la fiesta. Que por la tarde, el mismo toro pille a tres incautos mas, y que finalmente llegue el cacique de turno y le descerraje un susto al pobre toro que al igual que el anciano, tampoco debería estar ahí.
Y veo una España cutre, anclada en los años setenta, con diversiones de gente con bajo coeficiente intelectual. Lo tiene todo. Extremadura en Estado puro. Solo faltan los hermanos Izquierdo jugando al dominó en el bar del pueblo.
Las tres cornadas de 'Judío' que acabaron con la vida del pensionista Pedro en Cáceres
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Era el último toro de los Sanjuanes de Coria, Cáceres. El pasado viernes miles de personas esperaban, intranquilos, a que Judío saliese de la plaza para recorrer las calles del pueblo. Las fiestas habían empezado cinco días antes y los corianos querían acabar a lo grande. El animal había tardado dos minutos y 45 segundos en entrar a la plaza. Allí, los aficionados aguardaban a la bestia refugiados tras unos barrotes. Durante alrededor de 30 minutos los taurinos entraban y salían de las vallas mientras realizaban recortes y cites a Judío.Pedro, un jubilado de 71 años, era uno de aquellos aficionados. Tardó unos segundos de más en resguardarse tras los barrotes y ocurrió. El toro alcanzó al hombre y le arrastró unos metros al interior de la plaza. Por la megafonía del pueblo se comunicó a los corianos que, por motivos de seguridad, la suelta del toro se iba a retrasar. Pedro había recibido tres cornadas de "alta intensidad": una en su cuello, otra que le alcanzó el abdomen desde la ingle y una tercera en la pierna izquierda.Intentó luchar por su vida durante tres días, pero las heridas habían sido demasiado graves. El jubilado fallecía este lunes. Pedro Martínez tenía 71 años y era natural de Coria. Se casó con Filomena hace más de 40 años y tuvo tres hijos: dos varones y una mujer. La familia se mudó a Bilbao hasta que el cacereño se jubiló. A partir de ese momento pasaba largas temporadas en Cañaveral, el pueblo de su mujer. Allí vivía muy tranquilo con ella. Muchas mañanas iba a desayunar a la churrería Los Arcos, donde tomaba un café con leche y dos porras. "Se pasaba aquí como tres o cuatro meses. Era muy simpático, se relacionaba muy bien con la gente del pueblo y tenía muy buena conversación. Era un gran aficionado de lostoros y le gustaban mucho los pájaros, sobre todo los canarios y los jilgueros", cuenta Jesús, el dueño del bar, a EL ESPAÑOL. Los vecinos del pueblo le recuerdan descansando en la piscina y disfrutando de sus nietos.
Aquí la cogida de la tarde. Al toro le descerrajaron un tiro entre la capilla y el colegio.