Adriano_
Madmaxista
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Discurso de Dodoria a la fin de Qualicion
Taluec
Dodoria se dirige al pueblo guarderil congregado en el Foro, llevando en brazos el cadáver de Qualicion, apuñalado por los libertadores, encabezados por Segismunda e Invictus. Los ciudadanos chupipandilleros y fracas de la guarde rugen de alegría por la fin del tirano y abuchean a Dodoria, el mejor amigo de Quali)
Dodoria: Amigos, ni nis fracas incels, compatriotas, escuchadme: he venido a enterrar a Qualicion, no a ensalzarlo. El mal que hacen los hombres les sobrevive; el bien suele quedar sepultado con sus huesos. Que así ocurra con Qualicion
Segismunda os ha dicho que Qualicion era ambicioso: si lo fue, era la suya una falta grave,y gravemente la ha pagado. Por la benevolencia de Segismunda y de los demás, pues Segismunda es un hombre de honor, como lo son todos, he venido a hablar en el funeral de Quali.
Fue mi amigo, fiel y justo conmigo; pero Segismunda dice que era ambicioso. Segismunda es un hombre honorable. Trajo a la guarde muchos hilos de lol sobre civiles a pelo y negras tras*, cuyo entretenimiento llenaron vuetras horas de asueto. ¿Puede verse en esto la ambición de Qualicion? Cuando Ratona lloró por sus granos en el ojo ciego, Qualicion la consoló. La ambición suele estar hecha de una aleación más dura. Pero Segismunda dice que él era ambicioso y Segismunda es un hombre de honor.
Todos visteis que, en los Lupanares, le ofrecí tres veces una alzas nuevas que combinasen con sus calzoncillos de lgtb, y tres veces las rechazó. ¿Eso era ambición? Pero Segismunda dice que era ambicioso y es indudable que Segismunda es un hombre de honor. No hablo para desmentir lo que Segismunda dijo, sino que estoy aquí para decir lo que sé. Todos le amasteis alguna vez, y no sin razón. ¿Que razón, entonces, os impide ahora hacerle el duelo? ¡Ay, raciocinio te has refugiado entre las bestias, y los hombres han perdido la razón!... Perdonadme. Mi corazón está ahí, en esos despojos fúnebres, con Qualicion, y he de detenerme hasta que vuelva en mí...
Cacaceitero: Creo que hay mucha sabiduría en lo que dice.
Cuak Cuak: Si te paras a pensarlo, Quali cometió un gran error.
Chusto: ¿Ah, si? Me temo que alguien peor ocupará su lugar.
De Grappas ¿Le has prestado atención? No creo que él quisiera comerse las lentejas de su progenitora. Y por lo tanto, no era un ambicioso.
Cacaceitero: Y si se descubriera que lo fue… algunos lo soportaríamos.
Cuak Cuak Pobrecillo, sus ojos están gente de izquierdas como el fuego de llorar…
Chusto: No hay nadie más noble en burbuja que Dodorias.
De Grappas: Prestadle atención, que empieza a hablar otra vez.
Dodoria: ayer la palabra de Qualicion hubiera prevalecido contra el mundo. Ahora yace ahí y nadie hay lo suficientemente humilde como para reverenciarlo.¡Oh, señores! Si tuviera el propósito de excitar a vuestras mentes y vuestros corazones al motín y a la cólera, sería injusto con Inone y con Segismunda, quienes, como todos sabéis, son hombres de honor. No quiero ser injusto con ellos. Prefiero serlo con el muerto, conmigo y con vosotros, antes que con esos hombres tan honorables!
Pero aquí hay un pergamino con el sello de Quali. Lo encontré en su cuarto de baño, el mismo en el que murió Cacanao. Es su testamento. Si se hiciera público este testamento que, perdonadme, no tengo intención de leer, irían a besar las heridas de Qualicion muerto y a empapar sus pañuelos en su sagrada sangre. Sí. Suplicarían un cabello suyo (del ojo ciego tendría que ser debido a su calvicie) como reliquia, y al morir lo mencionaría en su testamento, como un rico legado a su posteridad!
De Grappas: Queremos escuchar el testamento. Léelo, Dodorian
Todos los foreros de la guarde: ¡El testamento!. ¡El testamento! Queremos escuchar el testamento del Quali.
Dodoria: Tened paciencia, amigos. No debo leerlo. No es conveniente que sepáis hasta que extremo os amó Quali. No estáis hechos de madera, no estáis hechos de piedra, sois hombres, y, como hombres, si oís el testamento de Quali os vais a enfurecer, os vais a volver locos. No es bueno que sepáis que sois sus herederos, pues si lo supierais, podría ocurrir cualquier cosa.
De Grappas: Lee el testamento. Queremos escucharlo, Dodoria: debes leernos el testamento, el testamento de Quali.
Dodoria: ¿Queréis tener paciencia? ¿Queréis esperar un momento? He ido demasiado lejos en deciros esto. Temo agraviar a los honorables hombres cuyos puñales traspasaron a Quali. ¡Lo temo!
Porquero: ¡Esos hombres honorables son unos traidores!
Todos los chupipandilleros: ¡El testamento! ¡El testamento!
Laroche: ¡Son unos perversoss asesinos! ¡El testamento! ¡Lee el testamento!
Dodoria: ¿Me obligáis a que lea el testamento? En ese caso, formad círculo en torno al cadáver de Quali, y dejadme mostraros al que hizo el testamento.¿Bajo? ¿Me dais vuestro permiso?
Todos los de la guarde: ¡Baja!
Cloud: ¡Tienes permiso!
Aldono: Acercaos, haced un círculo.
Señor Don Loco: Haced sitio al cadáver.
De Grappas: Haced sitio al noble Dodoria
Dodoria: ¡No me empujéis! ¡Alejaos!
Todos: ¡Atrás, atrás!
Dodoria: Si tenéis lágrimas, preparaos a derramarlas. Todos conocéis este albornoz jovenlandesado. Recuerdo la primera vez que Quali se lo puso. Era una tarde húmeda del verano valenciano, en su baño, el día que se pintó las uñas y utilizó su eyeliner para finalmente meterse el grifo por el ojo ciego. ¡Mirad: por aquí penetró el puñal de Invictus! ¡Ved que brecha abrió la envidiosa Segismuda! ¡Por esta otra le apuñaló su muy amado Inone! Y al retirar su maldito acero, observad como la sangre de Quali lo siguió, como si abriera de par en par para cerciorarse si Inone, malignamente, la hubiera llamado. Porque Inone, como sabéis, era el ángel de Qualicion. ¡Juzgad, oh dioses, con que ternura le amaba Qualicion! ¡Ese fue el golpe más cruel de todos, porque cuando el noble Qualicion vio que él lo apuñalaba, la ingratitud, más fuerte que las armas de los traidores, lo aniquiló completamente. Entonces estalló su poderoso corazón, y, cubriéndose el rostro con el manto, el gran Qualicion cayó a los pies de la estatua de Calvopez, al pie de la cual se desangró...¡Oh qué funesta caída, conciudadanos! En aquel momento, yo, y vosotros, y todos, caímos, mientras la sangrienta traición nos sumergía. Ahora lloráis, y me doy cuenta que empezáis a sentir piedad. Esas lágrimas son generosas. Almas compasivas: ¿por qué lloráis, si sólo habéis visto el desgarrado albornoz de Qualcion?
Mirad aquí. Aquí está, desfigurado, como veis, por los traidores.
El Adri: ¡Penoso espectáculo!
Aldono: ¡Ay, noble Quali!
Cacaceitero: ¡Funesto día!
De Grappas: ¡Traidores! ¡perversoss!
Cacaceitero: ¡Sangrienta visión!
Aldono: ¡Queremos venganza!
Todos: ¡Venganza! ¡Juntos! Perseguidlos, quemadlos, matadlos, degolladlos, no dejar un traidor vivo!
Dodoria:¡Conteneos, ciudadanos de la guarde!
Cacaceitero: ¡Calma! ¡Escuchemos al noble Dodoria!
Aldono: Lo escucharemos, lo seguiremos y moriremos por él.
Dodoria: Amigos, queridos fracas: que no sea yo quien os empuje al motín. Los que han consumado esta acción son hombres dignos. Desconozco qué secretos agravios tenían para hacer lo que hicieron. Ellos son sabios y honorables, y no dudo que os darán razones. No he venido, amigos, a excitar vuestras pasiones. Yo no soy orador como Segismunda, sino, como todos sabéis, un hombre franco y de gustos sencillo como es ir al pantanito, que quería a mi amigo a pesar de las diferencias, y eso lo saben muy bien los que me permitieron hablar de él en público. Porque no tengo ni talento, ni elocuencia, ni mérito, ni estilo, ni ademanes, ni el poder de la oratoria para enardecer la sangre de los hombres. Hablo llanamente y sólo digo lo que vosotros mismos sabéis. Os muestro las heridas del amado Quali, pobres, pobres bocas mudas, y les pido que ellas hablen por mí. Pues si yo fuera Segismunda, y Segismunda fuese Dodoria , ese Dodoria exasperaría vuestras almas y pondría una lengua en cada herida de Quali capaz de conmover y amotinar los cimientos de burbuja.
Todos: Nos amotinaremos.
Aldono: ¡Quemaremos la casa de Inone!
Ratona: ¡Vamos, pues, persigamos a los conspiradores!
Dodoria: Escuchadme, fracapandi. Escuchadme lo que tengo que decir.
Todos: ¡Alto! Escuchemos al noble Dodoria.
Dodoria: ¡Pero, amigos, no sabéis lo que vais a hacer! ¿Qué ha hecho Quali para merecer vuestro afecto? No lo sabéis. Yo os lo diré. Habéis olvidado el testamento de que os hablé.
Todos: ¡Es verdad, el testamento! Esperemos a oír el testamento.
Dodoria: Aquí está, con el sello de Quali. A todos y cada uno de los ciudadanos de la guarde, lega setenta y cinco bastoncillos para los oídos de los que fueron usados por él.
De Grappas: ¡Noble Quali! ¡Vengaremos su fin!
El Adri: ¡Oh, magnánimo Qualicion!
Dodoria: Tened paciencia y escuchadme:
Todos: ¡Alto!
Dodoria: Os lega, además, todos sus troleos, sus recetas de comida sarama demijrantes y sus ñordos de cosa dedicados, recién plantados a este lado del Tíber. Los deja a perpetuidad a y a vuestros herederos, para que os paséis y recreéis viéndolos.
¡Éste sí que era un Troll! ¿Cuando tendréis otro como él?
Taluec