bopxqod
Madmaxista
- Desde
- 25 Sep 2007
- Mensajes
- 731
- Reputación
- 980
Las mezclas de biocombustibles y carbón que Endesa ha estado probando en su central térmica de As Pontes «no permiten prolongar la vida de la instalación», por lo que la compañía seguirá adelante con el proceso de cierre de la planta iniciado en diciembre de 2019. La compañía esgrime razones de carácter medioambiental, técnico y económico para descartar el empleo de lodos y biomasa combinados con carbón, dados los resultados «negativos» de los ensayos efectuados «bajo la supervisión del Ministerio de tras*ición Ecológica, la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de As Pontes».
Los miembros de la comisión de seguimiento conocieron recientemente los resultados de las pruebas, que, según el comité técnico de Endesa, revelaron «graves inconvenientes de carácter ambiental». «La combustión de la mezcla de carbón y lodos causa la emisión de mercurio en valores próximos al límite legal permitido», concluyen. Otra dificultad «insalvable» radica en el elevado incremento de la generación de cenizas, «entre un 187 y un 276 %, lo que supone producir una tonelada por cada tres o cuatro de CO2 evitadas». Esto supondría acumular cada año de 76.000 a 106.000 toneladas «de un subproducto que no sería admitido en los vertederos de residuos no peligrosos, por superar los valores límite de selenio, sulfatos y carbono orgánico disuelto, con un aumento de metales y metaloides».
¿Ferrolterra no interesa?
Andrés Vellón
A nivel técnico, la compañía arguye la pérdida de potencia de cada grupo, de los 350 megavatios (MW) actuales a 245 o 260, «con bruscas y repentinas oscilaciones de carga de hasta 35 MW, lo que impide a la central operar en los mercados secundarios». A mayores de la corrosión de los tubos de la caldera que causaría la combustión y la consecuente subida de los costes de mantenimiento. La empresa asegura que el cambio tampoco resultaría viable económicamente, «porque el megavatio hora generado de este modo costaría unos 65 euros, 15 euros más caro que el producido en una central de ciclo combinado de gas natural».
Esto dejaría a la central «fuera del mercado eléctrico, que prevé para 2021 un precio de 47,3 euros por MWh». Añade que la adaptación de la instalación «requeriría una elevada inversión y unos altos costes fijos, con una destrucción de caja estimada en 625 millones de euros en diez años de actividad». Endesa respalda sus conclusiones con el estudio de Foster Wheeler, tecnólogo experimentado en el sector. Advierte que la planta sufriría «una evidente reducción de potencia» y que la presencia de metales alcalinos y cloro «causaría en la caldera guanoción, ensuciamiento y corrosión, propiciando niveles de degradación que no son aceptables». Y que el consumo continuo de carbón y lodos «requeriría una tras*formación de la caldera».
El Plan Futur-e de As Pontes
¿Qué ocurrirá ahora? Endesa afirma haber avanzado en el diseño del Plan Futur-e de As Pontes, un proyecto que promueve el desarrollo de actividades económicas y la generación de empleo en la zona, para atenuar el impacto del cierre de la central. Contempla un concurso internacional de ideas parar impulsar inversiones en alternativas empresariales «viables», que creen empleo «sostenible», de la mano de empresas, instituciones y otros agentes públicos y privados.
El Plan Futur-e incluye inversiones de Endesa en nuevos proyectos de energías renovables, como el desarrollo de hasta 1.505 MW de nueva capacidad eólica en Galicia entre 2021 y 2026, por 1.581 millones y más de 1.250 empleos directos de media anual durante los seis años de construcción, y 125 para la fase de operación y mantenimiento, en los 25 años siguientes.
La compañía reitera que ningún empleado de la térmica será despedido. Tras las prejubilaciones voluntarias y las recolocaciones, quedan 81 personas. Parte de la plantilla participará en el desmantelamiento de la instalación, durante cuatro años, lo que también requerirá el apoyo de unos 130 trabajadores de empresas auxiliares.
El declive de las centrales de carbón comenzó en el 2019 con el incremento de los costes de producción por el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2. Esta tecnología produjo en el 2020 un 55 % menos que el año anterior.
La Xunta acusa a la eléctrica de romper sus compromisos
Tras conocer la decisión de Endesa, la Xunta emitió un comunicado demoledor contra la empresa, a la que acusa de incumplir sus compromisos adquiridos con el grupo técnico que analiza alternativas para continuar la actividad. Porque, subraya la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Economía, la eléctrica anuncia el cierre «antes incluso de presentar o informe coas conclusións das probas de biocombustibles» a los miembros de ese grupo, en el que están todas las Administraciones, y que lleva diez meses de trabajos. La Xunta destaca que lo último que sabían era que los resultados de esas pruebas apuntaban a que la planta podría ser viable, «polo que o anuncio é aínda máis incomprensible».
Por tanto, «o Goberno galego lamenta que a compañía tome esta decisión sen contar co resto de integrantes que conforman a mesa de traballo que está a buscar solucións para esta comarca», en referencia a la de As Pontes. Y, añade: «Non se pode consentir que adopte esta decisión tras*cendental para o futuro desta comarca de forma unilateral».
Vicepresidencia resalta que Endesa toma esta «nefasta» decisión «aproveitándose dunha tras*ición enerxética inxusta, caótica e desordenada que está levando a cabo o Executivo central».
Endesa cerrará la central de As Pontes por la inviabilidad del uso de biocombustibles
La Xunta avanza que solicita al Gobierno que convoque cuanto antes la mesa de As Pontes «para que a empresa explique esta decisión e se poidan avaliar polo miúdo por parte dos técnicos as conclusións do seu informe» sobre el resultado de las pruebas.
Concluye que «seguirá loitando da man dos traballadores para que As Pontes teña o futuro que se merece e impedir que as escusas ofrecidas por Endesa —amparadas nesta tras*ición enerxética caótica que está poñendo en perigo miles de postos de traballo na comunidade— lle sirvan para pechar a planta».
Con el cierre de As Pontes, Galicia dirá adiós definitivo al carbón, tras el de Meirama (Cerceda) hace seis meses.
Los miembros de la comisión de seguimiento conocieron recientemente los resultados de las pruebas, que, según el comité técnico de Endesa, revelaron «graves inconvenientes de carácter ambiental». «La combustión de la mezcla de carbón y lodos causa la emisión de mercurio en valores próximos al límite legal permitido», concluyen. Otra dificultad «insalvable» radica en el elevado incremento de la generación de cenizas, «entre un 187 y un 276 %, lo que supone producir una tonelada por cada tres o cuatro de CO2 evitadas». Esto supondría acumular cada año de 76.000 a 106.000 toneladas «de un subproducto que no sería admitido en los vertederos de residuos no peligrosos, por superar los valores límite de selenio, sulfatos y carbono orgánico disuelto, con un aumento de metales y metaloides».
Andrés Vellón
A nivel técnico, la compañía arguye la pérdida de potencia de cada grupo, de los 350 megavatios (MW) actuales a 245 o 260, «con bruscas y repentinas oscilaciones de carga de hasta 35 MW, lo que impide a la central operar en los mercados secundarios». A mayores de la corrosión de los tubos de la caldera que causaría la combustión y la consecuente subida de los costes de mantenimiento. La empresa asegura que el cambio tampoco resultaría viable económicamente, «porque el megavatio hora generado de este modo costaría unos 65 euros, 15 euros más caro que el producido en una central de ciclo combinado de gas natural».
Esto dejaría a la central «fuera del mercado eléctrico, que prevé para 2021 un precio de 47,3 euros por MWh». Añade que la adaptación de la instalación «requeriría una elevada inversión y unos altos costes fijos, con una destrucción de caja estimada en 625 millones de euros en diez años de actividad». Endesa respalda sus conclusiones con el estudio de Foster Wheeler, tecnólogo experimentado en el sector. Advierte que la planta sufriría «una evidente reducción de potencia» y que la presencia de metales alcalinos y cloro «causaría en la caldera guanoción, ensuciamiento y corrosión, propiciando niveles de degradación que no son aceptables». Y que el consumo continuo de carbón y lodos «requeriría una tras*formación de la caldera».
El Plan Futur-e de As Pontes
¿Qué ocurrirá ahora? Endesa afirma haber avanzado en el diseño del Plan Futur-e de As Pontes, un proyecto que promueve el desarrollo de actividades económicas y la generación de empleo en la zona, para atenuar el impacto del cierre de la central. Contempla un concurso internacional de ideas parar impulsar inversiones en alternativas empresariales «viables», que creen empleo «sostenible», de la mano de empresas, instituciones y otros agentes públicos y privados.
El Plan Futur-e incluye inversiones de Endesa en nuevos proyectos de energías renovables, como el desarrollo de hasta 1.505 MW de nueva capacidad eólica en Galicia entre 2021 y 2026, por 1.581 millones y más de 1.250 empleos directos de media anual durante los seis años de construcción, y 125 para la fase de operación y mantenimiento, en los 25 años siguientes.
La compañía reitera que ningún empleado de la térmica será despedido. Tras las prejubilaciones voluntarias y las recolocaciones, quedan 81 personas. Parte de la plantilla participará en el desmantelamiento de la instalación, durante cuatro años, lo que también requerirá el apoyo de unos 130 trabajadores de empresas auxiliares.
El declive de las centrales de carbón comenzó en el 2019 con el incremento de los costes de producción por el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2. Esta tecnología produjo en el 2020 un 55 % menos que el año anterior.
La Xunta acusa a la eléctrica de romper sus compromisos
Tras conocer la decisión de Endesa, la Xunta emitió un comunicado demoledor contra la empresa, a la que acusa de incumplir sus compromisos adquiridos con el grupo técnico que analiza alternativas para continuar la actividad. Porque, subraya la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Economía, la eléctrica anuncia el cierre «antes incluso de presentar o informe coas conclusións das probas de biocombustibles» a los miembros de ese grupo, en el que están todas las Administraciones, y que lleva diez meses de trabajos. La Xunta destaca que lo último que sabían era que los resultados de esas pruebas apuntaban a que la planta podría ser viable, «polo que o anuncio é aínda máis incomprensible».
Por tanto, «o Goberno galego lamenta que a compañía tome esta decisión sen contar co resto de integrantes que conforman a mesa de traballo que está a buscar solucións para esta comarca», en referencia a la de As Pontes. Y, añade: «Non se pode consentir que adopte esta decisión tras*cendental para o futuro desta comarca de forma unilateral».
Vicepresidencia resalta que Endesa toma esta «nefasta» decisión «aproveitándose dunha tras*ición enerxética inxusta, caótica e desordenada que está levando a cabo o Executivo central».
Endesa cerrará la central de As Pontes por la inviabilidad del uso de biocombustibles
La Xunta avanza que solicita al Gobierno que convoque cuanto antes la mesa de As Pontes «para que a empresa explique esta decisión e se poidan avaliar polo miúdo por parte dos técnicos as conclusións do seu informe» sobre el resultado de las pruebas.
Concluye que «seguirá loitando da man dos traballadores para que As Pontes teña o futuro que se merece e impedir que as escusas ofrecidas por Endesa —amparadas nesta tras*ición enerxética caótica que está poñendo en perigo miles de postos de traballo na comunidade— lle sirvan para pechar a planta».
Con el cierre de As Pontes, Galicia dirá adiós definitivo al carbón, tras el de Meirama (Cerceda) hace seis meses.