España ha consumido en 2017 un 6,5% menos de electricidad que hace 10 años
Hace ya seis años que Mariano Rajoy nombró su primer gobierno. Lo hizo el 21 de diciembre de 2011. Aquel año, tercero de la crisis, España generó (generación neta, según Red Eléctrica), 264.092 gigavatios hora de electricidad. Pues bien, según el operador del sistema eléctrico nacional, en 2017, o sea, seis años después, España ha generado menos electricidad: concretamente, 262.788 gigas hora. El dato es provisional, pues aún restan diez días para que concluya el año, pero muy significativo, pues esa generación sigue estando por debajo -incluso muy por debajo- de lo que España generó en 2007, antes de la crisis: 286.948 gigavatios hora (GWh).
La crisis comenzó -dicen los analistas- con la bancarrota de Lehman Brothers, que tuvo lugar allá por el mes de septiembre del año 2008. Aquel suceso perturbó los números -todos los números- del último tercio de ese ejercicio y fue la antesala -nuncio- de lo que se nos vendría encima: crisis financiera, inmobiliaria, económica, global, primas de riesgo, rescates, desempleo. El último año previo a la crisis fue pues 2007. Ese año, cuando el país todavía navegaba por la cresta de la ola y aún nadie imaginaba lo que venía, España generó 286.948 GWh (véase página 8). Pues bien, según el «Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2017», que acaba de publicar Red Eléctrica, España ha generado a lo largo de estos doce últimos meses (año 2017), 262.788 gigas hora, es decir, un 8,5% menos que hace diez años. Una década después, ocho puntos y medio menos.
Ese es, probablemente, uno de los detalles más significativos de ese último Informe 2017. Pero no es el único. Destaca también el que alude al balance import-export. A saber: en 2007 España exportó electricidad por valor de 5.750 GWh (exportación neta). Pues bien, diez años después, la moneda se ha dado por completo la vuelta y el país no solo no exporta sino que ha tenido que importar hasta 9.220 GWh. Es decir, que hoy somos más dependientes energéticamente -nos gastamos más dinero en importar electricidad- que ayer (o, mejor dicho, que hace diez años).
La balanza import-export ya se inclinó en contra del país el año pasado: lo hizo después de trece años de saldo neto exportador (llevábamos trece años exportando más de lo que importábamos). Sí, el año pasado, después de cinco años de Gobiernos Rajoy y parón renovable, España recuperó su condición de importadora de electricidad; y la tendencia se ha confirmado ahora: en 2017 hemos importado aún más que en 2016 (el año pasado importamos 7.667 GWh). Este año el balance es negativo con Francia (importamos más de lo que exportamos) y... con Portugal, que está más aislado aún que nosotros, pero sigue instalando potencia eólica y fotovoltaica (su ley de autoconsumo lleva años manteniendo muy activo ese mercado).
Demanda
La demanda de energía eléctrica en España, con datos estimados a cierre de año, ha alcanzado los 268.505 GWh, un 1,3% más que el año anterior, pero continúa estando muy por debajo de la registrada antes de la crisis: 276.849 GWh en 2007 (véase página 8), o sea, que el año pasado la economía española demandó menos electricidad -un 6,5% menos- que hace diez años: seis puntos y medio menos... diez años después.
Lo que ha crecido en 2017 ha sido la red de tras*porte de energía eléctrica en España. Según los datos provisionales avanzados por REE, la red ha registrado en los últimos doce meses un aumento de 215 kilómetros de circuito y 1.210 MVA de capacidad de tras*formación "que refuerzan la fiabilidad y el grado de mallado de la red de tras*porte para garantizar la seguridad de suministro".
La potencia instalada permanece prácticamente congelada en una foto fija
El parque generador de energía eléctrica en España se sitúa en los 104.517 megavatios de potencia instalados, un 0,6% menos que el año anterior. Este descenso se debe fundamentalmente a lo que REE califica como "el cierre definitivo de la central nuclear Santa María de Garoña, de 455 megavatios". En realidad, Garoña llevaba sin generar un solo kilovatio hora desde diciembre de 2012. Según REE, "las variaciones en el resto de tecnologías han sido nulas o poco significativas".
Los máximos
El máximo de potencia instantánea, a fecha de elaboración de este informe, se registró el 18 de enero a las 19.50 horas, con 41.381 megavatios, lejos del máximo histórico: 45.450 megas, que se obtuvo en diciembre de 2007 (el top registrado en 2017 queda pues un 9,0% por debajo del top 2007).
La demanda máxima horaria peninsular se registró también el 18 de enero, entre las 20.00 y las 21.00 horas, con 41.015 megavatios hora (MWh). Las fuentes que resolvieron ese máximo anual fueron, por este orden, las renovables (33,7%), el gas (29,4; incluye cogeneración), el carbón (18,4) y la nuclear (17,7). [Véase la página 13 del informe de Red Eléctrica de España, REE].
REE destaca que las renovables registraron el peor dato del último quinquenio, reduciendo su cuota en el Mix 2017 al 33,3% (frente al 40,8% de 2016)
El operador del sistema eléctrico nacional achaca este "notable descenso" a la sequía (la producción hidráulica ha caído un 48,4% respecto al año anterior) y a la menor generación eólica (-1,6% respecto a 2016). No obstante -matiza REE-, "cabe destacar que la eólica llegó a cubrir el 60,7% de la demanda en un momento puntual (28 de febrero a las 03.45 horas)".
Lo que no destaca Red Eléctrica de España es que tanto la termosolar como la fotovoltaica han batido sus mejores registros históricos de producción. La termosolar sigue congelada en los 2.300 MW de potencia instalada desde hace casi un quinquenio. Las medidas retroactivas aplicadas por el Gobierno han ahuyentado a todos los inversores, que están colocando ahora sus capitales en Oriente Medio, China, India, Australia, Chile, Suráfrica y Estados Unidos, territorios todos en los que la tecnología termosolar made in Spain está triunfando.
El caso es que el parque nacional español de generación termosolar (constituido por esos 2.300 MW de potencia instalada) generó el año pasado (con la misma potencia en marcha, cabe insistir) un 6% más que el año anterior, lo que cabe achacar a las mejoras tecnológicas y a la mejora en la operación de las instalaciones, fruto del aprendizaje acumulado. Pero la termosolar no solo mejoró su registro con respecto al año anterior, sino que ha batido en 2017 su mejor marca histórica de producción: nunca antes las mismas termosolares produjeron tantos kilovatios hora como este año.
La fotovoltaica (FV) también mejora su producción
Según Red Eléctrica de España, el parque nacional solar fotovoltaico solo ha crecido en los últimos doce meses... un megavatio (1 MW). El operador del sistema eléctrico nacional tenía registrados 4.674 MW de potencia fotovoltaica instalados en 2016, y este año tiene 4.675. Sin embargo, el parque solar FV nacional ha producido en 2017 un 4,7% más electricidad que el año pasado. Entre ambas -fotovoltaica y termosolar- han cubierto en 2017 el 5,2% del total de la demanda eléctrica peninsular.
¿Motivos del incremento de la producción? Pues difícilmente podremos encontrarlos en la nueva potencia instalada (un solitario megavatio), es decir, que muy probablemente se encuentran en las mejoras tecnológicas, en la optimización de la operación y en la sequía, que nos ha dejado en 2017 más cielos despejados que en 2016. La nefasta regulación del autoconsumo FV -que PP y Ciudadanos mantienen secuestrada en algún cajón del ministerio- y los grandes megaparques solares, que no acaban de despegar por culpa de la alambicada burocracia ideada por el Ejecutivo, podrían haber aprovechado todos esos factores -mejora tecnológica, mejoras en materia de operación, más cielos despejados-, pero no han podido hacerlo, porque el mercado solar fotovoltaico español sigue creciendo (porque afortunadamente sigue creciendo), pero muy al ralentí, a la espera de marcos regulatorios más sensatos.
Entre tanto, según el «Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2017», en la España que ya está despidiendo a este año que ahora acaba "aumentan las emisiones de CO2 derivadas de la generación eléctrica por la menor aportación de las energías renovables". Lógico: menos electricidad de origen autóctono renovable (cayó la hidráulica, cayó la eólica y el Ejecutivo mantiene maniatada a la fotovoltaica) significa más electricidad de origen árabe: la generación con gas ha crecido nada más y nada menos que un 32,9% y la cogeneración (casi toda ella emplea gas también), un 8,4. Además, la generación con carbón también ha crecido: un 22,6%.
Hace ya seis años que Mariano Rajoy nombró su primer gobierno. Lo hizo el 21 de diciembre de 2011. Aquel año, tercero de la crisis, España generó (generación neta, según Red Eléctrica), 264.092 gigavatios hora de electricidad. Pues bien, según el operador del sistema eléctrico nacional, en 2017, o sea, seis años después, España ha generado menos electricidad: concretamente, 262.788 gigas hora. El dato es provisional, pues aún restan diez días para que concluya el año, pero muy significativo, pues esa generación sigue estando por debajo -incluso muy por debajo- de lo que España generó en 2007, antes de la crisis: 286.948 gigavatios hora (GWh).
La crisis comenzó -dicen los analistas- con la bancarrota de Lehman Brothers, que tuvo lugar allá por el mes de septiembre del año 2008. Aquel suceso perturbó los números -todos los números- del último tercio de ese ejercicio y fue la antesala -nuncio- de lo que se nos vendría encima: crisis financiera, inmobiliaria, económica, global, primas de riesgo, rescates, desempleo. El último año previo a la crisis fue pues 2007. Ese año, cuando el país todavía navegaba por la cresta de la ola y aún nadie imaginaba lo que venía, España generó 286.948 GWh (véase página 8). Pues bien, según el «Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2017», que acaba de publicar Red Eléctrica, España ha generado a lo largo de estos doce últimos meses (año 2017), 262.788 gigas hora, es decir, un 8,5% menos que hace diez años. Una década después, ocho puntos y medio menos.
Ese es, probablemente, uno de los detalles más significativos de ese último Informe 2017. Pero no es el único. Destaca también el que alude al balance import-export. A saber: en 2007 España exportó electricidad por valor de 5.750 GWh (exportación neta). Pues bien, diez años después, la moneda se ha dado por completo la vuelta y el país no solo no exporta sino que ha tenido que importar hasta 9.220 GWh. Es decir, que hoy somos más dependientes energéticamente -nos gastamos más dinero en importar electricidad- que ayer (o, mejor dicho, que hace diez años).
La balanza import-export ya se inclinó en contra del país el año pasado: lo hizo después de trece años de saldo neto exportador (llevábamos trece años exportando más de lo que importábamos). Sí, el año pasado, después de cinco años de Gobiernos Rajoy y parón renovable, España recuperó su condición de importadora de electricidad; y la tendencia se ha confirmado ahora: en 2017 hemos importado aún más que en 2016 (el año pasado importamos 7.667 GWh). Este año el balance es negativo con Francia (importamos más de lo que exportamos) y... con Portugal, que está más aislado aún que nosotros, pero sigue instalando potencia eólica y fotovoltaica (su ley de autoconsumo lleva años manteniendo muy activo ese mercado).
Demanda
La demanda de energía eléctrica en España, con datos estimados a cierre de año, ha alcanzado los 268.505 GWh, un 1,3% más que el año anterior, pero continúa estando muy por debajo de la registrada antes de la crisis: 276.849 GWh en 2007 (véase página 8), o sea, que el año pasado la economía española demandó menos electricidad -un 6,5% menos- que hace diez años: seis puntos y medio menos... diez años después.
Lo que ha crecido en 2017 ha sido la red de tras*porte de energía eléctrica en España. Según los datos provisionales avanzados por REE, la red ha registrado en los últimos doce meses un aumento de 215 kilómetros de circuito y 1.210 MVA de capacidad de tras*formación "que refuerzan la fiabilidad y el grado de mallado de la red de tras*porte para garantizar la seguridad de suministro".
La potencia instalada permanece prácticamente congelada en una foto fija
El parque generador de energía eléctrica en España se sitúa en los 104.517 megavatios de potencia instalados, un 0,6% menos que el año anterior. Este descenso se debe fundamentalmente a lo que REE califica como "el cierre definitivo de la central nuclear Santa María de Garoña, de 455 megavatios". En realidad, Garoña llevaba sin generar un solo kilovatio hora desde diciembre de 2012. Según REE, "las variaciones en el resto de tecnologías han sido nulas o poco significativas".
Los máximos
El máximo de potencia instantánea, a fecha de elaboración de este informe, se registró el 18 de enero a las 19.50 horas, con 41.381 megavatios, lejos del máximo histórico: 45.450 megas, que se obtuvo en diciembre de 2007 (el top registrado en 2017 queda pues un 9,0% por debajo del top 2007).
La demanda máxima horaria peninsular se registró también el 18 de enero, entre las 20.00 y las 21.00 horas, con 41.015 megavatios hora (MWh). Las fuentes que resolvieron ese máximo anual fueron, por este orden, las renovables (33,7%), el gas (29,4; incluye cogeneración), el carbón (18,4) y la nuclear (17,7). [Véase la página 13 del informe de Red Eléctrica de España, REE].
REE destaca que las renovables registraron el peor dato del último quinquenio, reduciendo su cuota en el Mix 2017 al 33,3% (frente al 40,8% de 2016)
El operador del sistema eléctrico nacional achaca este "notable descenso" a la sequía (la producción hidráulica ha caído un 48,4% respecto al año anterior) y a la menor generación eólica (-1,6% respecto a 2016). No obstante -matiza REE-, "cabe destacar que la eólica llegó a cubrir el 60,7% de la demanda en un momento puntual (28 de febrero a las 03.45 horas)".
Lo que no destaca Red Eléctrica de España es que tanto la termosolar como la fotovoltaica han batido sus mejores registros históricos de producción. La termosolar sigue congelada en los 2.300 MW de potencia instalada desde hace casi un quinquenio. Las medidas retroactivas aplicadas por el Gobierno han ahuyentado a todos los inversores, que están colocando ahora sus capitales en Oriente Medio, China, India, Australia, Chile, Suráfrica y Estados Unidos, territorios todos en los que la tecnología termosolar made in Spain está triunfando.
El caso es que el parque nacional español de generación termosolar (constituido por esos 2.300 MW de potencia instalada) generó el año pasado (con la misma potencia en marcha, cabe insistir) un 6% más que el año anterior, lo que cabe achacar a las mejoras tecnológicas y a la mejora en la operación de las instalaciones, fruto del aprendizaje acumulado. Pero la termosolar no solo mejoró su registro con respecto al año anterior, sino que ha batido en 2017 su mejor marca histórica de producción: nunca antes las mismas termosolares produjeron tantos kilovatios hora como este año.
La fotovoltaica (FV) también mejora su producción
Según Red Eléctrica de España, el parque nacional solar fotovoltaico solo ha crecido en los últimos doce meses... un megavatio (1 MW). El operador del sistema eléctrico nacional tenía registrados 4.674 MW de potencia fotovoltaica instalados en 2016, y este año tiene 4.675. Sin embargo, el parque solar FV nacional ha producido en 2017 un 4,7% más electricidad que el año pasado. Entre ambas -fotovoltaica y termosolar- han cubierto en 2017 el 5,2% del total de la demanda eléctrica peninsular.
¿Motivos del incremento de la producción? Pues difícilmente podremos encontrarlos en la nueva potencia instalada (un solitario megavatio), es decir, que muy probablemente se encuentran en las mejoras tecnológicas, en la optimización de la operación y en la sequía, que nos ha dejado en 2017 más cielos despejados que en 2016. La nefasta regulación del autoconsumo FV -que PP y Ciudadanos mantienen secuestrada en algún cajón del ministerio- y los grandes megaparques solares, que no acaban de despegar por culpa de la alambicada burocracia ideada por el Ejecutivo, podrían haber aprovechado todos esos factores -mejora tecnológica, mejoras en materia de operación, más cielos despejados-, pero no han podido hacerlo, porque el mercado solar fotovoltaico español sigue creciendo (porque afortunadamente sigue creciendo), pero muy al ralentí, a la espera de marcos regulatorios más sensatos.
Entre tanto, según el «Avance del Informe del Sistema Eléctrico Español 2017», en la España que ya está despidiendo a este año que ahora acaba "aumentan las emisiones de CO2 derivadas de la generación eléctrica por la menor aportación de las energías renovables". Lógico: menos electricidad de origen autóctono renovable (cayó la hidráulica, cayó la eólica y el Ejecutivo mantiene maniatada a la fotovoltaica) significa más electricidad de origen árabe: la generación con gas ha crecido nada más y nada menos que un 32,9% y la cogeneración (casi toda ella emplea gas también), un 8,4. Además, la generación con carbón también ha crecido: un 22,6%.