"Un incendio en Monfragüe acabaría con la vida dentro del Parque Nacional en poco más de cuatro horas". El SOS rotundo lo lanzó por escrito el pasado 10 de junio la Asociación de Amigos de dicha reserva natural. Cuatro semanas después, el jueves, se originó un fuego cerca de Casas de Miravete (Cáceres) que penetró sin oposición al corazón de este santuario de aves, donde miles de turistas llegan cada año para disfrutar del vuelo de cigüeñas negras, alimoches, buitres o la exclusiva águila imperial.
A última hora de este viernes el incendio seguía sin control y con unas condiciones climatológicas muy adversas, con rachas de viento cambiantes. Había quemado más de 1.000 hectáreas y afectado a varias especies protegidas, (...)
¿Se podría haber evitado que las llamas entrarán en Monfragüe? Francisco Castañares, ex director general de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, que preside esa asociación, denunció hace un mes que la dirección del parque llevaba desde 2019 sin realizar labores de limpieza. No lo hizo solo. El grito de auxilio también lo dieron otros expertos y alcaldes. El Ayuntamiento de Serradilla, el único municipio (1.500 habitantes) con monte público del entorno: "Estamos impotentes porque no podemos hacer nada, ni realizar ningún tipo de limpieza o de prevención de incendios porque no tenemos competencias al ser un monte que está dentro de un parque nacional donde un ayuntamiento no tiene competencias", clamaba Francisco Sánchez, alcalde del PSOE de la localidad. En este sentido, alertaba de que "un incendio en esa zona sería muy difícil de controlar y se propagaría muy rápido".
Las denuncias giraban en torno a las condiciones tan «lamentables» en las que antes del incendio se encontraba Monfragüe, también catalogado como Reserva de la Biosfera (año 2003), y que propiciaban la propagación "del combustible forestal en el interior del parque nacional". Castañares recordaba que llevaban «tres años de abandono y desidia por parte de la Junta de Extremadura (Consejería de tras*ición Ecológica), que pone en máximo peligro nuestra más preciada joya natural». Y daba los siguientes datos: "Las 1.500 hectáreas del monte de utilidad pública, pertenecientes a Serradilla, incluidas dentro del parque nacional, son un auténtico polvorín listo para arder. El resto del parque, algo más de 15.000 hectáreas, aun con otro tipo de vegetación, está en condiciones similares".
Las quejas también se realizaron contra la directora del parque, Carmen Martín, que estrenó el cargo en marzo de este año, en sustitución de Alfredo Anega. Ambos no habrían ordenado la realización de trabajos preventivos: "Ni los realizan, ni permitía que los realicen otros", destaca Castañares, quien describía que los cortafuegos "tampoco estaban adecentados". A su vez, ponía el acento en un riesgo añadido: el parque está plagado de líneas eléctricas, un auténtico peligro aunque están prohibidas por ley desde diciembre de 2020.
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Expertos y alcaldes de Monfragüe avisaron hace un mes de que el parque nacional era un "polvorín"
"Un incendio en Monfragüe acabaría con la vida dentro del Parque Nacional en poco más de cuatro horas". El SOS rotundo lo lanzó por escrito el pasado 10 de junio la...
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