- Nuestro país tiene las peores oportunidades laborales de los 27
- Eurostat despide la presidencia española de la UE con un preocupante diagnóstico
- La situación española equivaldría a una profunda recesión en Alemania
A falta de un mes para conocer los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre, podemos dar por hecho que España cerrará 2023 con su menor tasa de paro desde 2008. Un hito que, sin embargo, no ha servido para que deje de ser el país de la Unión Europea que menos oportunidades laborales ofrece a sus desempleados, según revela la demoledora comparativa con nuestros vecinos que acaba de publicar Eurostat.
La sorprendente evolución del mercado laboral europeo tras la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, en mínimos históricos de paro y máximos de vacantes por cubrir, ha supuesto un quebradero de cabeza tanto para el Banco Central Europeo como para las empresas, que han visto como este 'sobrecalentamiento' del empleo se traslada con cada vez mayor intensidad a los sueldos, y con ello a la inflación.
Este fenómeno ha llevado a la Oficina Europea de Estadísticas, Eurostat, a poner el foco en la curva de Beveridge, que estudia la relación entre vacantes de empleo y tasa de paro para analizar el momento del ciclo en el que se encuentra un mercado laboral. La idea es que, durante las contracciones de la economía, hay pocas vacantes y un elevado desempleo, mientras que durante las expansiones hay más vacantes y la tasa de desempleo es baja.
Una correlación que parece haberse invertido en la situación actual, en la que cada vez más analistas avisan del riesgo de una recesión en la zona euro. En este contexto, la situación de España resulta especialmente atípica, ya que pese a tener la menor tasa de vacantes de la zona euro y la tasa de paro más alta de toda la Unión Europea, según los estándares de la curva y la metodología aplicada por Bruselas, nuestro país estaría en una fase 'alcista' del ciclo, sobre todo si se compara con los peores momentos de la crisis financiera.
La evolución de la curva de Beveridge refleja el vigor de la recuperación tas la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. El desempleo sigue lejos de su mínimo histórico de 2007 pero las vacantes se sitúan dos décimas por encima que las de entonces. Un balance positivo en un ejercicio marcado por la reforma laboral y las subidas del SMI, que no parecen haber frenado la necesidad de contratar de las empresas, pese al incremento de costes laborales y al endurecimiento de la financiación por la subida de tipos.
El récord de vacantes corresponde a 2014, cuando la tasa de vacantes se disparó al 1,4% gracias al Plan E puesto en marcha por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para 'rescatar' a la construcción. Aunque en ese momento la tasa de paro llegaba al 19,9%, lo que confirma la distorsión que supuso el desembolso de miles de millones de euros.
La tendencia de inflar las vacantes con el sector público se mantiene hoy en día. Así, el 'récord' de 155.797 vacantes en el tercer trimestre del año se explica porque más de 54.000, corresponden a los funcionarios y otras veinte mil a sectores vinculados con el empleo público como la educación, la sanidad o servicios sociales.
Comparaciones odiosas
Pero, aunque los datos de 2023 no sean malos, no es lo mismo compararse con uno mismo que con nuestros vecinos, con los que nos vemos obligados a competir tanto en el terreno económico como en atracción y retención de talento. Aquí Eurostat dibuja otro gráfico que recoge una estimación de los 'puntos Beveridge', es decir, la relación entre paro y vacantes, para el momento actual. Un análisis que sitúa a España en la peor posición del ránking europeo
Técnicamente, la oficina europea de estadísticas hace una media de los últimos cuatro trimestres para depurar los efectos de la estacionalidad. Esto sitúa la tasa media de paro de España el de 12,4% de paro y la de vacantes en el 0,9% (donde lleva anclada desde 2021), si bien si se hiciera con los datos más recientes de paro (11,8% en el tercer trimestre, coincidiendo con el verano y los primeros días del otoño) no habría demasiada diferencia, ya que sigue siendo la más alta de la UE.
La lectura que se puede hacer desde Bruselas de este diagnóstico, actualizado solo unos días antes de que España concluyera la presidencia europea, es demoledora, porque arroja una enorme debilidad de nuestro país en términos laborales.
Parar expresarlo de otra forma, lo que refleja es que la situación de España en un momento 'bueno' del ciclo económico, equivaldría a una profunda crisis de proporciones inéditas para Alemania, Países Bajos o República Checa, donde la tasa de paro ronda el 3% y la de vacantes supera con creces el 4%.
Si se combina con los análisis de otras variables, como la evolución de los salarios, muestra un profundo desequilibrio que significa que, aunque las empresas están haciendo un importante esfuerzo en términos de costes para atraer y retener talento, pero es completamente insuficiente en comparación con otros países. Sencillamente, la demanda de mano de obra no es capaz de aprovechar la 'oferta' que suponen los desempleados.
https://www.eleconomista.es/economi...bajo-en-espana-con-un-grafico-demoledor-.html