Viendo esta noticia de las regulaciones en distintos países para la venta de casas a extranjeros no residentes, abro encuenta para conocer la opinión del foro.
www.idealista.com
El Gobierno de Armengol quiere prohibir la compra de casas a extranjeros: así está la regulación en el resto del mundo
Analizamos cómo se regula la limitación a no residentes de la compra de viviendas en Canadá, Nueva Zelanda y otros países
La importante subida de los precios de la vivienda vivida en la mayoría de países desarrollados desde el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19 está llevando a los gobiernos de algunas naciones a tomar medidas para intentar rebajar los precios de las casas. Entre ellas, se encuentra la de limitar la adquisición de inmuebles por parte de extranjeros, sobre todo para los no residentes. Nueva Zelanda lo lleva haciendo desde 2018, sin mucho resultado, y ahora Canadá ha sido la última en unirse.
Una medida que ha llegado a España con una iniciativa similar del gobierno balear. El Ejecutivo de las islas, formado por un tripartito entre PSOE, Podemos y Més, y liderado por la socialista Francina Armengol ha decidido crear una comisión para estudiar la posibilidad de prohibir la compra de vivienda a ciudadanos, ya sean extranjeros o no, pero que lleven menos de cinco años viviendo en el archipiélago. Según fuentes cercanas al Ejecutivo balear se trata de encontrar fórmulas para controlar la especulación en un mercado de la vivienda tensionado como el de las islas.
Con datos de idealista, el precio del m2 en Baleares cerró 2022 en 3.706 euros, un 10,5% interanual más y se corona como la más cara de España, por delante de la Comunidad de Madrid (3.122 euros/m2) o Cataluña (2.333 euros/m2). De hecho, alcanza su máximo de la serie histórica desde que idealista analiza los datos. Frente a marzo de 2020, cuanto estalló la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19, los precios en Baleares han aumentado un 20,5%.
La intención del Gobierno balear, en principio, tiene poco recorrido legal, ya que la Unión Europa aboga por la libre circulación de personas y capitales por los 27 países miembros, y la no discriminación por nacionalidad. Sin embargo, existen excepciones en el Viejo Continente, como en Dinamarca, Malta o Suiza (fuera de la UE), donde se exige residir un mínimo de años en el país para poder adquirir una vivienda, ya se sea residente o no.
Las restricciones son aún más estrictas en Austria, donde hasta la entrada en la UE estaba prohibida la venta de casas a extranjeros. Ahora pueden los ciudadanos de la UE, pero los extracomunitarios debe solicitar permisos especiales a las provincias federales austriacas, que tienen la potestad de vivienda en el país. Lo mismo pasa en el archipiélago finlandés de islas Aland. Cualquier persona, incluida de la UE, que quiera comprar un terreno en este paraje tiene que obtener previamente el permiso de las autoridades.
Otro ejemplo es Croacia, que en su tratado de adhesión a la UE incluyó una serie de restricciones en la adquisición de tierras agrícolas por ciudadanos de la UE hasta 2023. Lo mismo ocurrió en Hungría. Y también pasa en otros países como México, Singapur, Indonesia, Tailandia o China, donde la compra de terrenos por parte de extranjeros tiene que pasar por el control de las autoridades.
En Europa, la mayoría de estos límites a la compra de inmuebles por parte de ciudadanos extranjeros se negociaron durante los tratados de adhesión de estos países en la Unión Europea.
Sin embargo, la presidenta balear, Francina Armengol, afirmó en una entrevista hace una semana en El Español que ha pedido al Gobierno de España aplicar la singularidad de insularidad al archipiélago balear. “No toda la legislación es aplicable exactamente igual a todos los territorios, porque no todos somos iguales. Estamos trabajando con el Ministerio de Exteriores para que haya un Estatuto de Islas Pobladas y, a partir de ahí, poder tener una mirada a nivel europeo diferente y singular con las islas. En el tema de vivienda estamos mirando si en ese ámbito europeo podrían tomarse medidas específicas para nuestra comunidad”, destacó la presidenta, y como ya ocurre en Malta, las islas danesas o las de Finlandia.
Vivir en Baleares supone un atractivo para muchas personas, sobre todo con alto poder adquisitivo. Las viviendas como segunda residencia entre ciudadanos europeos, pero también de otra parte del mundo, están entre las más demandadas.
Los datos hasta el tercer trimestre de 2022 del Colegio de Registradores de la Propiedad confirman el buen año en cuanto al total de tras*acciones de viviendas en Baleares, acumulando más de 13.600 operaciones en los nueve primeros meses del año. Si se mantienen las estimaciones, se van a superar las 16.000 compraventas en 2022, a falta de los datos de cierre del año pasado.
De ellas, los extranjeros aparecen en más del 30% de ellas, por lo que ya han comprado más de 4.600 casas en Baleares solo en nueve meses de 2022. A falta del último trimestre, están muy cerca de superar el récord de 2021, con más de 5.000 compraventas en el archipiélago balear, lo nunca visto en la última década.
El Gobierno de Baleares ha puesto como ejemplo a seguir la reciente iniciativa de Canadá para prohibir la adquisición de viviendas en el país a extranjeros no residentes. Mientras, Nueva Zelanda ha sido uno de los referentes durante años, lo lleva aplicando desde 2018, aunque con escaso éxito. Analizamos la situación de amos países.
Todos miran a Canadá: nueva prueba para prohibir comprar casas a extranjeros no residentes
Canadá se ha convertido en el ejemplo a seguir para los que piensan que prohibir comprar casas a extranjeros puede ser la solución a la escalada de precios de la vivienda. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dio el paso en la campaña electoral de finales de 2021 y acusó a los inversores extranjeros de ser los causantes de la escala de precios en el país. "Esto está provocando un verdadero problema de viviendas infrautilizadas y vacías, especulación desenfrenada y precios por las nubes. Las casas son para las personas, no para los inversores", afirmó en un momento en el que los precios se habían disparado hasta un 50% en los dos últimos años, durante su mandato.
Trudeau y su gobierno afirmaron que las grandes inversiones masivas desde el extranjero se habían disparado en los últimos 24 meses. Sin embargo, estudios afirman que apenas supone un 1% en el peso del mercado residencial, según la compañía Baker Real Estate. El sector inmobiliario canadiense pide incentivar la construcción de viviendas para hacer frente a la demanda existente.
Este 2023 ha entrado en vigor esta normativa y estará vigente, al menos, durante los dos próximos años. La ley prevé excepciones para la compra de viviendas por parte de pagapensiones y residentes permanentes en Canadá que vayan a usarla como residencia principal. Porque más que una prohibición, de lo que se trata la normativa es de multas de hasta 10.000 dólares canadienses (unos 6.900 euros), y también a toda persona o empresa que colabore en la operación. La Justicia podría obligar a la venta del inmueble.
GTRES
En las provincias de Columbia Británica, la más occidental de Canadá, y Ontario, donde se encuentran grandes ciudades como Ottawa o Toronto, ya se aplicaba un tipo del 20% a las operaciones realizadas por foráneos.
Pero los precios de las casas en Canadá han empezado a caer desde máximos en la segunda mitad de 2022. El precio medio de la vivienda en Canadá alcanzó su máximo en febrero, por encima de los 800.000 dólares canadienses (550.000 euros) y desde entonces ha caído alrededor de un 13%, según la Asociación inmobiliaria canadiense (Canadian Real Estate Association-CREA).
Según los datos de la consultora inmobiliaria Knight Frank para el tercer trimestre de 2022, los precios han cedido desde máximos casi un 8% interanual en Canadá, después de alcanzar subidas de dos dígitos en trimestres anteriores, con caídas desde el pico aún más destacadas en Hamilton (-14%), Toronto (-12%), Halifax (-9%), Ottawa (-8%), Vancouver (-8%).
La comparativa interanual frente al tercer trimestre de 2021 muestra una importante ralentización en la subida de precios en Hamilton y Edmonton (ambos con un 5,6%), Toronto (4,5%) o Vancouver (3,9%), después de encadenar subidas de dos dígitos desde 2020.
En otras grandes ciudades como Halifax (16,4%), Calgary (14,7%), Montreal (10,8%) o Quebec (10,8%), los precios siguen creciendo a doble dígito.
Y es que no hace poco, el banco UBS actualizaba su índice de riesgo de burbuja inmobiliaria, donde Toronto, la ciudad más grande de Canadá, se encontraba en la cima de la clasificación. Su vecina Vancouver también se encontraba dentro de este top 10 de ciudades a punto de pinchar una burbuja inmobiliaria. Y es que no solo la vivienda en el centro de estas ciudades ha llegado a máximos, la demanda de casas grandes en la periferia de las grandes urbes canadienses se ha disparado en estos años, más tras el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Los precios de las casas en Nueva Zelanda caen por la inflación, no por el veto a los extranjeros
Nueva Zelanda puso en marcha una medida similar en agosto de 2018, en un intento por frenar la escalada de precios que se vivía en el país de la nube blanca desde el estallido de la burbuja inmobiliaria de una década anterior. Entre 2008 y 2018, el precio en el mercado residencial se había disparado un 60%, según datos del Estado.
En aquel momento, el Gobierno de Nueva Zelanda impulsó una ley que restringía la inversión extranjera en materia de vivienda con algunas excepciones. Esta nueva normativa enmendaba Ley de Inversión Extranjera, vigente en el país desde 2005, que favorecía la llegada de inversores de todas partes del planeta.
Desde hace más de cinco años, cualquier inversor internacional tiene que conseguir el consentimiento de la Oficina de Inversiones Extranjeras para poder adquirir inmuebles en Nueva Zelanda. Esta inversión se restringe a la obra nueva, a la compra de edificios de apartamentos y a determinados proyectos inmobiliarios. Al igual que en Australia, donde los extranjeros no residentes solo pueden adquirir casas nuevas, teniendo prohibido comprar casas de segunda mano, enfrentándose a multas cuantiosas y hasta la guandoca si incumplen la ley
Entre las excepciones en Nueva Zelanda, los ciudadanos de Australia y Singapur, con los que Nueva Zelanda mantiene tratados de libre comercio, están exentos de esta medida.
GTRES
La situación de la vivienda en Nueva Zelanda se disparó con el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, con subidas anuales de dos dígitos, hasta que a principios de 2022, los precios comenzaron a caer desde máximos ante el cambio de política monetaria mundial, más que por la restricción a la compra de extranjeros.
La Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) ha realizado nueve subidas de los tipos de interés desde el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, y el incremento del pasado noviembre fue la mayor subida de los tipos de interés de su historia. Allí alcanzaron el 4,25%, tras elevar el precio del dinero en 75 puntos básicos. El organismo considera que los tipos alcanzarán un máximo del 5,5%
Los datos de Knight Frank para el 3T 2022 confirman caídas de más de un 10% en el precio de las viviendas en Nueva Zelanda desde el pico, y el descenso frente al mismo periodo de 2021 fue del 3%, y de casi un 9% si se ajustan los precios a la inflación.
Las dos grandes ciudades del país, la capital Wellington (-17,3%) y Auckland (-11,2%) lideran el descenso de los precios de las viviendas en el índice de Knight Frank que analiza 150 ciudades del mundo.
El Gobierno de Armengol quiere prohibir la compra de casas a extranjeros: así está la regulación en el resto del mundo
El Gobierno de Baleares ha abierto el melón de restringir la compra de casas por parte de extranjeros no residentes en España para controlar la escalada de precios de la vivienda. Su presidenta, Francina Armengol, pide al Ejecutivo Central que eleve a la UE un Estatuto de Islas Pobladas. Se toma...
El Gobierno de Armengol quiere prohibir la compra de casas a extranjeros: así está la regulación en el resto del mundo
Analizamos cómo se regula la limitación a no residentes de la compra de viviendas en Canadá, Nueva Zelanda y otros países
La importante subida de los precios de la vivienda vivida en la mayoría de países desarrollados desde el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19 está llevando a los gobiernos de algunas naciones a tomar medidas para intentar rebajar los precios de las casas. Entre ellas, se encuentra la de limitar la adquisición de inmuebles por parte de extranjeros, sobre todo para los no residentes. Nueva Zelanda lo lleva haciendo desde 2018, sin mucho resultado, y ahora Canadá ha sido la última en unirse.
Una medida que ha llegado a España con una iniciativa similar del gobierno balear. El Ejecutivo de las islas, formado por un tripartito entre PSOE, Podemos y Més, y liderado por la socialista Francina Armengol ha decidido crear una comisión para estudiar la posibilidad de prohibir la compra de vivienda a ciudadanos, ya sean extranjeros o no, pero que lleven menos de cinco años viviendo en el archipiélago. Según fuentes cercanas al Ejecutivo balear se trata de encontrar fórmulas para controlar la especulación en un mercado de la vivienda tensionado como el de las islas.
Con datos de idealista, el precio del m2 en Baleares cerró 2022 en 3.706 euros, un 10,5% interanual más y se corona como la más cara de España, por delante de la Comunidad de Madrid (3.122 euros/m2) o Cataluña (2.333 euros/m2). De hecho, alcanza su máximo de la serie histórica desde que idealista analiza los datos. Frente a marzo de 2020, cuanto estalló la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19, los precios en Baleares han aumentado un 20,5%.
La intención del Gobierno balear, en principio, tiene poco recorrido legal, ya que la Unión Europa aboga por la libre circulación de personas y capitales por los 27 países miembros, y la no discriminación por nacionalidad. Sin embargo, existen excepciones en el Viejo Continente, como en Dinamarca, Malta o Suiza (fuera de la UE), donde se exige residir un mínimo de años en el país para poder adquirir una vivienda, ya se sea residente o no.
Las restricciones son aún más estrictas en Austria, donde hasta la entrada en la UE estaba prohibida la venta de casas a extranjeros. Ahora pueden los ciudadanos de la UE, pero los extracomunitarios debe solicitar permisos especiales a las provincias federales austriacas, que tienen la potestad de vivienda en el país. Lo mismo pasa en el archipiélago finlandés de islas Aland. Cualquier persona, incluida de la UE, que quiera comprar un terreno en este paraje tiene que obtener previamente el permiso de las autoridades.
Otro ejemplo es Croacia, que en su tratado de adhesión a la UE incluyó una serie de restricciones en la adquisición de tierras agrícolas por ciudadanos de la UE hasta 2023. Lo mismo ocurrió en Hungría. Y también pasa en otros países como México, Singapur, Indonesia, Tailandia o China, donde la compra de terrenos por parte de extranjeros tiene que pasar por el control de las autoridades.
En Europa, la mayoría de estos límites a la compra de inmuebles por parte de ciudadanos extranjeros se negociaron durante los tratados de adhesión de estos países en la Unión Europea.
Sin embargo, la presidenta balear, Francina Armengol, afirmó en una entrevista hace una semana en El Español que ha pedido al Gobierno de España aplicar la singularidad de insularidad al archipiélago balear. “No toda la legislación es aplicable exactamente igual a todos los territorios, porque no todos somos iguales. Estamos trabajando con el Ministerio de Exteriores para que haya un Estatuto de Islas Pobladas y, a partir de ahí, poder tener una mirada a nivel europeo diferente y singular con las islas. En el tema de vivienda estamos mirando si en ese ámbito europeo podrían tomarse medidas específicas para nuestra comunidad”, destacó la presidenta, y como ya ocurre en Malta, las islas danesas o las de Finlandia.
Vivir en Baleares supone un atractivo para muchas personas, sobre todo con alto poder adquisitivo. Las viviendas como segunda residencia entre ciudadanos europeos, pero también de otra parte del mundo, están entre las más demandadas.
Los datos hasta el tercer trimestre de 2022 del Colegio de Registradores de la Propiedad confirman el buen año en cuanto al total de tras*acciones de viviendas en Baleares, acumulando más de 13.600 operaciones en los nueve primeros meses del año. Si se mantienen las estimaciones, se van a superar las 16.000 compraventas en 2022, a falta de los datos de cierre del año pasado.
De ellas, los extranjeros aparecen en más del 30% de ellas, por lo que ya han comprado más de 4.600 casas en Baleares solo en nueve meses de 2022. A falta del último trimestre, están muy cerca de superar el récord de 2021, con más de 5.000 compraventas en el archipiélago balear, lo nunca visto en la última década.
El Gobierno de Baleares ha puesto como ejemplo a seguir la reciente iniciativa de Canadá para prohibir la adquisición de viviendas en el país a extranjeros no residentes. Mientras, Nueva Zelanda ha sido uno de los referentes durante años, lo lleva aplicando desde 2018, aunque con escaso éxito. Analizamos la situación de amos países.
Todos miran a Canadá: nueva prueba para prohibir comprar casas a extranjeros no residentes
Canadá se ha convertido en el ejemplo a seguir para los que piensan que prohibir comprar casas a extranjeros puede ser la solución a la escalada de precios de la vivienda. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dio el paso en la campaña electoral de finales de 2021 y acusó a los inversores extranjeros de ser los causantes de la escala de precios en el país. "Esto está provocando un verdadero problema de viviendas infrautilizadas y vacías, especulación desenfrenada y precios por las nubes. Las casas son para las personas, no para los inversores", afirmó en un momento en el que los precios se habían disparado hasta un 50% en los dos últimos años, durante su mandato.
Trudeau y su gobierno afirmaron que las grandes inversiones masivas desde el extranjero se habían disparado en los últimos 24 meses. Sin embargo, estudios afirman que apenas supone un 1% en el peso del mercado residencial, según la compañía Baker Real Estate. El sector inmobiliario canadiense pide incentivar la construcción de viviendas para hacer frente a la demanda existente.
Este 2023 ha entrado en vigor esta normativa y estará vigente, al menos, durante los dos próximos años. La ley prevé excepciones para la compra de viviendas por parte de pagapensiones y residentes permanentes en Canadá que vayan a usarla como residencia principal. Porque más que una prohibición, de lo que se trata la normativa es de multas de hasta 10.000 dólares canadienses (unos 6.900 euros), y también a toda persona o empresa que colabore en la operación. La Justicia podría obligar a la venta del inmueble.
GTRES
En las provincias de Columbia Británica, la más occidental de Canadá, y Ontario, donde se encuentran grandes ciudades como Ottawa o Toronto, ya se aplicaba un tipo del 20% a las operaciones realizadas por foráneos.
Pero los precios de las casas en Canadá han empezado a caer desde máximos en la segunda mitad de 2022. El precio medio de la vivienda en Canadá alcanzó su máximo en febrero, por encima de los 800.000 dólares canadienses (550.000 euros) y desde entonces ha caído alrededor de un 13%, según la Asociación inmobiliaria canadiense (Canadian Real Estate Association-CREA).
Según los datos de la consultora inmobiliaria Knight Frank para el tercer trimestre de 2022, los precios han cedido desde máximos casi un 8% interanual en Canadá, después de alcanzar subidas de dos dígitos en trimestres anteriores, con caídas desde el pico aún más destacadas en Hamilton (-14%), Toronto (-12%), Halifax (-9%), Ottawa (-8%), Vancouver (-8%).
La comparativa interanual frente al tercer trimestre de 2021 muestra una importante ralentización en la subida de precios en Hamilton y Edmonton (ambos con un 5,6%), Toronto (4,5%) o Vancouver (3,9%), después de encadenar subidas de dos dígitos desde 2020.
En otras grandes ciudades como Halifax (16,4%), Calgary (14,7%), Montreal (10,8%) o Quebec (10,8%), los precios siguen creciendo a doble dígito.
Y es que no hace poco, el banco UBS actualizaba su índice de riesgo de burbuja inmobiliaria, donde Toronto, la ciudad más grande de Canadá, se encontraba en la cima de la clasificación. Su vecina Vancouver también se encontraba dentro de este top 10 de ciudades a punto de pinchar una burbuja inmobiliaria. Y es que no solo la vivienda en el centro de estas ciudades ha llegado a máximos, la demanda de casas grandes en la periferia de las grandes urbes canadienses se ha disparado en estos años, más tras el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Los precios de las casas en Nueva Zelanda caen por la inflación, no por el veto a los extranjeros
Nueva Zelanda puso en marcha una medida similar en agosto de 2018, en un intento por frenar la escalada de precios que se vivía en el país de la nube blanca desde el estallido de la burbuja inmobiliaria de una década anterior. Entre 2008 y 2018, el precio en el mercado residencial se había disparado un 60%, según datos del Estado.
En aquel momento, el Gobierno de Nueva Zelanda impulsó una ley que restringía la inversión extranjera en materia de vivienda con algunas excepciones. Esta nueva normativa enmendaba Ley de Inversión Extranjera, vigente en el país desde 2005, que favorecía la llegada de inversores de todas partes del planeta.
Desde hace más de cinco años, cualquier inversor internacional tiene que conseguir el consentimiento de la Oficina de Inversiones Extranjeras para poder adquirir inmuebles en Nueva Zelanda. Esta inversión se restringe a la obra nueva, a la compra de edificios de apartamentos y a determinados proyectos inmobiliarios. Al igual que en Australia, donde los extranjeros no residentes solo pueden adquirir casas nuevas, teniendo prohibido comprar casas de segunda mano, enfrentándose a multas cuantiosas y hasta la guandoca si incumplen la ley
Entre las excepciones en Nueva Zelanda, los ciudadanos de Australia y Singapur, con los que Nueva Zelanda mantiene tratados de libre comercio, están exentos de esta medida.
GTRES
La situación de la vivienda en Nueva Zelanda se disparó con el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, con subidas anuales de dos dígitos, hasta que a principios de 2022, los precios comenzaron a caer desde máximos ante el cambio de política monetaria mundial, más que por la restricción a la compra de extranjeros.
La Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) ha realizado nueve subidas de los tipos de interés desde el estallido de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, y el incremento del pasado noviembre fue la mayor subida de los tipos de interés de su historia. Allí alcanzaron el 4,25%, tras elevar el precio del dinero en 75 puntos básicos. El organismo considera que los tipos alcanzarán un máximo del 5,5%
Los datos de Knight Frank para el 3T 2022 confirman caídas de más de un 10% en el precio de las viviendas en Nueva Zelanda desde el pico, y el descenso frente al mismo periodo de 2021 fue del 3%, y de casi un 9% si se ajustan los precios a la inflación.
Las dos grandes ciudades del país, la capital Wellington (-17,3%) y Auckland (-11,2%) lideran el descenso de los precios de las viviendas en el índice de Knight Frank que analiza 150 ciudades del mundo.
