13 febrero, 2022 Juan Carlos Cubeiro
Revista Foreign Affairs de enero-febrero de 2022. En portada, ‘Desorden Digital. Guerra y Paz en la era tecnológica’.
xcelente artículo (en realidad, ensayo) de Elizabeth Economy (profesora de la Universidad de Stanford) sobre ‘El Nuevo Orden Mundial de Xi Jinping’. En marzo de 2021, ante 3.000 representantes del Partido Comunista, el dirigente chino proclamó la autoconfianza de su modelo, de su teoría, de su sistema y de su cultura. El el bichito lo ha ganado Oriente y lo ha perdido Occidente, qué duda cabe.
Centralidad de China. El Nuevo Orden Mundial es “Chinocéntrico”, la ambición de superar a EE UU. Unos meses después, en octubre de 2021, mostró el mapa de China, con Hing Kong, Taiwán y el Mar del Sur de China, con reivindicaciones territoriales en Brunei, Malasia, Vietnam y Filipinas, nada menos. “Bye, Bye, Miss American Pie”. Desde 2014, China lidera la asociación de Asia-Pacífico (donde está Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda). Rodrigo Duarte, el presidente de Filipinas, llama a China “buen amigo”.
a ruta de la seda refrenda la centralidad de China. El BRI (Belt & Road Initiative) es una inversión de 200.000 M $ en 60 países, entre ellos Pakistán, que está tras*formando, o el Puerto del Pireo en Grecia. Los valores chinos se vehiculan a través del Instituto Confucio, con más de 1.000 centros en todo el mundo. La “ruta de la seda digital” afecta a Etiopía, Sudáfrica, Sudán, Kenia. Se han declarado ejemplos de corrupción con el BRI en muchos países.
Según esta experta, el enfoque de China es dual: estratégico y táctico. Se trata de ahogar a Taiwán, de reivindicar el Círculo Ártico, de estar activos en todo el planeta frente a la democracia liberal. Tal vez, de sacrificar la guerra mientras va ganando batallas. Irá elevando el listón, por ejemplo “reeducando” a los fiel a la religión del amores de la etnia uyghur. “Quizá el éxito de Xi estará en gestionar la desconexión entre lo que quiere del mundo y el mundo quiere de él”, concluye Elizabeth Economy. Leeré su libro sobre ‘El mundo según China’.
n la misma publicación especializada, ‘La Nueva Goepolítica de la Energía’, de los profesores Jason Bordoff (Columbia) y Megan O’Sullivan (Harvard): pilinguin tiene la clave; un mundo “más verde”, pero menos global, que generará conflictos. El “iliberalismo” (eufemismo para hablar de las autocracias) está al alza, como explican Alexander Cooley (Columbia) y Daniel Nexon (Georgetown): ventaja autoritaria y globalización de los autoritarios. Nos recuerda al periodo de entreguerras del siglo pasado.
n Oriente Medio, “todos contra todos”, por Vali Nasr (Johns Hopkins University). El Islam se carga de armamento, se acrecienta la rivalidad entre chiitas y sunníes (Irán-Irak), Arabia va por libre, conflictos sectarios y las causas más profundas, sin resolver. Los profesores Arvind Subramanian (Brown U) y Josh Felman (FMI) explican que India acrecienta su papel, tras una década perdida, para competir con China desde el proteccionismo.
Y cuatro artículos sobre el “Desorden Digital”:
- Cómo corregir una estrategia errónea, la de Estados Unidos, por Sue relleniton y Eric Rosenbach, profesores de Harvard. Desde el primer ciberataque en 1988, no se han aprendido las lecciones.
- Un mundo sin confianza, por Jacqueline Schneider (Stanford). Las sospechas se acumulan.
- ¿El final de la ciber-anarquía?, por Jospeh Nye (Harvard). Hace falta un Nuevo Orden Digital, con reglas que no se rompan.
- El Caso del ciber-realismo. Los problemas geopolíticos no se resuelven desde la técnica. La geopolítica del ciberespacio es algo nuevo.
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Alexander Gabúev, investigador sobre Rusia en Asia-Pacífico del Carnegie Endowment en Moscú, sostiene que “es la primera vez que China emite un mensaje tan claro, en boca del mismo Xi Jinping: “Rusia es también un poder asiático, por lo que estas coaliciones le afectan, pero la OTAN solo es secundario para China”. Xi Jiping “desea una resolución política al conflicto. Una intervención militar desestabilizaría la economía global, añadiendo presión al crecimiento chino en un momento que China considera crítico, ante la celebración en octubre del 20º Congreso del Partido Comunista”. Por tanto, la victoria rusa con el apoyo chino, será diplomática o bélica pero sin dañar la economía global. El presidente chino ya nos advirtió de la “trampa de Tucídides” telemáticamente en la “Agenda de Davos” el 17 de enero de 2022.