doctora_aroway
Himbersor
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EL MUNDO
"A día de hoy, España necesita gas para que las empresas no tengan que parar ni las familias verse obligadas a decidir entre encender la televisión o poner la lavadora". Con esta frase, el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ha roto una lanza en favor del gas natural este jueves en un desayuno organizado por la Cámara de Comercio de Madrid en el céntrico Palacio de Santoña.
Reynés lleva un año protagonizando su propio roadshow empresarial para abanderar la industria del gas natural. El ejecutivo ha divulgado el mismo mensaje en sus encuentros, a puerta cerrada o abierta, ante la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), el consejo consultivo de Funcas (el think tank de las antiguas cajas de ahorros) o, más recientemente, en el Esade.
En todas sus intervenciones, Reynés ha puesto en valor el papel "necesario" que juegan los ciclos combinados de gas en la estabilidad del sistema eléctrico español, en una coyuntura complicada en la que, en el marco de la escalada de precios, eléctricas y autoridades han puesto a este combustible en el disparadero. De nuevo este jueves, Reynés ha recurrido a una metáfora que ya se ha convertido en su mantra, el "trilema energético", con el que insiste en ilustrar la tras*ición energética como un triángulo entre precios asequibles, estabilidad de suministro y viabilidad.
"Vivimos en un escenario más incierto del que dibujamos cuando queremos ser optimistas... y no parece que la incertidumbre se vaya a despejar", ha apuntado Reynés. El directivo ha insistido en la dificultad de predecir cuál será la evolución de precios en el futuro y ha insistido en que la recuperación económica de China está impactando ya, y va a afectar más en el futuro, al equilibrio entre la oferta y la demanda de energía, o lo que es lo mismo, el despertar del gigante asiático tras la esa época en el 2020 de la que yo le hablo está metiendo presión a los precios de la luz y el gas y se espera que los tensione aún más en el medio plazo.
Reynés se reunió el pasado martes con Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo. Fink visitó la capital para encontrarse con inversores y empresarios de los principales referentes del mercado español, entre los que se encontraba el presidente de Naturgy. "Le pregunté cuál era su principal preocupación, Fink respondió que la seguridad, en todas sus facetas, desde las cadenas de suministro y de abastecimiento energético", ha compartido.
"Unos incentivan y otros cargan con impuestos", ha expresado Reynés para comparar la reacción de EEUU y Europa a la crisis energética. El directivo ha valorado la Ley de Reducción de la Inflación, dotada con ayudas de 430.000 millones de dólares, que ha aprobado la Administración de Joe Biden como un ejemplo de "pragmatismo", en contraste con el aluvión regulatorio al que ha recurrido Europa, incluido el incremento de las cargas tributarias para las grandes energéticas.
El presidente de la mayor gasista española ha resaltado la necesidad de volver a un escenario de estabilidad regulatoria. "El año pasado fue el periodo de tiempo más corto en el que ha habido más regulaciones que afectan al sector, con más de 20 normativas europeas y nacionales, lo que ha llevado a que nuestros departamentos de regulación tengan que analizar condiciones diferentes cada 15 o 20 días, eso no se había visto nunca", ha expuesto el directivo.
"A día de hoy, España necesita gas para que las empresas no tengan que parar ni las familias verse obligadas a decidir entre encender la televisión o poner la lavadora". Con esta frase, el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ha roto una lanza en favor del gas natural este jueves en un desayuno organizado por la Cámara de Comercio de Madrid en el céntrico Palacio de Santoña.
Reynés lleva un año protagonizando su propio roadshow empresarial para abanderar la industria del gas natural. El ejecutivo ha divulgado el mismo mensaje en sus encuentros, a puerta cerrada o abierta, ante la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), el consejo consultivo de Funcas (el think tank de las antiguas cajas de ahorros) o, más recientemente, en el Esade.
En todas sus intervenciones, Reynés ha puesto en valor el papel "necesario" que juegan los ciclos combinados de gas en la estabilidad del sistema eléctrico español, en una coyuntura complicada en la que, en el marco de la escalada de precios, eléctricas y autoridades han puesto a este combustible en el disparadero. De nuevo este jueves, Reynés ha recurrido a una metáfora que ya se ha convertido en su mantra, el "trilema energético", con el que insiste en ilustrar la tras*ición energética como un triángulo entre precios asequibles, estabilidad de suministro y viabilidad.
"Vivimos en un escenario más incierto del que dibujamos cuando queremos ser optimistas... y no parece que la incertidumbre se vaya a despejar", ha apuntado Reynés. El directivo ha insistido en la dificultad de predecir cuál será la evolución de precios en el futuro y ha insistido en que la recuperación económica de China está impactando ya, y va a afectar más en el futuro, al equilibrio entre la oferta y la demanda de energía, o lo que es lo mismo, el despertar del gigante asiático tras la esa época en el 2020 de la que yo le hablo está metiendo presión a los precios de la luz y el gas y se espera que los tensione aún más en el medio plazo.
Reynés se reunió el pasado martes con Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo. Fink visitó la capital para encontrarse con inversores y empresarios de los principales referentes del mercado español, entre los que se encontraba el presidente de Naturgy. "Le pregunté cuál era su principal preocupación, Fink respondió que la seguridad, en todas sus facetas, desde las cadenas de suministro y de abastecimiento energético", ha compartido.
"Unos incentivan y otros cargan con impuestos", ha expresado Reynés para comparar la reacción de EEUU y Europa a la crisis energética. El directivo ha valorado la Ley de Reducción de la Inflación, dotada con ayudas de 430.000 millones de dólares, que ha aprobado la Administración de Joe Biden como un ejemplo de "pragmatismo", en contraste con el aluvión regulatorio al que ha recurrido Europa, incluido el incremento de las cargas tributarias para las grandes energéticas.
El presidente de la mayor gasista española ha resaltado la necesidad de volver a un escenario de estabilidad regulatoria. "El año pasado fue el periodo de tiempo más corto en el que ha habido más regulaciones que afectan al sector, con más de 20 normativas europeas y nacionales, lo que ha llevado a que nuestros departamentos de regulación tengan que analizar condiciones diferentes cada 15 o 20 días, eso no se había visto nunca", ha expuesto el directivo.