Uno de los problemas que explican esta situación, según los autores, es el
bajo nivel de gasto público que realiza España en mejorar la situación económica de los niños. De hecho, España es uno de los países con mayor
riesgo de pobreza en la infancia. Los autores recomiendan elevar los ingresos públicos, especialmente eliminando beneficios fiscales del IVA, para destinar estos recursos a los niños. España tiene un gran margen de mejora tanto en términos de gasto educativo como de ayudas a las familias si se compara con el resto de países europeos.
Los autores señalan que estas ayudas podrían canalizarse a través de
deducciones monetizables en el IRPF para los padres con hijos para que cuenten con un extra de recursos para su desarrollo. Otra de las opciones que señalan los autores es el
despliegue efectivo del ingreso mínimo vital, una política diseñada por el Gobierno para ayudar a las clases más bajas y que está teniendo
graves problemas para llegar a estos grupos sociales. "Es necesario agilizar el proceso de solicitud, reducir la carga administrativa y dotar de recursos para las solicitudes denegadas", escriben los autores.