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¿Es necesario el cerebro? El caso del doctor John Lorber
Imagina que eres un estudiante de universidad, que siempre te han reconocido por tu inteligencia aunque siempre fue característico el tamaño de tu cabeza, que es más grande de lo normal. Acudes al …
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Por Edge Martínez
Tiempo de lectura: 3 minutos
La neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia, porque el cerebro es el objeto más fascinante del universo. Cada cerebro humano es diferente, el cerebro hace a cada ser humano único y define quién es.
Stanley B. Prusiner, premio Nobel de Medicina en 1997
Imagina que eres un estudiante de universidad, que siempre te han reconocido por tu inteligencia aunque siempre fue característico el tamaño de tu cabeza, que es más grande de lo normal. Acudes al médico por dolor de cabeza intenso que ha persistido por más de una semana. Te mandan a hacer estudios, y en la tomografía de cráneo te dicen que no tienes cerebro. Esto fue publicado en la revista Science por el neurológo John Lorber en diciembre de 1980 en el artículo “Is your brain really necessary?” que se convirtió en uno de los hallazgos más impactantes en la historia de la medicina y de las neurociencias, cuya respuesta al día de hoy aún no está clara.
La historia de este caso se remonta a 1980, con el neurólogo John Lorber discutiendo en la Universidad de Sheffield donde él daba clases. Relató un caso de un alumno de matemáticas del mismo instituto que acudió con él por dolor de cabeza intenso.
A la exploración el doctor se dio cuenta de que la cabeza del paciente era más grande de lo normal, y le mandó a hacer estudios de imagen (la tomografía axial computarizada ya estaba circulando en el mundo desde 1974) y el resultado fue impactante: el margen cerebral era de 1mm y con exceso de líquido cefalorraquídeo, condición llamada hidrocefalia. Lo más sorprendente era que a pesar de esos hallazgos, el estudiante no presentaba alguna alteración en las funciones cerebrales, movimientos ni procesos sensoriales, al contrario, era reconocido como un excelente alumno.
La pregunta que se hizo el doctor John Lorber y que publicó en Science fue “¿Cómo se explica eso?” a pesar de que en la tomografía parece que no hay cerebro, no es del todo cierto. En años posteriores se identificó que en la corteza cerebral alberga gran parte de las funciones cerebrales superiores y realmente ocupa poca parte del cerebro, incluso existe cierta “redundancia” en el encéfalo, de tal forma que puede suplir muchas funciones, haciendo increíble que estas personas sigan viviendo normalmente.
Ese estudiante se graduó de matemáticas con excelentes notas, realmente sorprendente. Lo más interesante es que no ha sido un suceso único. En muchos lugares del mundo se han reportado casos, especificamente en Estados Unidos, Brasil y Francia. Todos con una vida aparentemente normal hasta que por alguna razón se les hacen estudios de imagen cerebral y sale el mismo patrón: casi todo el cerebro no está y ese espacio está ocupado por líquido cefalorraquídeo.
Se puede considerar una singularidad a este hallazgo, debido a lo que describió el doctor John Lorber suceda, depende de que zonas del cerebro que se pierdan. Hay zonas de todo el encéfalo como el tallo cerebral dónde se encuentra el bulbo raquídeo, la protuberancia y el mesencéfalo que controlan funciones como la respiración, la actividad del corazón y pasan las vías que controlan el movimiento, la sensibilidad, movimiento de los ojos, funciones viscerales, entre otras. Si esto se llegará a dañar, automaticamente producirá discapacidad severa o la fin de la persona.
Esto ha abierto un sinfín de preguntas pero también de resultados acerca del funcionamiento de nuestro cerebro, que se ha demostrado la existencia de una interconexión entre muchos lugares, conocidos como zonas de asociación. Esos casos son excelentes ejemplos de la plasticidad cerebral y de cómo el cerebro funciona. Aún queda mucho por descubrir, y posiblemente nos sorprenderemos aún más.
Referencias
- Lewin R. Is your brain really necessary? Science. 1980 Dec 12;210(4475):1232-4. doi: 10.1126/science.7434023. PMID: 7434023.
- Kandel, E. R. Schwartz J.H y Jessel, T.M. (2002) Principios de Neurociencia. Ed McGraw-Hill. 4 edición.